Para justificar sus movimientos

En uno de los escasos artículos publicados en un medio occidental que se ha permitido dudar de la intención rusa de invadir Ucrania, Anatol Lieven escribía la semana pasada que “puede que la inteligencia sobre los planes rusos sea exagerada, imaginada o incluso fabricada. Los últimos años han visto una serie de tales temores, que han resultado ser o infundados o advertencias rusas a Ucrania contra un ataque a la región separatista de Donbass de Ucrania, protegida por Rusia”. La completa ausencia de evidencia alguna de movimientos rusos cerca de la frontera, la total falta de incentivos políticos o militares para atacar a Ucrania y la experiencia de la estrategia rusa de los últimos años -basada en la exigencia de cumplimiento de los acuerdos de paz e intento de evitar el escenario militar- hacen ver que ese inminente ataque ruso contra Ucrania no va a producirse.

Pero nada de eso va a disuadir a Washington y a la OTAN, a las que pese a las reticencias iniciales y la certeza de que carece de base alguna Kiev sigue haciendo eco, que continúan insistiendo en una amenaza que saben que no existe y que la utilizan políticamente para crear una determinada agenda y justificar sus propios movimientos militares. Pese a que semanas después de la primera alerta de invasión “inminente” no ha habido movimiento militar ruso alguno -los bombardeos ucranianos contra Donbass, por el contrario, sí continúan-, ese peligro imaginario será el centro de la próxima cumbre de ministros de Exteriores de la OTAN.

Así lo recogía ayer Antifashist:

La Alianza del Atlántico Norte está preocupada por la información sobre la concentración de tropas rusas en la frontera con Ucrania y apela a Rusia a desescalar la situación en la región. Así lo afirmó el secretario general de la OTAN Jeans Stoltenberg tras su reunión con la presidenta de la Comisión Europa Ursula Von der Leyen y el primer ministro letón Arturs Krišjānis Kariņš. 

Expresando su preocupación, el secretario general de la OTAN apuntó que la Alianza continuará apoyando y solidarizándose con Ucrania por medios tanto políticos como prácticos. Stoltenberg afirmó que los ministros de Asuntos Exteriores de los países de la OTAN llegarán hoy a Riga para discutir la unidad de la alianza en este difícil momento y para demostrar la capacidad de cooperación.

“Es importante que podamos contar con una gran cantidad de organizaciones fuertes. Debemos demostrar la capacidad de cooperación y esto queda confirmado por el hecho de que estemos todos juntos aquí”, insistió el secretario general de la OTAN.

Las partes también discutieron al detalle los riesgos a la seguridad regional y cómo Bielorrusia “cínicamente utiliza personas inocentes para presionar a sus vecinos”.

“Reafirmamos nuestra completa solidaridad con Letonia y otros países que están experimentando las consecuencias de tal comportamiento por parte de Bielorrusia”, sentenció Stoltenberg.

Antes, el secretario general de la OTAN había afirmado que no considera “un farol” la concentración de tropas rusas cerca de la frontera con Ucrania y apuntó también que los principios de defensa colectiva de la Alianza no cubren a Ucrania, aunque el bloque apoya al país.

Antes, el secretario general de la OTAN, sin convicción alguna, se había reafirmado, sin ofrecer más evidencia que sus declaraciones, en la amenaza rusa sobre Ucrania. Sin riesgo de enfrentarse a una prensa crítica que ponga en duda unas acusaciones que no pueden probar, la OTAN continúa explotando la “amenaza rusa” en su beneficio. Es de esperar que la reunión de la OTAN explote también la “amenaza” de las maniobras ruso-bielorrusas que Alexander Lukashenko anunció ayer, especialmente teniendo en cuenta las palabras del presidente bielorruso, que afirmó que su país no se mantendría al margen en caso de ataque ucraniano contra Donbass.