La vida en Lisichansk

Recuperada por las tropas rusas y republicanas el pasado verano tras ocho años de dominio ucraniano, Lisichansk, destruida en las batallas de la guerra, vive aún una situación dramática. Frente a la mayor atención que se ha dado a la reconstrucción de Mariupol, donde la RPD y Rusia anuncian la entrega de pisos a familias que perdieron sus viviendas en la guerra, ciudades como Lisichansk o Severodonetsk, han caído en el olvido de los medios. Sin embargo, la situación allí continúa siendo peligrosa: a los peligros de un invierno que la población tendrá que superar en condiciones lejos de ser aceptables, se une la amenaza de las tropas ucranianas, a pocos kilómetros de la zona.

Artículo Original: Antifashist

Según el alcalde de Lisichansk en funciones, Andrey Skorogo, la población de la ciudad está dispuesta a aguantar las dificultades porque cree en la unidad con Rusia. Así lo comentó a los periodistas en Lugansk durante el acto conmemorativo del Día de la Unidad Nacional. “Las infraestructuras están destruidas, pero estamos trabajando. La población está preparada para aguantar, porque están con Rusia, saben que todo saldrá bien”, afirmó. El alcalde en funciones valoró la situación en Lisichansk como “tensa, pero estable” a causa de los bombardeos de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que destruye infraestructuras comunales, entre ellas algunas recientemente reconstruidas.

Las fuentes de Antifashist en Lisichansk confirman que la situación en la ciudad es tensa y que la población no está satisfecha con el trabajo de la administración local. Ahora mismo, no hay comunicaciones en el centro de la ciudad y se está trabajando para recuperar el suministro eléctrico. No hay información sobre la reanudación del suministro de agua corriente por el momento. “El mercado y algunas tiendas han empezado a funcionar. Los minibuses empiezan a circular y hay dos hospitales en marcha, pero no dejan personal por la noche porque no hay calefacción. Solo quedan dos ambulancias en la ciudad, pero como apenas hay comunicaciones, es imposible dar con ellas. No hay agua corriente; el agua se trae en camiones según un horario, aunque no siempre se cumple. No hay luz, se han producido pruebas recientemente, pero, en general, la luz es un problema. Hay gas en algunas zonas, pero no en todas”, escribió una residente loca a Antifashist.

En su opinión, una parte importante de la población está ya desesperada y cree que este año no se verá el retorno de las comunicaciones a los pisos. “Muchos pisos están ahora a una temperatura de ocho grados. Hace mucho frío. Muchos se han hecho con radiadores y los que han recibido gas son afortunados. La ciudad está devastada”, añadió. La residente explicó que en los centros de ayuda humanitaria de Rusia Unida los residentes reciben pan y ayuda humanitaria y los voluntarios acuden periódicamente a la ciudad a ayudar a quienes han permanecido en ella. En la mina Melnikov, ahora mismo paralizada, se ha organizado la entrega de ayuda humanitaria en forma de cesta de productos para los empleados de la empresa y sus familias. La población puede obtener 20 kilogramos de patatas, zanahorias, cebollas y remolachas por persona.

Recientemente se ha entregado carbón a Lisichansk, aunque no se distribuye de forma gratuita sino que hay que pagarlo. La población que no ha sido conectada al sistema central de gas y tiene estufas, puede solicitar compensación por el pago del carbón, pero eso requiere soportar largas colas.

“Sobrevivimos de la mejor manera que podemos. Muchas personas necesitan materiales para reparaciones, para construcción. Nos dicen que nos vayamos, pero yo no tengo dónde ir”, explicó Alyona.

La población de Lisichansk realmente está dispuesta a aguantar las adversidades, pero habría que pedir a las autoridades que hablen a la población, no de cómo pueden “sacrificarse por Rusia”, sino de lo que se está haciendo ahora mismo para mejorar sus vidas.