El último peligro: las elecciones

La celebración de elecciones legislativas en Rusia y la participación de la población de Donbass que en estos años ha obtenido la ciudadanía ha supuesto, como era de esperar, un enfado en Kiev que Ucrania ha decidido utilizar para exigir más apoyo a sus socios, reacción que involuntariamente deja ver que no hay nada que las autoridades puedan hacer al respecto. Curiosamente, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania ha querido vincular la negativa de Rusia a mantener la misión de la OSCE en el lado ruso de la frontera entre la Federación Rusa y Donbass -una misión que no había detectado cruce de material militar y que carecía de sentido alguno en el actual contexto de la guerra- con la celebración de los comicios. La preocupación de Kiev ya no es la posible entrada de tropas rusas a Donbass ni la entrega de material bélico sino la celebración de elecciones. Y es que esas muestras de identificación de la población de Donbass con Rusia en lugar de con Ucrania son algo mucho más letal para la propaganda ucraniana de la “ocupación” de los territorios contra la voluntad de la población que cualquier presencia militar rusa.

Artículo Original: Antifashist

El único estatus que Rusia tiene en Crimea y ciertas zonas de las regiones de Lugansk y Donetsk es el de país ocupante. Es lo que afirmó ayer, 16 de septiembre, en la rueda de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores el ministro Dmitro Kuleba al comentar la participación de los residentes de Crimea, RPD y RPL en las elecciones legislativas rusas.

El ministro apuntó que no es accidental que, hace una semana, Rusia se negara a extender el mandato de las dos misiones de la OSCE que trabajaban en los puestos de control de la frontera ruso-ucraniana temporalmente no controlados por Ucrania.

“La ausencia de esas misiones contribuye a los esfuerzos de Rusia de organizar carruseles electorales, el transporte de votantes para crear el efecto de expresión de la voluntad del pueblo. Insisto en que, según el derecho internacional, el único estatus que tiene la Federación Rusa en Crimea y ciertas zonas de las regiones de Lugansk y Donetsk es país ocupante”, afirmó Kuleba.

Según el ministro, Ucrania pretende registrar las infracciones derivadas de la celebración de elecciones a la Duma rusa “en los territorios temporalmente ocupados de Donbass y Crimea” para posteriormente presentar las quejas a Rusia.

“Lo que hace organizando elecciones nacionales allí es una violación del derecho internacional. En este sentido, responderemos según el planteamiento ya previsto: registraremos esas infracciones y contactaremos con nuestros socios”, insistió.

“Entiendo que no van a cancelar las elecciones y los rusos ahora harán lo que crean que es necesario porque tienen bajo su control ese territorio. Pero, saben, todo acaba. Estoy convencido de que el final de la ocupación rusa también llegará y cuando eso ocurra, la Federación Rusa tendrá que pagar por todas esas infracciones. Y ahora registraremos otro ejemplo de ese tipo de infracciones”.

Según el SBU, en vísperas de las elecciones a la Duma, las autoridades de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk “han comenzado a entregar masivamente pasaportes rusos” [no hay signo alguno de que haya sido así, por el contrario, la gran queja en Donbass es la lentitud del proceso-Ed], supuestamente para atraer al máximo número posible de residentes de Donbass a las elecciones.

Las elecciones a la Duma se celebran en Rusia entre el 17 y el 19 de septiembre. Por primera vez, los residentes de la RPD/RPL que hayan obtenido la ciudadanía rusa podrán participar en las votaciones [Crimea ya participó en las anteriores elecciones]. Habrá 825 autobuses y 12 trenes disponibles para transportar a territorio ruso a quienes quieran votar. Además, los ciudadanos rusos residentes en Donbass podrán votar de modo remoto si han sido verificados por el portal de los servicios públicos rusos.