Reproches y acusaciones

Tres años después de que el control de la península de Crimea pasara a control ruso tras el rechazo al golpe de Estado de febrero de 2014 en Kiev y un referéndum que Kiev no aceptó como válido, el estatus de Crimea sigue siendo uno de los habituales temas en la guerra política entre Moscú y Kiev. El estatus de Crimea ha servido en este tiempo como base para reproches políticos de todo tipo -desde acusaciones de violación de los derechos humanos a cuestiones legales relacionadas con el puente que unirá Crimea con la Rusia continental. Los nuevos episodios de acusaciones cruzadas no hacen presagiar que la situación vaya a cambiar en un futuro próximo.

Una resolución “radical”

Artículo Original: Lenta.ru

Kiev presentará a la Asamblea General de Naciones Unidas una nueva resolución para el retorno de Crimea bajo control de las autoridades ucranianas. Así lo informó el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Pavel Klimkin, según cita Liga.net. El ministro calificó la resolución como la “más radical” y apuntó que contiene la exigencia de cancelar la decisión de los tribunales rusos de reconocer a los Mejlis de los Tártatos de Crimea como una organización extremista. Según Klimkin, la nueva resolución “debería convertirse en la base de la consolidación de los esfuerzos para la desocupación de la península”. El líder de la diplomacia ucraniana opina que este documento podría ser utilizado en futuras acciones legales contra Rusia, también en La Haya.

En diciembre de 2016, Naciones Unidas adoptó una resolución sobre violaciones de los derechos humanos en Crimea. El documento había sido presentado por las autoridades ucranianas. La organización internacional exigía a Rusia tomar medidas para “inmediatamente poner fin a todos los casos de violaciones de los derechos humanos”. La resolución exigía también revocar la decisión de reconocer como extremista la organización de los Mejlis de los Tártaros de Crimea.

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Acusaciones

Artículo Original: Colonel Cassad

Brevemente, sobre el sabotaje en Crimea.

1. A lo largo del día [el 31 de octubre], dos gasoductos han resultado dañados. Uno de ellos se encuentra en la costa sur, cerca de la localidad de Zaprodnoe, y el otro, cerca de la localidad de Alushta, en el distrito Vinogradnoe (donde también ha sufrido daños el tendido eléctrico). En ambos casos hay grandes posibilidades de que se trate de un acto de sabotaje, como indica también el hecho de que los incidentes se hayan producido en un espacio de tiempo tan cercano. El Comité Antiterrorista también ha apuntado a la hipótesis del sabotaje.
2. No solo apuntan a la versión del sabotaje las palabras del director de Krimgas o la Comité Antiterrorista, sino también coincide con un cierre “por motivos técnicos” del puesto de control en la frontera entre Ucrania y Crimea. Puede que las autoridades ya estén buscando a alguien, especialmente a algún “turista de Maidan”.
3. La posibilidad de ataques de sabotaje de Ucrania evidentemente existe: en la península siguen existiendo agentes del SBU (ya sea personal oficial o militantes de los Majlis o Hizb-ut-Tahrir u otros grupos que se hayan podido infiltrar de alguna manera en la península). Desde 2015 se ha intensificado la búsqueda de esos militantes, lo que recientemente se ha traducido en la detención de una célula de Hizb-ut-Tahrir [en Bajchisaray, localidad cercana a Sebastopol] y las detenciones de agentes ucranianos, aunque está claro que aún hay trabajo que hacer.
4. La cuestión del motivo también está clara: algunas personas detenidas por el FSB han indicado que, entre otras cosas, su función era sabotear la infraestructura de Crimea para agravar la situación en la península. En este caso, la actividad subversiva podría ser un intento de los Servicios de Seguridad de Ucrania de desviar la atención del aumento de críticas en Ucrania, donde “héroes de la revolución de la dignidad” y oficiales de inteligencia son tiroteados. Así que, poco después del atentado fallido contra Mosiychuk y el asesinato de Okueva, el SBU anunció la detención de una mujer supuestamente involucrada en el asesinato del coronel del SBU Jaraberyush en la parte de la RPD ocupada por Ucrania y después aparecen estos “extraños” incidentes en Crimea.

Todo esto sugiere que, mientras el actual régimen se mantenga en Kiev, existe la posibilidad de actos de sabotaje en el territorio de Crimea, por lo que es necesario reforzar la lucha contra los agentes del enemigo.