Formas de engañar

Artículo Original: Antifashist

Desde 2015, en Donbass está en vigor el alto el fuego y está presente la misión de monitorización de la OSCE, que vigila su cumplimiento. Además, para garantizar la tregua e impedir que las cabezas calientes usen armamento pesado, se acordó por separado la retirada de artillería del frente.

Sin embargo, en estos siete años, los bombardeos del territorio de Donbass no se han detenido y no hay semana que pase sin uso de armamento de gran calibre. A menudo se pueden escuchar acusaciones contra la OSCE, que no monitoriza estrictamente las violaciones del lado ucraniano. A lo largo de los años, las tropas ucranianas han buscado formas tanto de engañar a los observadores como vacíos formales en el texto de los acuerdos. Con su ayuda, intentan ocultar que han abierto fuego o justificar sus infracciones.

Los acuerdos de Minsk fueron escritos teniendo en cuenta la nomenclatura de armas soviéticas usadas en la guerra en Donbass en el momento de la firma. Así que todas las referencias a la retirada de artillería de un calibre determinado se rigen por los estándares soviéticos. Por ejemplo, había que retirar del frente los morteros a partir de 82 mm. Por supuesto, el espíritu de los acuerdos implicaba que se trataba del mortero en general y no solo los de ese calibre y más allá. Simplemente no había otros calibres en la zona de conflicto en ese momento. Sin embargo, el Ejército Ucraniano comenzó a adquirir y usar activamente morteros de 60 mm. Naturalmente, esos sistemas no tienen ninguna ventaja militar sobre los de 82 mm (de ahí que el ejército soviético dejara de usar los equivalentes). La única ventaja es que esas armas formalmente cumplen con los acuerdos de Minsk y pueden ser legalmente acercadas a la línea del frente.

Otro conocido método de engaño ha sido fijar proyectiles de 82mm en lanzagranadas RPG-7 por medio de sencillos adaptadores, cuya producción fue establecida en Ucrania. Los acuerdos de Minsk limitan el calibre de las armas y los disparos de RPG-7 están prohibidos. Formalmente, los acuerdos no especifican los tipos de munición, así que, según la versión ucraniana, si se lanza un proyectil de mortero con un lanzagranadas, todo es legal según las “normas de Minsk”.

Otra forma, esta no vinculada a la letra de los acuerdos, pero sí al sistema de registro de las infracciones por parte de los observadores, es usar drones de ataque. Los observadores de la OSCE registran el sonido de los disparos y las explosiones. Y utilizando incluso los adaptadores más primitivos con una granada, no hay disparo. La consecuencia es que los observadores pueden, como máximo, registrar la explosión de una granada en un lugar concreto. Y el lado ucraniano apuntará que no ha habido disparo alguno desde las posiciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania o incluso que la granada no podría haber llegado hasta el lugar de la explosión. Así que parece que no hay infracción a la tregua, aunque las redes sociales ucranianas estén llenas de vídeos de ataques de drones y se jacten de la muerte de oponentes. Otra ventaja adicional para Ucrania es que esos artefactos y suministro de granadas son transportados en el maletero de un coche, así que puede hacerse incluso a ojos de los observadores, sin que sospechen y tengan que controlar el movimiento de armas.

La forma más común y extendida de infringir los acuerdos de Minsk es muy simple y banal. Las horas de trabajo y las rutas de los observadores de la OSCE son conocidas y limitadas. Así que, tras esperar a que se acabe la jornada laboral de la OSCE, se puede usar todo tipo de armamento. Especialmente de noche. En el peor de los casos, las cámaras de visión nocturna de la OSCE mostrarán estallidos y trazadas y el informe dirá que alguien ha disparado en alguna parte, pero es imposible determinar quién y dónde. Es más, la localización de las cámaras de vigilancia es bien conocida. Así que gran parte de los bombardeos del territorio de Donbass se producen cuando cae la noche y finalizan antes de las siete de la mañana.

Esta lista de formas que las tropas ucranianas utilizan para hacer la guerra sin parecer agresivos frente a sus acreedores occidentales y engañar a su propia población está lejos de ser completa. Sin embargo, solo se puede engañar a quienes están dispuestos a ser engañados por estos métodos.