Más sanciones

Como ya habían anunciado hace unos días, la Unión Europea pretende conmemorar el primer aniversario del inicio de la intervención militar rusa con un golpe de autoridad. Además de los diferentes actos de condena y propaganda de un discurso que en este año ha logrado poner a la UE cada vez más a merced de los intereses de Estados Unidos, Úrsula von der Leyen anunció que habrá un nuevo paquete de sanciones. Sin la participación de Naciones Unidas, toda sanción impuesta por Washington, Londres o Bruselas es un ejemplo de sanción unilateral a la que no tienen por qué unirse terceros países. Solo el riesgo de sanciones secundarias y el temor de caer en esas sanciones obliga a empresas y estados a aceptar unas sanciones que en su formato actual son ilegales.

La pérdida de poder del bloque occidental se ha manifestado en este año en la negativa de cada vez más países a someterse a la voluntad de Estados Unidos y la Unión Europea, por lo que las sanciones no han supuesto para Rusia el devastador efecto al que aspiraban sus oponentes. Negando el fracaso de las sanciones, el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, comparó esta herramienta de guerra económica con “veneno a base de arsénico” que tarda en actuar pero cuyos efectos a largo plazo son “irreversibles”. Sin embargo, el contenido de las anticipadas nuevas sanciones muestra que son escasos ya los sectores económicos que no han sido sancionados. En alguno de los casos, los contenidos de las nuevas sanciones muestran también la impotencia de la Unión Europea en su guerra económica contra Moscú.

Artículo Original: Colonel Cassad

Los embajadores de los países de la Unión Europea han conocido la lista de 146 páginas de bienes cuya exportación a Rusia puede quedar prohibida según el décimo paquete de sanciones. Como habían prometido anteriormente las autoridades europeas, entra en esa lista todo equipamiento que puede ser utilizado como arma. Entre esos productos se encuentran los inodoros, bidets, cisternas y otros elementos de fontanería según ha podido saber EUObserver.

La lista de sanciones también incluirá el hilo de coser, bombillas LED, los montacargas, organizadores de correspondencia, chimeneas, ladrillos, neumáticos y tinta para bolígrafos. Además, puede quedar limitado el suministro de equipamiento antidisturbios, por ejemplo, cañones de agua o armas táser. Al mismo tiempo, según apunta EUObserver, aparentemente no se impondrán sanciones contra las industrias de los diamantes [protegida por los lucrativos intereses de países como Bélgica, que tienen mucho que perder en caso de sanciones contra Rusia-Ed] y la nuclear.

El medio europeo confirmó la información publicada por otras fuentes sobre las sanciones. Pueden quedar sancionadas empresas iraníes, 130 empresas rusas, entre ellas Alfa-Bank, Tinkoff-Bank y Rosbank. Según EUObserver, se impondrán también restricciones contra RT Arabic y Sputnik Arabic.

Bruselas pretende anunciar el décimo paquete de sanciones contra Rusia en el aniversario de la entrada de las tropas rusas en Ucrania. Como ya afirmó la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, este nuevo paquete supondrá unas restricciones de exportaciones rusas por valor de 10.000 millones de euros. Según Político, los embajadores de los países de la Unión Europea no han logrado de momento acordar ese décimo paquete de sanciones contra Rusia. Se rumorea que una de las cuestiones problemáticas sigue siendo la restricción del caucho producido en Rusia.

Como respuesta, las autoridades federales presentarán un programa de objetivos de organización de importaciones paralelas. Si esto es en serio, la apariencia de las sanciones claramente muestra que las ideas de nuevas sanciones se están acabando y que, a medida que se introduzcan nuevos paquetes, seguirán haciéndose más ridículos.