Con orgullo

Artículo Original: Alexander Grishin / Komsomolskaya Pravda

El conocido medio occidental The Economist está extendiendo los rayos de gloria y grandeza de Volodymyr Zelensky y el país que le rodea, reconociendo a Ucrania como país del año. “¡Somos el número uno del mundo! ¡Ucrania es imbatible!”, se jactaban con orgullo los políticos ucranianos, a los que no les da vergüenza alguna el hecho de que el consejo editorial de la revista haya dado este título honorífico a un país que en el periodo descrito ha logrado el gran logro de desarrollo de prácticamente acabar consigo mismo. Estas palabras en el actual periodismo parecen una burla teniendo en cuenta la actual realidad.

Pero hay que reconocer que Ucrania se ha transformado recientemente. Ya no es alguien que mendiga con llantos por unas migajas a quienes pasan a su alrededor. Sigue mendigando, pero ahora lo hace con orgullo y ya no espera, sino que exige. El actual presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, ha descrito y detallado a sus aliados extranjeros qué tienen que entregar a Kiev. El Reino Unido y Noruega tienen que suministrar defensas aéreas y munición para ellas (proyectiles y misiles). A los Países Bajos se asigna el suministro de tanques, misiles Harpoon, y proyectiles de artillería de los calibres de la OTAN. Suecia también tiene su lista de exigencias: obuses autopropulsados Archer, sistemas antiaéreos RBS-98 y aeronaves Gripen. Lituania tiene que enviar NASAMS y Stingers. Dinamarca está obligada a suministrar a Ucrania CAERSARs autopropulsados. Y Finlandia (¡incluso Finlandia!) tiene que enviar a Kiev proyectiles de 122 y 152 milímetros, equipamiento de guerra electrónica y sistemas de lanzacohetes múltiples.

También están Alemania, Francia y Estados Unidos, pero esas son las vacas sagradas. Zelensky aún no se atreve a lanzarles un golpe de tal manera que sientan que le deben la vida. Es más, ya sabe que seguirán suministrándole armas hasta el último ucraniano.

Mientras tanto, en un telemaratón nacional, el ministro de Defensa de Ucrania, Alexey Reznikov, descifró las palabras del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valery Zaluzhny, que en una entrevista con el mismo medio que ha calificado a Ucrania de país del año, The Economist, afirmó que necesitaba, por lo menos, 300 tanques occidentales modernos, 700 vehículos de infantería y 500 obuses. “Afirmó que «en general, puedo ganar la guerra». Y de forma separada habló de las cifras que necesita para una operación específica. Esta es una victoria en una operación específica”, explicó Reznikov, que añadió que el comandante en jefe hablaba del número de armas para una operación específica, no para la victoria completa contra el enemigo. Gracias por la explicación. Así que resulta que Zaluzhny pretende quemar todo ese equipamiento en una sola operación. ¿Cuánto necesitará en total? ¿Y cuántos ucranianos necesitará? ¿Habrá escuchado Occidente esas revelaciones de Kiev?

Reznikov no mencionó cuántas armas occidentales necesitaría Ucrania para una victoria completa. Es probable que no haya tantas armas en Occidente, aunque todos se queden sin nada, ni siquiera chalecos antibalas o pantalones con los que cubrirse. Es más fácil con el dinero: se puede imprimir toda la moneda que se quiera, pero las armas requieren de producción. Y construir un tanque o un obús moderno no es como afilar un palo con un cuchillo.

Occidente no sabe dónde se ha metido. No son capaces de ver que Ucrania les va a exprimir hasta que no haya más jugo o hasta que ella misma muera en el proceso. Especialmente si se dedican a hacer de Ucrania el número uno. Sería más sencillo y más rentable dejar atrás a Ucrania que alimentarla satisfaciendo esos “deseos, demandas y exigencias”. No se darán por vencidos.