El objetivo de hacer daño

El intento ucraniano de combinar un discurso triunfalista resaltando cualquier victoria militar real o imaginaria, presente o futura, y un victimismo extremo en busca de más armas de sus socios continúa. Apenas unos días después de alegar que Ucrania estaba a punto de liberar Severodonetsk y calificarla de la nueva Mariupol, el presidente ucraniano volvió a insistir ayer en que Ucrania no puede competir con Rusia. Eso sí, lo hace en un contexto de constantes anuncios de ofensiva y un discurso de victoria militar garantizada.

El desarrollo de la batalla ha dejado claro que Ucrania no tiene la capacidad militar para recuperar los territorios perdidos en 2014. Kiev perdió Donbass militarmente en aquel verano y políticamente con su actuación en los últimos ocho años. Es cuestionable que Ucrania pueda ser capaz de recuperar, por la vía militar, los territorios perdidos desde el 24 de febrero. Ese es ahora su objetivo, tanto con las ofensivas -suicidas por el momento- en diferentes zonas como con el victimismo que afirma que, para derrotar a Rusia, Ucrania necesitaría diez veces más personal y diez veces más equipamiento. Es lo que alegó ayer Volodymyr Zelensky apenas unas horas después de afirmar que no habrá tablas con Rusia, lo que implica guerra hasta la derrota militar final de una de las partes.

A la espera de más armas, más dinero y más munición, puede que Ucrania no sea capaz de capturar Donetsk, Jerson o Mariupol, pero mantiene intacta su capacidad de hacer daño. Así lo está demostrando a diario a la población de la capital de la RPD.

Artículo Original: DonRF

Daños en la subestación eléctrica de Smolyanka en Donetsk. Cubierta por la artillería ucraniana. Ayer: “10 personas murieron y 17 resultaron heridas en la RPD en las últimas 24 horas a consecuencia de los bombardeos de las Fuerzas Armadas de Ucrania – Cuartel general de la defensa territorial de la República Popular de Donetsk”. Una vez más, además de las armas habituales, trabajaron los howitzers de calibre de 155mm franceses. Nuestras tropas han ocupado Svyatogorsk, algo que ha confirmado también el enemigo. Se ha ocupado prácticamente toda la ciudad, aunque la batalla persiste en las afueras. Las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa están evacuando a la población civil.

En el sur, hay batallas e intentos de avanzar por parte del enemigo en dirección a Jerson. Pero se están atascando. Lo mismo ocurre en Severodonetsk: el enemigo ha sido rechazado, pero continúa manteniendo el control en la zona industrial de la ciudad.

Pero aunque han recibido armas, no están avanzando. ¿Por qué? ¿No tienen suficientes armas? No, no les faltan. Tienen más de cien cañones de 155mm de la OTAN, hasta 300 tanques T-72, aeronaves y piezas de repuesto. Y mucho más. Se han creado reservas con ello. Y sistemas de lanzacohetes múltiples, que son peligrosos en su versión con munición de largo alcance, no solo para el territorio de la Federación Rusa. En otras palabras, no tienen por qué esperar [a la llegada de más armas occidentales], pero tampoco hay ofensiva. ¿O la hay? Si miramos de cerca, sí la hay.

En primer lugar, en el sur. Primero hubo un intento de irrumpir hacia Novaya Kajovka y ahora hacia Jerson, que llevan ya dos semanas. Esos intentos son duros, aunque sin éxito. Los motivos son evidentes, ya que es mucho más difícil atacar que defender. Y sin la ventaja del dominio en el aire, las bajas serán elevadas. Y lo son.

La segunda dirección es el norte de la región de Járkov. Allí, tras haber avanzado contra pequeños grupos de reclutas de Donbass y la Rossgvardia, chocaron con una defensa correctamente organizada y fueron rechazados. Pero la batalla continúa allí y el enemigo, usando masivamente la artillería, intenta avanzar dándose con la cabeza contra la pared.

La tercera zona es Severodonetsk. Para mí, lo que ocurre allí es un misterio. Considero a los ucranianos enemigos, pero no idiotas. Intentar atacar edificios con poca logística y trasladar nuevas unidades a un semicerco es raro. No es que esté en contra, hay que alegrarse de que hagan estupideces. No es algo malo.

Hay una cuarta dirección: Donetsk, la misma con la que empecé. La ofensiva es pura artillería, al estilo ISIS. Es decir, sin objetivos militares sino lugares en los que no hay más que civiles, pero da igual. Así que la ofensiva de los militantes está en pleno apogeo y llena de éxitos: se cuentan las víctimas, un número con muchos ceros. El resultado siempre es el mismo: ninguno. Ese es el juego. Es lo más molesto, el resultado más despreciable: ninguno en absoluto.

Pero va más allá que Donetsk. A falta de nuevos cañones, usarán su artillería y matarán a cientos de residentes de Donbass, destruirán muchas viviendas y acabarán con las infraestructuras. Son capaces de hacerlo. No es fácil atacar, pero para matar no hay problema. No quiero repetirme con respecto a nuestra respuesta, pero es verdad: la estrategia de destruir recursos humanos y equipamiento no funciona, solo funciona la destrucción de los centros de control. Sería difícil disparar contra Donbass sabiendo que la respuesta volará sobre tu familia. Pero eso no va a pasar.

Hay que decir algo: esta es una guerra extraña y ha comenzado una contraofensiva al estilo ISIS. No podía ser de otra manera, nuestra desgracia rusa es idealizar al enemigo. Así que quieren negociar, porque así hay menos riesgo de matar civiles, es más fácil y más agradable. Más agradable para el enemigo.

No quiero escribir si zrada o peremoga [derrota o victoria en ucraniano]. El fracaso de sus contraataques no quiere decir que todo vaya mal para ellos. Tienen suficientes fuerzas para defenderse y suficiente artillería para demoler Donbass. Y nada de esto quiere decir que todo esté controlado, tenemos suficientes problemas en nuestro lado.