Una herramienta probada

Artículo Original: Denis Grigoriuk

El Parlamento de Ucrania ha adoptado la importante ley sobre los referendos, de la que hay que insistir en que no se trata de una ley ordinaria sino que es un proyecto impulsado personalmente por el presidente y que los diputados han votado favorablemente. Solo falta que Zelensky la firme y sus novedades podrán ser utilizadas por las autoridades. Sorprendentemente, la ley de Zelensky ha sido bien recibida en Ucrania. En los últimos tiempos, el líder ucraniano no ha sido muy popular entre sus votantes, por no hablar de sus detractores. Pero incluso ellos han aceptado con entusiasmo la oportunidad de lograr un voto popular para determinar los asuntos clave del país.

El líder de los nacionalistas ucranianos, Andriy Biletsky, ha grabado un vídeo mensaje que ha publicado en su canal de Telegram y ha comprado anuncios en YouTube para que el vídeo aparezca interrumpiendo los vídeos que quieren ver los usuarios. “Ha aparecido un instrumento de democracia. No es fácil, hay que conseguir tres millones de firmas y demás para conseguir un referéndum, pero está ahí. Hay que pensar cómo usarlo y no dudar en hacerlo. Especialmente por los intereses de Ucrania”, afirmó el radical.

Pero, como suele ocurrir, en las mentes de los nacionalistas ucranianos no está mejorar su país sino eliminar a sus rivales políticos cuyos puntos de vista sobre el futuro difieren del de los radicales. “Podemos aprobar una ley sobre la colaboración. Zelensky no tiene prisa para presentar esta ley al Parlamento. Es comprensible, teniendo en cuenta que la mitad de sus amigos y asesores caerían con esa ley, ¿cómo la va a presentar Zelensky? Pero nosotros, los ucranianos, la necesitamos. Nos dará la oportunidad de librarnos de Medvedchuk y todos esos que chupan la vida ucraniana. La política, para empezar”, afirmó.

Pero esos puntos de vista no se corresponden con los planes de la Oficina del Presidente. Y si hay que creer a la prensa ucraniana, los nacionalistas no tienen apoyo real, por lo que no llegan al Parlamento, así que tampoco podrán conseguir los tres millones de firmas necesarias para presentar una iniciativa legislativa en el Parlamento. ¿O habrá partidos que apoyen a los radicales para presentar esas leyes? El tiempo lo dirá, pero ahora no estamos hablando de eso.

Como saben, el Gobierno ucraniano a menudo utiliza una herramienta probada. Para tantear la opinión del público, filtran ciertos anuncios a través de canales de rumores, con lo que consiguen saber si hay apoyo a la decisión o no. Es habitual que información de fuentes privilegiadas aparezca en populares canales de Telegram en los que la audiencia confía.

Uno de ellos es Legitimny. El mismo día en el que los diputados aprobaban la ley sobre los referendos, el canal publicó un mensaje bajo el tema “rumores”. Afirma que el Gobierno ucraniano podría hacer cargar con la responsabilidad de cuestiones clave sobre Donbass sobre los hombros de la población. De esta forma, Zelensky y su equipo cargarían con toda esa responsabilidad a los votantes, que tendrían que hacer una elección importante para Ucrania.

“Nuestra fuente en la Oficina del Presidente afirma que la cuestión de Donbass será cubierta por un referéndum en otoño. La fuente indica que se dividirá en mini-preguntas para poder venderlo más caro en subastas en la sombra. Las cuestiones se referirían a diferentes temas:

-Levantar el bloqueo económico;

-La cuestión de la reintegración de Donbass (autonomía o muro);

-Negociación directa con los representantes de Donbass;

-Conexiones de tráfico aéreo y relaciones comerciales con la Federación Rusa.

La fuente añade que la cuestión del suministro de agua a Crimea y el tema del uso de la lengua también podrían incluirse”.

Creo que no hace falta explicar que cada uno de los puntos mencionados es importante en la resolución del conflicto político en Donbass. Es más, Kiev está obligado a cumplirlos según los acuerdos de Minsk. Pero el Gobierno ucraniano no puede cargar con la responsabilidad de implementarlos, ya que inmediatamente saldrían los nacionalistas a las calles ucranianas, como también lo haría la oposición de Poroshenko y su partido, que comenzarían otra vez a amenazar a Zelensky. Como muestra la experiencia, las autoridades de Kiev solo son valientes en lo que respecta a la retórica, pero en el momento de la verdad, prefieren hacer cargar con la responsabilidad de cumplir sus promesas sobre la población, aunque solo sea para estar limpios ante las amenazas de los radicales nacionalistas.

Sin embargo, si recordamos las escandalosas leyes aprobadas en año pasado, Zelensky sabe cómo enfrentarse a la voluntad del electorado ucraniano, eso sí, siempre que sea en favor de los intereses de los grandes intereses occidentales. En ese caso, se puede permitir vender la tierra y los ucranianos pueden arruinarse en los casinos. Pero Zelensky no ha logrado ningún progreso en Donbass. Ahora, la población salta a escena. Puede que sea ella la que tenga que tomar decisiones sobre la implementación de los compromisos adquiridos por Poroshenko en febrero de 2015 tras la derrota en Debaltsevo. ¿O habrá otra vez una simulación de actividad política y la votación popular será solo una cortina de humo para la realización de sus ambiciones políticas, que a la larga llevarán a la agresión contra las Repúblicas Populares?