Protesta contra la inacción de la OSCE

Artículo Original: Denis Grigoriuk

La actitud de la RPD/RPL ante las actividades de la misión de observación de la OSCE es inequívocamente negativa. En los más de siete años de conflicto armado en Donbass, no he conocido a una sola persona que tuviera una opinión al menos neutral sobre los observadores internacionales. Es más, en los periodos de empeoramiento en el frente, ha habido posiciones radicales. Enfurecidos por la inacción de la OSCE, los residentes de la República recordaron sus responsabilidades a los europeos con ayuda de pintura y latas de espray. Imágenes de gafas aparecieron en las lunas de los vehículos blancos blindados acompañadas de exigencias de registrar los bombardeos ucranianos de las zonas residenciales de la RPD.

Esos actos no tuvieron ningún resultado, lo que a la larga llevó a la modestia. La presencia del personal de la OSCE se ha convertido en algo familiar, que no causa la más mínima esperanza de que las actividades de los observadores internacionales vayan a afectar en absoluto el curso de la guerra.

Pero la OSCE ha continuado su trabajo. Sus informes periódicamente informan de que el Ejército Ucraniano infringe los acuerdos de paz [aunque generalmente solo marcan la dirección desde la que se producen los bombardeos, sin mencionar al culpable en el caso del Ejército Ucraniano-Ed]. Además, fueron los observadores europeos los que fueron testigos de la retirada de equipamiento de la línea de contacto o los intercambios de prisioneros entre las partes el conflicto. En general, todo se había convertido en una rutina y, hasta los últimos días, la presencia de la OSCE en Donbass no había sido especialmente memorable, salvo para los periodistas, que generalmente citan los informes de la misión en sus publicaciones.

Todo cambió tras la captura de un representante de la delegación de Lugansk en el JCCC por parte de las tropas ucranianas. La OSCE volvió a demostrar su incapacidad cuando Kiev abiertamente infringió los acuerdos existentes y básicamente puso fin a las negociaciones. En Lugansk se ha tomado la drástica medida de detener los conflictos existentes con la delegación ucraniana y las autoridades de la República han decidido limitar las actividades de la OSCE hasta que Andrey Kosyak, el capturado representante del JCCC, sea puesto en libertad.

La RPD apoya la decisión de Lugansk. Activistas de diferentes organizaciones se han reunido bajo el hotel Park Inn, donde tiene su base la OSCE. Por tercer día consecutivo, los participantes en la acción no se han marchado. La principal exigencia es que los observadores faciliten la puesta en libertad del representante del JCCC. Gradualmente, los eslóganes han vuelto a los que solían exigirse: registrar todos los bombardeos de las Fuerzas Armadas de Ucrania, no solo el reciente incidente de la captura de un observador.

Hay que admitir que esta no es la manifestación más grande que se ha celebrado en Donetsk contra la OSCE. Ya en ocasiones anteriores la población de Donetsk se había reunido en el centro de la capital de la RPD para apelar al personal de la misión. En esos casos, habían acudido a las manifestaciones miles de personas. Ahora, las medidas restrictivas relacionadas con el coronavirus están en vigor en la RPD, así que son docenas las personas que se manifiestan frente al hotel de la OSCE. Sin embargo, es la primera vez que la manifestación se alarga en el tiempo. Los organizadores han colocado tiendas de campaña para quienes quieran quedarse por la noche. En la más grande, se ha preparado una estufa con leña para calentar la tienda, donde los participantes de la acción pasarán la parte oscura del día.

Además, se ha instalado un micrófono frente a la entrada. Con su ayuda, quien quiera puede manifestar sus exigencias a los observadores internacionales. Los participantes hablan a la audiencia, cuentan historias personales o de sus conocidos de cuando la población civil o su propiedad ha sufrido daños a consecuencia de las acciones agresivas de las Fuerzas Armadas de Ucrania. En el mismo lugar, los organizadores han colgado imágenes mostrando los crímenes de guerra del Ejército Ucraniano.

Mientras me encontraba en el lugar de la acción, el personal de la misión no ha salido a dialogar con los manifestantes. Algún representante se colocaba en la entrada para observar la acción. Hay que decir que los manifestantes no mostraron actitudes agresivas hacia los observadores.

Tampoco hay grandes esperanzas de que la acción vaya a tener resultados positivos en las actividades de la OSCE. Sin embargo, una serie de medios no ha dudado en informar del aparentemente alentador comunicado del representante de la  OSCE Mark Etering, que acudido a Lugansk invitado por las autoridades de la República. En la reunión, el representante europeo afirmó que la misión hará todos los esfuerzos “para estudiar las circunstancias del incidente”. Como pueden adivinar, esas declaraciones no suponen ningún resultado real. Al menos podría favorecer la puesta en libertad, en algún momento, de Kosyak.

Sin embargo, después de las garantías de Etering, se recibió un comunicado de la OSCE: “Debido a preocupación por nuestra seguridad y a nuestras normas de seguridad, hemos suspendido nuestras actividades” [no queda claro si se trata de Donetsk o de Donbass en general], afirmó el jefe de la misión de la OSCE en Ucrania, Yashar Halit Çevik.

No está claro en base a qué los observadores han tomado esa decisión, porque, repito, no ha habido actitudes agresivas de los participantes en los actos frente al Park Inn. Lo que está claro es que, de esta forma, la OSCE ha mostrado su postura, que puede interpretarse de la siguiente manera: no está sobre la mesa presionar a Ucrania para poner en libertad al representante de Lugansk en el JCCC.

Al contrario, los juegos políticos continuarán y mientas Kosyak se encuentre en cautividad, lo más probable es que Ucrania condene al ciudadano de la República y lo entregue a la RPL en el próximo intercambio de prisioneros junto al resto de detenidos que forman el llamado fondo de intercambio. Este proceso también será imparcialmente monitorizado por el personal de la OSCE que, por supuesto, estará presente durante la entrega de los detenidos.