Artículo Original: Denis Grigoriuk
Puede que sea trivial, pero no se me ocurren otras analogías. Tampoco es que hagan falta, porque todo es evidente y está en la superficie, así que ni siquiera hace falta explicarlo. Pero, hay que decir que Ucrania está creando una especie de neolenguaje. La referencia es obvia al famoso escritor británico George Orwell. En pocas palabras, en la distópica novela 1984, un gobierno totalitario había creado su propio lenguaje simplificado en el que no habría terminología que contradijera la política estatal. Algunas palabras eran sustituidas por palabras que querían decir exactamente lo contrario y algunas eran abandonadas en favor de una simplificación. El objetivo es evitar la formación de una forma de pensar contraria.
Nadie en el Estado vecino lo llama neolenguaje. Tampoco puede llamarse así a lo que están creando las autoridades ucranianas. Si antes el actual presidente del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional Oleskiy Danilov había sugerido pasar al alfabeto latino, ahora va a por la terminología. Un lenguaje completamente diferente con sus propios significados, que se adaptan a la situación política y, lo que es más importante, no permite que haya sentimientos contrarios.
Las autoridades ucranianas tienen una herramienta perfecta en sus manos: el Consejo de Defensa y Seguridad Nacional. Hubo una vez, cuando el Consejo inició la guerra en Donbass. No fueron las míticas “tropas rusas”, esas que siguen sin ser encontradas en este octavo año, aunque sigue estando probado que están presentes en Donetsk y Lugansk. Según el glosario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, ahora según el discurso ucraniano habría que reemplazar la “agresión ucraniana contra los habitantes de Donbass” con “ATO [operación antiterrorista] desde el 14 de abril de 2014 al 30 de abril de 2018 y JFO [operación de fuerzas conjuntas] desde el 30 de abril de 2018 hasta el presente”. Ya se puede sentir el espíritu del documento.
He seleccionado una serie de términos del neolenguaje que el Consejo de Defensa y Seguridad Nacional sugiere a las autoridades nacionales y locales, diplomáticos ucranianos, prensa y organizaciones del sector civil. No daré ejemplos como los habituales «в\на» Донбассе [ambos en Donbass, pero con un matiz político que molesta a Ucrania casi tanto como el uso de Kiev en lugar de Kyiv]. Todo eso sigue ahí, pero sugiero que nos centremos en la terminología que se refiere al conflicto en Donbass. Además de Donbass, también el vocabulario referido a Crimea se ve afectado.
En lugar de “guerra civil en Ucrania o conflicto interno en Ucrania”, hay que decir “agresión rusa contra Ucrania”.
El “conflicto ucraniano-ruso” (está claro quién usa ese término además de los ucranianos, pero esa es otra historia): “la agresión armada de Rusia contra Ucrania”.
Las “formaciones armadas de Ucrania/Ejército Ucraniano”: “Fuerzas de seguridad ucranianas/personal militar ucraniano/participantes en JFO/ATO”.
“El conflicto entre Kiev y las regiones de Donetsk y Lugansk (RPD/RPL)”: “El conflicto ruso-ucraniano que Rusia inició, financia y controla”.
“Estatus especial de Donbass” es “Orden especial de autogobierno local de ORDLO”.
“Pueblo de Donbass”: “Residentes de ORDLO que se encuentran bajo ocupación temporal”.
Para todo lo relativo a la milicia popular o la milicia de Donbass, hay que utilizar términos como “formaciones regulares rusas o formaciones armadas ilegales controladas por Rusia”. Es más, se refieren a las mismas personas. Solo que en algunas ocasiones serán unidades “controladas por Rusia” y en otras, “tropas regulares rusas”. Y hay mucho más de este absurdo en el glosario.
Por supuesto, justifican la existencia del glosario las “acciones agresivas de la Federación Rusa contra Ucrania”. Al fin y al cabo, como se desprende de la descripción del documento, “con el propósito de una influencia informativa destructiva y manipulación de la opinión pública, los servicios especiales rusos han infiltrado palabras, términos y frases en el espacio informativo ucraniano”.
Por desgracia, no he encontrado en el nuevo glosario ningún cambio en el significado de la palabra offshore en el que las autoridades ucranianas ofrezcan distinguir entre “las compañías offshore de Poroshenko” y las “compañías offshore de Zelensky” y en el que el primer caso sea un crimen mientras que el segundo sea algo como “todo el mundo lo hace, la evasión fiscal no es un delito”. Puede que aparezca en la segunda edición del glosario que se refiera a la política nacional.
Parece que el uso de terminología “incorrecta” vendrá acompañado de multas. El crimen de pensamiento es algo severamente castigado en la Ucrania actual. Puede que sea posible aplicar el artículo de “alta traición” o entrar en la lista de sanciones del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, ya que esta institución puede imponer cualquier sanción que se precie contra cualquiera de sus ciudadanos.
Ahora, las autoridades ucranianas tienen en sus manos las herramientas para calificar a los “amigos” y “enemigos”. Quienes utilicen la terminología correcta podrán vivir en paz, pese a que estén contradiciendo la realidad. Por el contrario, los servicios secretos del crimen de pensamiento arrebatarán el lápiz a quienes nieguen la presencia del “ejército ruso en Donbass” o llamen “pueblo de Donbass” a los “residentes de ORDLO [“territorios temporalmente ocupados de las regiones de Donetsk y Lugansk”]. La oposición ya no podrá defender sus ideas sin usar este vocabulario “legalizado”, aunque eso sea delirante. Esta situación es la misma en la prensa que intente cubrir de forma mínimamente objetiva lo que ocurre en Donbass. Ahora tendrán prohibido llamar a las cosas por su nombre.
Comentarios
Aún no hay comentarios.