Diplomacia y estrategia

Capaz de presentar una exigencia, o una súplica, como una concesión, el presidente de Ucrania Volodymyr Zelensky ha reiterado su disponibilidad a una negociación con su homólogo ruso Vladimir Putin, con el que lleva meses tratando de conseguir un encuentro que no se produce. Al contrario que en ocasiones anteriores, en las que tras semanas de duras palabras y exigencias de cumplimiento de ciertas medidas Rusia había cedido y había aceptado celebrar reuniones del Formato Normandía, esa concesión no se ha producido de momento y Moscú sigue exigiendo como condición previa a una nueva cumbre de jefes de Estado y de Gobierno el cumplimiento íntegro de las tareas que la cumbre de 2019 encomendó a Kiev. Pero ni eso ni la actual histeria sobre una inminente invasión rusa han impedido al Gobierno de Ucrania seguir exigiendo.

Tratando de obtener cierto rédito político a las constantes amenazas contra Rusia que se han escuchado estas semanas en la prensa y en boca de figuras políticas de importancia -que han amenazado a Rusia con paralizar el Nord Stream-2, desconectar al país del sistema de pago internacional SWIFT o con sanciones económicas que equivaldrían al aislamiento internacional en caso de una invasión que todos saben que no se producirá-, Zelensky intenta nuevamente redirigir el proceso de resolución del conflicto en Donbass a un plano Rusia-Ucrania. Su último intento de reunirse con Vladimir Putin para tratar la cuestión de Donbass no es más que la reafirmación de la negativa ucraniana a negociar con Donetsk y Lugansk y la preferencia a tratar directamente con Rusia, posiblemente más proclive a concesiones políticas que Donbass, el territorio en riesgo de regresar a Ucrania con cuestionables garantías, no realizaría.

En ello, pese a las declaraciones de Biden de que enviar tropas estadounidenses en caso de guerra no está sobre la mesa (así de seguro está Estados Unidos de que no habrá una guerra ruso-ucraniana), el presidente Zelensky es consciente de que cuenta con el completo apoyo político y diplomático de Washington, de quien ha recibido esta semana una llamada para garantizar la “coordinación”. Una reafirmación de la alianza Washington-Kiev que, en este contexto, se asemeja más a una relación en la que el superior da órdenes a un subordinado.

Así lo recogía ayer Antifashist:

El 9 de diciembre, a última hora de la tarde, el presidente de Ucrania Volodymyr Zelensky y el presidente estadounidense Joe Biden mantuvieron una conversación en la que las partes coordinaron sus posturas para resolver la situación en Donbass. Así lo comunicó la web de la presidencia de Ucrania. Zelensky agradeció a Biden su “consistente y firme apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania” y “su firme determinación de encontrar vías de paz en Donbass”.

“Las partes coordinaron sus posturas sobre los siguientes pasos en esta dirección. Volodymyr Zelensky insistió en que tenemos claras propuestas para desbloquear el proceso de paz y estamos dispuestos a discutirlas en diferentes formatos”, afirma el comunicado.

En la hora y media de conversación, los jefes de Estado discutieron los detalles de las actuales formas de apoyo político, económico y de seguridad para Ucrania para contrarrestar la “agresión rusa”. “El presidente de Estados Unidos me informó del contenido de sus conversaciones con Vladimir Putin. También discutimos posibles formatos para la resolución del conflicto en Donbass. Tocamos el tema del curso de las reformas internas en Ucrania”, afirmó Zelensky en Twitter.

El jefe de la Oficina del Presidente, Andriy Ermak, afirmó en una aparición en los medios que “durante la conversación, Biden le dijo a Zelensky: Creo que harás lo que nadie ha hecho en Ucrania. Tengo una relación especial con tu país, lo amo y respeto mucho y creo en su éxito”. Según Ermak, el líder de la Casa Blanca también insistió en que solo Ucrania y los miembros de la OTAN pueden decidir quién se une al bloque y reconoció que, sin la seguridad de Ucrania no puede haber seguridad en Europa [Una ambigua forma de dar a entender a Zelensky que hay una vía de Ucrania a la OTAN apenas unas horas de dar a entender a Rusia que ese camino se retrasará unos años-Ed].

El jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania también afirmó que Estados Unidos ha acordado ser un participante activo en la resolución pacífica a la guerra en Ucrania de la forma que se decida y existe la opción de que sea en paralelo al Formato Normandía. “Creo que la semana que viene habrá una reunión del presidente Zelensky con el presidente Macron y el canciller alemán en Bruselas y creo que continuará el trabajo para que se celebre una cumbre del formato Normandía. Pero Estados Unidos ha decidido ser un participante más activo en el proceso”, afirmó Ermak, que también apuntó que Biden garantizó la posibilidad de sanciones sin precedentes contra Rusia y prometió toda la asistencia necesaria a Kiev en caso de escalada militar del conflicto en Donbass.

Marginado ya por la negativa de Ucrania a negociar cuestión política alguna con Donetsk y Lugansk el único formato en el que la otra parte de la guerra tiene voz, el formato de Minsk, Kiev ha dejado de confiar también en su hasta ahora favorito, el de Normandía, y aunque sigue exigiendo su celebración, busca una mayor implicación de su principal aliado, Estados Unidos, en el que confía en que presionará a Rusia para conseguir de Moscú la rendición política de Donetsk y Lugansk.