El fulminante cese -por medio de una votación en el Parlamento- de la defensora del pueblo Lyudmila Denisova ha supuesto algunos cambios relevantes. Denisova se había dado a conocer por sus constantes y alocadas acusaciones contra Rusia. Han sido especialmente notorias sus acusaciones de violaciones masivas, violaciones de niños e incluso bebés, casos que no han podido comprobarse y que, a juzgar por las declaraciones de Denisova, solo buscaban notoriedad. Ayer, la ya exdefensora del pueblo de Ucrania afirmó que, con sus historias, buscaba facilitar que se tomaran las decisiones que Ucrania necesitaba que se tomaran. El fin justifica los medios y la necesidad ucraniana de obtener armas extranjeras justifica estas historias, noticias falsas que han resultado ser excesivas incluso para la Oficina del Presidente.
Uno de los cambios tras el cese de Denisova ha sido la reanudación del proceso de intercambios entre Rusia y Ucrania. La semana pasada se informaba de un intercambio de 160 cadáveres de soldados fallecidos, un proceso que se repitió ayer y que recuerda que, en esta guerra, desde su comienzo en 2014, la comunicación entre los militares a uno y otro lado del frente siempre ha sido más fluida que entre sus homólogos políticos. Sin embargo, estos pequeños cambios y tendencias positivas en el ámbito de las relaciones militares y el cumplimiento de las normas de la guerra no tienen por qué trasladarse al ámbito político, en el que las relaciones son mucho más complicadas. Es incluso cuestionable que estos contactos vayan a suponer un cambio en la situación de los prisioneros de guerra, en primer lugar por el fuerte desequilibrio en términos numéricos. Mientras algunas fuentes ucranianas hablaban la semana pasada de unos 200 prisioneros de guerra rusos en manos de Ucrania, Sergey Shoigu mencionó el martes que se han entregado a las fuerzas rusas y de las Repúblicas Populares más de 6.000 soldados ucranianos.
Pequeños intercambios
Artículo Original: Colonel Cassad
Se dice que en la región de Zaporozhie se ha producido otro intercambio de cuerpos de soldados caídos. Se han intercambiado 50 cuerpos cada bando. Algunos de los intercambiados por nuestro bando son soldados muertos en Mariupol y en Azovstal. No se ha especificado dónde murieron los soldados entregados por Ucrania.
Me gustaría llamar la atención al hecho de que los intercambios de cadáveres no se habían realizado durante mucho tiempo, como ya habíamos escrito repetidamente. Quien supervisaba los intercambios de cadáveres, así como de prisioneros, era, entre otras personas, Lyudmyla Denisova, la defensora del pueblo que se inventó historias sobre niños violados con una cuchara, mentiras por las que fue expulsada de la Gestapo por crueldad y por haber desacreditado completamente el tema de la “violaciones masivas en Ucrania”.
Después de que el Directorio Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa tomara el control del proceso de intercambios, se activó inmediatamente el procedimiento para intercambiar cadáveres, ya que se pueden negociar de forma rápida a través de los canales militares sin necesidad de hacer mucho ruido. Las negociaciones sobre la cuestión de los intercambios de prisioneros de guerra también se están produciendo según esos mismos canales.
Además de intercambios de cadáveres, también se han producido contactos menos publicitados y pequeños intercambios que han aplicado a los vivos el mismo esquema que a los muertos.
En cuanto a los intercambios de prisioneros, mi postura es simple: si un prisionero de guerra no ha cometido crímenes de guerra, es muy posible y necesario que sea intercambiado por prisioneros de guerra de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa y los ejércitos de la RPD y la RPL. Disponemos de un mucho mayor fondo de intercambio [número de prisioneros de guerra] y debemos usarlo. También es una forma de presión: queremos intercambiar solo a quienes no se entregaron en Azovstal. Los criminales de guerra deben ser condenados según las leyes de la RPD y serán condenados, pero los prisioneros de guerra comunes serán intercambiados o esperarán al final de la guerra en cautividad. Podría ser que no se quedaran simplemente sentados en las celdas sino que participaran en la reconstrucción de los territorios destruidos de la RPD y la RPL.
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