Sermones de patriotismo

Artículo Original: Alexey Zotiev

Me gusta ver la confrontación de ciertas fuerzas políticas que siempre están dispuestas a “luchar” contra otros odiosos líderes. El debate se realiza de forma declaradamente hostil y desafiante, pero de forma exclusivamente intelectual, según el esquema “ataque sutil-respuesta con filigranas”. Por desgracia, eso es poco común hoy en día, ya que la élite política de gran parte de los países desarrollados está francamente degradada.

En el contexto del declive general del nivel intelectual, nuestra fraterna Ucrania parece muy respetable. No sé cómo ha podido ocurrir, pero las peleas que se habían convertido en la norma en el Parlamento prácticamente han desaparecido y los diputados ucranianos, aunque no han renunciado a los insultos, no llegan a las manos. Incluso Poroshenko, un gran fan del maidanismo, se ha rebajado a los duelos intelectuales y ahora lanza dardos a Zelensky, que el joven presidente se ve obligado a responder de la misma manera. Obviamente, las peleas en el parlamento eran mucho más divertidas, pero el ida y vuelta de escarceos entre los dos presidentes -el anterior y el actual- puede ser un placer incluso para las audiencias más exigentes.

El otro día, Petro Poroshenko presentó a Zelensky toda una serie de exigencias que, desde la distancia, Zelensky calificó inmediatamente de “sermones de patriotismo”. Las quejas se refieren a la comunicación con el líder ruso Vladimir Putin y a los acuerdos de Minsk, esencia de los cuales Zelensky o no entiende o deliberadamente interpreta en contra de los intereses ucranianos. La respuesta del presidente de Ucrania, actuada, dio a entender que ya es hora de que respondan por sus actos aquellos que “entregaron” Crimea a Rusia.

“No les deberíamos haber permitido tomar Crimea. Ese es el gran problema. No deberíamos haberlo permitido. Pero ahora no podemos culparnos a nosotros mismos por lo que ocurrió. Estoy seguro de que algún día quienes lo hicieron responderán por ello. Pero Crimea es nuestro territorio. Lo recuperaremos”, afirmó el presidente en una entrevista concedida a Euronews.

Para que todos comprendan quién es exactamente a quien Zelensky está señalando como culpable de perder parte del territorio de Ucrania, dejó un mensaje claro para Petro Poroshenko, que abiertamente habla de la falta de patriotismo en las declaraciones y los actos del nuevo presidente.

“Estamos construyendo un país en el que aquellos que entregaron parte del territorio sin pelear serán interrogados y no leerán sermones de patriotismo. Un país al que nuestra gente querrá regresar. Volver a las buenas carreteras que estamos construyendo hoy. Un país en el que el debate será cómo llamar al cohete que Ucrania lance al espacio y en honor a quién llamar una nueva corbeta”, afirmó Zelensky en un acto homenaje al Día de la Independencia de Ucrania.

Teniendo en cuenta que Ucrania es un país de contrastes, se dio por aludido del ataque del presidente Oleksandr Turchinov, presidente del país cuando se produjo la secesión de Crimea.

“Muchas personas participaron en ello, empezando por Yanukovich, que destruyó las capacidades de defensa de nuestro país. Pero, por desgracia, no será interrogado. Intentarán interrogar a quienes se oponen al Gobierno actual. Pero, al contrario que en 2014, el señor Zelensky tiene la oportunidad de implementar una ofensiva en Crimea y estamos preparados para ayudarle en ello. Por desgracia, me temo que el acuerdo con Rusia es mucho más importante para él que proteger la tierra ucraniana”, afirmó públicamente Turchinov, que tampoco quiere ser responsable de la pérdida de Crimea.

En pocas palabras, este “escarceo” intelectual ha resultado ser un correcalles que ha expuesto un serio problema aunque no haya identificado a los culpables.

Por supuesto, Zelensky no puede ser culpado por el hecho de que Crimea haya pasado a ser parte de Rusia. Por aquel entonces, no era más que un bufón que actuaba vestido con mallas para entretener con su arte a la audiencia ucraniana. Formalmente, tampoco es culpa de Poroshenko, que en aquel momento aún no había llegado al poder en el país. Turchinov, que culpa a Yanukovich de haber incapacitado al ejército para hacer nada, tampoco quiere hablar de su culpa. Pero, escuchen, ¿quién empezó la guerra en Donbass? ¿Quién, sacudiendo los blindados oxidados, anunció el inicio de ATO? ¿Quién tiene la culpa de las miles de muertes de civiles en Donbass? Es más que una pregunta retórica.

En lugar de admitir su participación en el crimen cometido contra el pueblo de Donbass, estos “pastores” hablan sobre el significado “secreto” de los acuerdos de Minsk y apelan a Zelensky a atacar Crimea. Atacar Crimea con el ejército que no ha podido hacer nada contra las milicias de la RPD y la RPL pero que, según Turchinov, está preparado para recuperar una península bien protegida y que forma parte de una potencia nuclear.

Admito que me da igual quién y cuándo responderá por la pérdida de una parte de los territorios de Ucrania, especialmente Crimea. Me preocupa más la cuestión de quién responderá por iniciar la operación punitiva contra el sudeste de Ucrania. Porque durante la “anexión” de Crimea, no murió un solo residente local, mientras que la “protección de la integridad territorial de Ucrania” en Donbass se ha cobrado las vidas de miles de ciudadanos inocentes.