Artículo Original: Antifashist
El escándalo de Chernigov, donde miembros del batallón punitivo Azov ataron a un poste un hombre indefenso, lo vejaron y lo humillaron colgándole en el pecho un cartel en el que ponía “vatnik” sigue siendo el tema más comentado en las redes sociales ucranianas.
Se ha mostrado duramente en contra del linchamiento el vicealcalde de Chernigov y la gran mayoría de ciudadanos también exigen que sean castigados los miembros de Azov que han condenado al país a la anarquía. Sin embargo, el miembro del batallón Azov Alexander Tarnavsky, que emitió el espantoso vídeo de la tortura en la red y que se jactó de sus fotos, ahora afirma que el apoyo del que disfruta el grupo es mucho más amplio de lo que se piensa. Como evidencia de que los nacionalistas son los que están en lo cierto, Tarnavsky publicó un comentario de una residente de Chernigov, Tatyana Makarenko.
La joven abuela que viste con camisas bordadas tradicionales ucranianas y con nombre de profesora, se congratula de que su nieta recién nacida sepa hacer el saludo nazi y afirma que “es mejor ser Nazi que vatnik”.
“Tengo una nieta de nueve meses que también hace el saludo Nazi. Evidentemente, no lo hace conscientemente. Es mejor crecer Nazi que vatnik, me gusta más el saludo Nazi que la gloria del PCUS”, escribió esta abuela nacionalista de un país en el que no existe el fascismo.
Para que la salga una Nazi verdadera, le falta enseñarle a odiar a los niños de otras nacionalidades, hacer una lámpara con piel humana o a utilizar la grasa humana para hacer jabón como hacían los Nazis. “En estos momentos no puedo evitar desear que siguiera existiendo la psiquiatría punitiva. Espero que la nieta se parezca en absoluto a su abuela”, comentaba, indignado, un usuario ucraniano en la red.
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