La continuación de ocho años de guerra de trincheras

Mientras las posiciones se consolidan y las partes en conflicto preparan la siguiente fase de la guerra en los diferentes sectores, muy diferentes entre sí y que requieren también una planificación específica, el frente más activo continúa siendo el de la República Popular de Donetsk. Estático desde hace meses, la lucha allí no se ha detenido ni se ha mitigado a pesar de quedar completamente eclipsada por otros sectores más mediáticos del frente. Ningún medio occidental se interesa ahora mismo por las muertes prácticamente diarias de civiles de Donetsk, por las dificultades para mantener los servicios básicos en una zona que lleva ocho años en guerra o la catástrofe humanitaria que puede producirse en la ciudad más importante de Donbass por la falta de agua corriente para la población. Pese a la falta de interés, el frente de Donetsk es ahora mismo el principal foco de enfrentamientos y se produce en una zona completamente destruida en la que Rusia intenta, de momento sin éxito, romper las defensas ucranianas en la línea Seversk-Soledar-Artyomovsk. Frente a otras zonas del frente, donde el Dniéper separa a las partes, la batalla en la RPD es cuerpo a cuerpo, metro a metro.

Así lo reflejaba ayer Vzglyad:

Estamos presenciando una dura batalla prácticamente en toda la línea de contacto. Para avanzar, debemos cortar la ruta cercana a Novomijailovka y avanzar hacia Orlovka, Pervomaiskoe y Karlovka, desde donde las Fuerzas Armadas de Ucrania bombardean Donetsk. Es lo que explicó a Vzglyad el diputado de Donetsk Vladislav Berdichevsky para comentar la situación en la región.

“La situación en la zona de Soledar es muy difícil. No puedo decir que haya avances activos. Básicamente, observamos batallas posicionales. Hay un grupo enemigo llamado Jolodny Yar, formado por militantes muy motivados”, explicó Berdichevsky, diputado del Consejo del Pueblo de la RPD. “La situación se complica por el hecho de que el enemigo aún tiene la posibilidad de suministrar munición y realizar rotaciones, así que resistirán hasta el último hombre. Al mismo tiempo, no hay ofensivas desde Pokrovsky. Pero es difícil valorar la rapidez con la que podríamos avanzar”, añadió.

Berdichevsky también apuntó que hay duras batallas “literalmente en todas partes: tanto en la zona de Ugledar, como en las direcciones de Avdeevka y Artyomovsk”. “En cuanto al ataque contra Ugledar, nos las arreglamos para barrer finalmente Pavlovka. Pero mientras la autopista de la zona de Novomijailovka y Konstantinovka no quede bloqueada, no se puede hablar de ningún progreso real”, opina el diputado.

“La reciente captura de la aldea de Opitnoe abre la puerta de la primera línea de defensa de las Fuerzas Armadas de Ucrania en dirección a Orlovka, Pervomaiskoe, Karlovka y Galitsniovka. Desde ahí se está bombardeando contantemente Donetsk con HIMARS estadounidenses y Caesar franceses. Mientras no expulsemos al enemigo de allí, la ciudad seguirá bajo control a fuego de las Fuerzas Armadas de Ucrania”, concluyó Berdichevsky.

Los comentarios que llegan desde la parte rusa son ahora mismo los pocos informes de esta zona del frente, donde Ucrania simplemente apunta estabilidad. Desde julio, las tropas rusas luchan contra las zonas fortificadas de las Fuerzas Armadas de Ucrania en una zona fundamentalmente urbana que, antes de la guerra, contaba con una elevada densidad de población. Pocas son las similitudes entre esta zona y el frente sur, donde domina el campo abierto y una de las partes no cuenta con fortificaciones preparadas a lo largo de varios años. El frente de Donetsk continúa siendo una guerra de trincheras con grandes dificultades de avance tal y como lo ha sido a lo largo de los últimos ocho años. La guerra en el resto del territorio ucraniano es nueva, comenzó en febrero y continúa según las condiciones en las que comenzó, mientras que la guerra en Donbass persiste según las circunstancias creadas a lo largo de los últimos ocho años.