Artículo Original: Vladlen Tatarsky
La noche del 30 al 31 de agosto de 1935, en la ciudad de Irmino, en la mina del XXII Congreso, el minero Alexey Stajanov estableció un récord al producir 102 toneladas de carbón. La celebración del Día del Minero está dedicada a ese día. La fecha fue oficialmente aprobada en la Unión Soviética a propuesta de los ministros de Industria del Carbón D.G. Onik y A.F. Zasyadko el 10 de septiembre de 1947. La primera celebración del Día del Minero se produjo el 29 de agosto de 1948. Esta fecha es el reflejo de una era en la que el trabajo de una persona corriente era respetado.
Con la moda de rechazar todo lo relacionado con la Unión Soviética, intentaron también cubrir de barro el récord de Stajanov. Dijeron que el récord fue inflado. Dijeron que simplemente le dieron a Stajanov un buen martillo neumático, le dieron más aire para el martillo y que todo el equipo trabajó para él y limpió el carbón. Y Stajanov se llevó todo el mérito.
Esta es la versión que me contó un conocido “liberal”. Parece que este sin sentido es lo que leen los suyos.
Por algún motivo, se suele llamar “expertos” o “analistas” a personas que normalmente no han trabajado en ninguna parte, no saben nada de la vida y no han visto nada. Este chico es de esos. No ha levantado nada más pesado que sus gafas. Su experiencia de vida es nula. Sabe mucho y es un teórico.
Pongo la mano sobre su hombro: “Querido amigo. Si quieres, haremos un trato. Bajaremos a la mina y tú mismo puedes extraer 102 toneladas de carbón. ¿Puedes imaginar lo que son 102 toneladas? Te daremos el mejor martillo neumático, aire, prepararemos todo y limpiaremos el carbón. No habrá ni que limpiar ni pulir. Solo tendrás que extraer. 102 toneladas no son más que un vagón de tren y medio. ¿Qué hay de heroico en ello? No será difícil para ti?”
He trabajado en la mina con un martillo neumático. Sé lo que es eso, mientras que mi interlocutor no tiene ni idea. En mis propias manos he sentido lo que son cinco toneladas de carbón. He levantado y utilizado los nuevos, mucho menos pesados, martillos neumáticos. Y no puedo siquiera imaginar cómo Stajanov podía levantar aquel pesado martillo. Parece que en aquella época había superhombres.
Y esto no es sobre Stajanov, lo que pasa es que a los enemigos no les gustan los héroes rusos ni ninguna de sus manifestaciones.
Feliz Día del Minero, Donbass.
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