Victorias para la propaganda

Tras meses de trabajo y constante insistencia, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky obtuvo finalmente su reunión con Joe Biden en la Casa Blanca en un viaje a Estados Unidos que ha querido decorar con todo tipo de visitas, pero en el que ha conseguido resultados limitados. Ucrania obtuvo del Secretario de Defensa buenas palabras sobre el posible acceso del país a la OTAN, pero ningún avance sobre la persistente exigencia de Kiev de obtener el plan de acceso a la alianza, con lo que las declaraciones quedan en buenos deseos que Zelensky únicamente puede utilizar como propaganda para su público.

Sin grandes resultados, quizá lo más relevante de la visita de Zelensky sean los temas que su Gobierno está resaltando como principales victorias. Las declaraciones del líder de la diplomacia ucraniana dejan ver dos temas principales: la idea del inquebrantable apoyo de Estados Unidos a Ucrania y la entrega de más armamento al Ejército Ucraniano, aspectos que difícilmente pueden considerarse una victoria.

Así lo reflejaba ayer Antifashist:

El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, anunció las promesas del presidente estadounidense Joe Biden al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. El ministro afirmó que el líder de la Casa Blanca prometió al líder ucraniano no dejar sola a Ucrania frente a Rusia.

La principal garantía fue que el presidente Biden claramente indicó que Ucrania nunca jamás estará sola frente a Rusia y que disfrutará de apoyo completo, un apoyo que crecerá en caso de escalada por parte de Rusia”, afirmó en una aparición en el canal ICTV.

En referencia a los planes de entrega de asistencia militar de Washington a Kiev que el presidente ucraniano y el estadounidense acordaron durante su reunión en Estados Unidos, Kuleba lo calificó de una “señal” para Rusia.

“El hecho de que fuera durante la visita a Estados Unidos cuando se designa la entrega de ayuda militar a Ucrania antes de finalizar el año es también una señal para Rusia”, afirmó.

El ministro añadió que los socios de Estados Unidos confirmaron a la delegación ucraniana en privado que también consideran el aumento del apoyo militar a Ucrania como “la mejor señal” para Moscú.

Según el líder de la diplomacia ucraniana, “Rusia está preocupada por todo lo que hace a Ucrania más fuerte”. Kuleba opina también que los resultados de la reunión entre Zelensky y Biden “han reforzado” a Kiev.

Pese al intento de Kuleba de presentar los hechos como garantías o victorias de Ucrania contra la agresión rusa, los dos temas subrayados no denotan más que la continuidad de una política que se inició hace siete años y que ha contribuido al bloqueo absoluto de la situación. En primer lugar, por su posición y utilidad como herramienta contra Rusia, es obvio que Estados Unidos seguirá apoyando a Ucrania, especialmente en su enfrentamiento -diplomático, no militar- con Rusia. En segundo lugar, con un escenario de guerra de trincheras sin avances ni grandes batallas desde 2015, la entrega de asistencia militar a Ucrania es un buen elemento de propaganda, pero difícilmente va a cambiar la situación en el frente. Prueba de ello es la ausencia de cambios tras la entrega de misiles antitanque Javelin, por los que Ucrania había rogado durante años. Sin embargo, ambas ideas son válidas a la hora de presentar una visita con resultados mediocres como un paso adelante.