Sobre la movilización

Ayer por la mañana, medio día después de lo esperado, el presidente ruso Vladimir Putin se dirigió a la nación para anunciar los cambios en la operación militar rusa en Ucrania. Como posteriormente detalló el ministro de Defensa Sergey Shoigu, las necesidades militares obligan a Rusia a aumentar su contingente en Donbass y en Ucrania. Frente a la especulación sobre si Putin decretaría la movilización total o incluso la ley marcial, el presidente ruso anunció únicamente una movilización parcial con la que Moscú reclutará a 300.000 efectivos entre los reservistas con preparación militar previa e incluso con experiencia en combate. La decisión, ampliamente condenada por Ucrania y sus socios, cuenta con implicaciones políticas y militares tanto a corto como a medio plazo.

La difícil situación en el frente, que ha provocado esta decisión, que Moscú había querido evitar a toda costa, obliga a prestar especial atención a la cuestión militar. La movilización es también un signo de que la guerra se ha alargado más allá de lo previsto, lo que implica de facto aceptar que los objetivos de la operación militar especial no solo no se han cumplido sino que, en las condiciones actuales, no iban a cumplirse. Con esta decisión, Rusia presenta la superioridad numérica ucraniana como causa de las dificultades militares, por lo que busca compensar esa carencia con personas ya experimentadas que recibirán instrucción militar antes de ser enviadas al frente. La movilización es un mensaje al contingente ruso y republicano en Donbass y en los territorios ucranianos bajo control ruso. La ayuda está de camino, pero su llegada no será, de ninguna manera, inminente.

Artículo Original: Colonel Cassad

La decisión de la movilización parcial es el reconocimiento de que los métodos puramente voluntarios de reclutamiento no van a conseguir el tamaño deseado de la agrupación de las Fuerzas Armadas en Ucrania ni la “profundidad operativa” necesaria.

Integrar esa gran cantidad de reclutas en la actual composición de la agrupación de las tropas en Ucrania requerirá tiempo de preparación y coordinación del nuevo personal, por lo que no habrá un rápido aumento de efectivos sobre el terreno. El proceso será progresivo y se producirá a lo largo del otoño e invierno. Se puede esperar que en la segunda parte del invierno y principios de la primavera de 2023, la agrupación de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa superará en número al oponente, lo que facilitará posibles acciones ofensivas.

Mientras mantiene la superioridad numérica en cuanto a los efectivos disponibles a causa da la movilización que ya ha realizado, el oponente tratará de implementar en este tiempo diferentes operaciones ofensivas dirigidas a impedir los referendos, así como a mejorar sus posiciones antes de pasar a una estrategia defensiva.

Obviamente, la guerra en Ucrania no se va a detener y estamos a la espera de la campaña de invierno 2022-2023 y las campañas de la primavera y el verano de 2023. Es probable que el riesgo de confrontación nuclear entre Rusia y Estados Unidos siga aumentando. Sin embargo, incluso antes del inicio de la intervención rusa en Ucrania, escribí más de una vez que, tras la destrucción de las normas del actual orden internacional, las nuevas normas tendrán que desarrollarse cuando las partes hayan llegado a la línea roja y les quede solamente una simple elección: el compromiso sobre nuevos parámetros o guerra nuclear. Así que tengo pocas dudas de que habrá un remake de la crisis de los misiles del Caribe. En qué forma y con qué final es una cuestión interesante.