¿A quién benefician las sanciones?

Artículo Original: Colonel Cassad

La Unión Europea intentará oficialmente obtener 290.000 millones de dólares de Rusia por otorgar preferencia a sus productos por medio de una política de sustitución de importaciones como respuesta a las sanciones occidentales, lo que, alegan, viola las normas de la Organización Mundial del Comercio.

La Unión Europea ha enviado una apelación a la Organización Mundial del Comercio (OMC) exigiendo recuperar 290.000 millones de dólares de Rusia por “discriminación” de los productos europeos por medio de políticas de sustitución de importaciones. “En 2019, el valor de las licitaciones públicas de las empresas de propiedad estatal rusa ascendió a 23,5 billones de rublos, aproximadamente 290.000 millones de dólares, el equivalente al 20% del PIB ruso”, afirmó la OMC. La Unión Europea apunta que, durante varios años, Rusia ha desarrollado medidas que seriamente infringen los intereses de las empresas de la UE cuando venden sus bienes y servicios a compañías de propiedad estatal rusa y otras organizaciones por medio de compras comerciales.

La Unión Europea ha apelado a Rusia levantar las restricciones o hacer que cumplan la regulación de la OMC. Por el contrario, Moscú opina que cumple con sus obligaciones hacia la Organización. El miércoles, Katherine Tai, representante de Comercio de Estados Unidos, afirmó que las autoridades estadounidenses ven la sustitución de importaciones y las preferencias para los bienes y servicios de producción nacional rusa como una infracción a las reglas de la OMC y trabajará en busca de medidas en su contra en la organización. El principal argumento del bando estadounidense se debe a que, en su opinión, Rusia da preferencia a los bienes y servicios de su producción, implementa una política de sustitución de importaciones en el sector de la tecnología, mantiene unas restricciones a la importación “injustificadas” en el sector agrícola, extiende el control del Estado sobre la economía y endurece las restricciones al comercio.

–Vzglyad

Por supuesto, cuando la UE impuso sanciones a la Federación Rusa y de esa forma garantizó preferencias adicionales a sus bienes y servicios, no se consideró una violación de las normas de la OMC desde el punto de vista europeo. Aquí veo algo, pero allí no. Evidentemente, mientras haya sanciones occidentales contra Rusia, la política de sustitución de importaciones seguirá en vigor. Parece improbable que Rusia vaya a pagar nada por este motivo, ya que es más fácil retirarse de la OMC, especialmente teniendo en cuenta que hace ya varios años que los oficiales rusos advirtieron que no había ningún beneficio especial en ser miembro de la Organización. En este caso, no es difícil ver cómo se está intentando usar a la OMC como herramienta de la actual guerra fría. En su actual forma, la OMC es uno de los mecanismos del orden mundial de Washington. En el curso de la actual transformación, o cambiará significativamente su papel o será eliminado, dando lugar a otros mecanismos.

Hay que apuntar que, pese a la ironía de los constantes fracasos de la sustitución de importaciones, en siete años Europa se siente discriminada por un valor de 290.000 dólares. Y recuerden cómo dijeron que “las sanciones harán trizas la economía rusa, pero para la economía europea las contrasanciones rusas son como balas de fogueo contra un elefante”. Resulta que el daño ha sido más que sustancial.

También es preciso comentar el gran éxito de la política de Estados Unidos, que, con ayuda del golpe de estado en Ucrania y sus consecuencias, ha creado una situación en la que Rusia y la Unión Europea se infringen grandes daños económicos a través de sanciones mutuas mientras la dependencia de la UE de Estados Unidos no hace más que aumentar.