De nuevo las mismas amenazas

El puente de Putilovka, destruido por el Ejército Ucraniano y símbolo de la brecha entre Donbass y Ucrania

Como en cada ocasión que se presenta alguna posibilidad de avance en el proceso de paz en Donbass, en Ucrania comienzan a aparecer grandes ideas para someter a la población de Donetsk y Lugansk en caso de que esos territorios regresen bajo control de Kiev. Inevitablemente surgen así reacciones de miedo e incertidumbre entre la población amenazada, aunque también descrédito ante una situación que no se ve posible.

Artículo Original: Yulia Andrienko

Tras regresar a Ucrania, Crimea y Donbass recibirán, no una autonomía amplia, sino una cuarentena, una limpieza y arrestos masivos. Estas arrogantes declaraciones fueron realizadas por el propagandista ucraniano Skrypin en Radio NV.

“Primero, el equipo de Volodymyr Zelensky intentará parar la guerra y recuperar el territorio, pero entonces no será como con el intercambio de prisioneros, no será sin acuerdos en la sombra. Este proyecto debe hacerse en coordinación con la sociedad ucraniana, que la población diga: sí, queremos que vuelvan los territorios según estas condiciones. Porque que vuelva el territorio con derecho de autonomía no me vale. La gran pregunta es qué hacer con esa gente, tiene que haber una verdadera limpieza. Es necesario que trabajen las agencias de inteligencia y la policía, que busquen quién ha participado en este tiempo. Puede que algunos, por decirlo suavemente, tengan que estar entre rejas. Incluso aunque recuperemos los territorios, desde el punto de vista de la lógica, esta es mi opinión, tiene que haber un periodo de cuarentena para readaptar a esos territorios, que no puedan simplemente infiltrarse en Ucrania, es peligroso, es como beber veneno. Debe haber restricciones de frontera y de movimiento”, afirmó Skrypin, que añadió también que piensa que la propaganda del Kremlin ha lavado el cerebro a todos los residentes de la RPD y la RPL.

“Qué gracioso”, se ríe con sonrisa de oreja a oreja Svetlana Malkova, residente en el distrito Putilovka de Donetsk, donde aún estallan bombas. “Todos estos belicistas tendrán que hacer un desfile de la vergüenza. La historia se repite y, créame, todos tendrán que responder por sus actos”.

“Con ese tipo de declaraciones, estos esnobs de Ucrania intentan aprovecharse de un pueblo engañado. Escuchan esas fábulas y por un momento se olvidan de la pobreza, el paro, las draconianas tarifas, se levantan y echan una moneda a la hucha. Es populismo que ve a la legua cualquier persona mínimamente inteligente. Pero en Ucrania no debe de quedar nadie inteligente. Están decididos a seguir esa ola y no pensar en el desastre demográfico y económico. Ahora alimentan a la población de eslóganes”.

Sin embargo, no todos tienen tanta confianza para reírse de las amenazas. “Estoy segura de que será así. Ucrania no ha llevado nada bueno a los territorios de Donbass que ha ocupado. Mire Mariupol, Kramatorsk, Slavyansk o la misma Avdeevka. No solo han acabado con los activistas de la primavera rusa sino que acosan incluso a aquellos que simpatizaban con Rusia aunque ni siquiera participaran en manifestaciones o acciones militares contra Ucrania”, afirma una residente de Krasnoarmeysk, ciudad a la que Ucrania ha dado el nombre de Pokrovsk [según la ley anticomunista que prohíbe la simbología soviética, por lo que esta ciudad, homenaje al Ejército Rojo, tenía un nombre ilegal-Ed]. “Irrumpen en las casas de la gente por la mañana, les registran las comunicaciones, los teléfonos, estudian sus registros en las redes sociales. Créame, no exagero. Pero otra cosa es que Donbass nunca volverá a Ucrania”.