La aprobación de las recientes leyes anticomunistas han condenado a algunos partidos de la oposición ucraniana a modificar su nombre, su ideología y sus símbolos o a quedar expuestos al aparato represor del Estado o a la violencia verbal o física de los grupos nacionalistas, armados y preparados, cuyo poder e impunidad ha aumentado desde la llegada al poder del nuevo Gobierno nacido de la victoria en el Maidan.
Artículo original: Larouche PAC
Un programa del primer canal de la televisión rusa presentó el pasado domingo una entrevista con la doctora Natalia Vitrenko, líder del Partido Socialista Progresista de Ucrania (PSPU) en la que se trató la adopción de drásticas leyes contra la libertad de expresión en Ucrania. Vitrenko describió cómo, en estos momentos, es imposible para ella, antigua diputada del parlamento y excandidata a la presidencia del país, participar en la vida política en su país: “No puedo tener contacto con la población. No se me permite aparecer en los canales de televisión ucranianos. No puedo organizar una manifestación, porque matones que aparecen con palos, cadenas y piedras se apoderan del acto y amenazan a los participantes”.
El 10 de abril, un día después de la aprobación de las nuevas leyes, Vitrenko publicó un vídeo en el que analiza esas leyes. Vitrenko y el colíder del PSPU Vladimir Marchenko han pedido al presidente Petro Poroshenko que no firme dichas leyes. En un discurso de 45 minutos, Vitrenko afirma que estas leyes son “neo-nazis, aunque se diga lo contrario”. En un análisis punto por punto, expone el sofismo de la ley “Sobre la condena de los regímenes totalitarios comunista y nacionalsocialista (nazi) en Ucrania y la prohibición de su propaganda y sus símbolos”, que pretende ser tan “anti-nazi” como “anticomunista”, igualando los dos sistemas “totalitarios”. Pero en cuanto al nazismo, se prohíben únicamente los símbolos del Tercer Reich alemán entre 1933 y 1945, con lo que, por ejemplo, el batallón Azov es libre para marchar bajo el símbolo del Wolfsangel en Ucrania hoy. Vitrenko apunta que el Tercer Reich ya fue plenamente condenado por los Tribunales de Núremberg, que condenó a los nazis y a sus cómplices. Pero la Rada Suprema, en otra de sus nuevas leyes, ha elevado a los cómplices de los nazis OUN y UPA al estatus de “luchadores por la independencia de Ucrania durante el siglo XX”.
En cuanto estas leyes entren en vigor, explica Vitrenko, “puedo ser condenada a 10 años en prisión por decir que estoy orgullosa de mi padre y mi abuelo”, que sirvieron en el Ejército Rojo.
Vitrenko detalló cómo estas leyes violan las convenciones europeas de derechos humanos y libertad de expresión, a las que Ucrania se adhirió al firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, así como la propia ley ucraniana de conmemoración perpetua de la Gran Guerra Patriótica de 1941-1945.
La semana pasada, el PSPU denunció una nueva campaña mediática contra Vitrenko para acusarla de separatismo y de ser una agente rusa. Sus compañeros expresaron preocupación de que estas campañas de desprestigio buscan convertir a Vitrenko en enemiga a ojos de los radicales banderistas y neo-nazis ucranianos, que entonces podrían tratar de eliminarla físicamente. En 1999, cuando era candidata presidencial. Vitrenko y otras 40 personas resultaron heridas en un ataque con una granada en un acto electoral.
Durante la sesión de la Rada, que adoptó las leyes con tan solo un mínimo debate, estas fueron presentadas y defendidas por Yuri Shukhevych, hijo de Roman Shukhevych, comandante del batallón alemán Abwehr’s Nachtigall y que en 1943 fue una figura clave en el Ejército Insurgente Ucraniano (UPA) y en las masacres de Volhnya contra la población polaca residente en el oeste de Ucrania. Durante muchos años líder de UNA-UNSO, que pasó a formar parte del Praviy Sector, Shukhevych es ahora diputado por el Partido Radical de Oleh Lyashko. También testificó Volodymyr Viatrovych, el historiador al que el entonces (y ahora) director del SBU Valentyn Nalyvaychenko y el entonces presidente Yushenko encargaron reescribir la historia, encubriendo los crímenes de OUN-UPA.
Con la reanudación de los bombardeos de artillería en los alrededores de Donetsk, el fin de semana de Pascua volvió a ver ataques nocturnos en los que se derribaron estatuas de figuras soviéticas en la ciudad de Kharkov. El líder del Praviy Sector, Dmitro Yarosh, que ahora forma parte del Ministerio de Defensa, publicó en su perfil de Facebook imágenes de granadas decoradas como huevos de Pascua, con una petición de ayuda divina para lograr la “Victoria en la Guerra Santa contra las bandas de terroristas rusos” como pie de foto.
En el programa del primer canal ruso, el líder del Partido Comunista de Ucrania, Petro Simonenko, que fue interrogado durante 11 horas la semana pasada [se refiere al primer interrogatorio. Desde entonces, Simonenko ha sido interrogado otra vez-Ed], afirmó: “Ahora mismo hay una dictadura en el país, una dictadura de una opinión y una ideología; una dictadura de quienes llegaron al poder en el Maidan y que excluyen cualquier pluralismo”. El programa también destacaba el caso del líder del Partido del Trabajo de Ucrania, Alexandr Bondarchuk, actualmente a la espera de juicio y que puede ser condenado a cinco años de prisión por “violar la integridad territorial de Ucrania” por una serie de artículos publicados el pasado agosto en el periódico que edita.
Carta abierta de Natalia Vitrenko y Vladimir Marchenko al presidente Poroshenko
La democracia y valores europeos, prometidos durante Euromaidan, han sido olvidados y pisoteados. La verdadera esencia de aquellos ahora en el poder en Ucrania es el fascismo, la eliminación física de los disidentes, represión política, terror en la esfera de la información, la destrucción de la economía nacional y el genocidio social.
Tenemos la suficiente experiencia política, también en el parlamento de Ucrania, para hacer una evaluación del actual régimen. Lo hacemos con pesar, pero los hechos nos obligan a defender la justicia.
Así que nos dirigimos a usted: deje de apoyar el neo-nazismo tanto en la política como en la ideología, deje de hacer héroes de colaboradores de Hitler de OUN-UPA, tanto como movimientos político como por cómo lucharon por la “independencia de Ucrania”.
En los medios de comunicación, incluyendo su Canal 5, cualquier punto de vista de alguna forma disidente se clasifica, desde hace un año, como apoyo al separatismo, amenaza a la integridad territorial de Ucrania o a la seguridad nacional. Políticos y figuras públicas, científicos y profesores, periodistas y escritores e incluso ciudadanos comunes de Ucrania, que se han mostrado, y se siguen mostrando, a favor de mantener la integridad territorial del país, pero que entienden su protección basada en principios de política interior y exterior distintos a los suyos son inmediatamente tachados de enemigos del pueblo, ucranófobos y agentes de Putin. Se compilan y distribuyen a través de internet listas de cómplices de separatistas y terroristas.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y el Ministerio del Interior propagan mentiras sobre aquellos que consideran incómodos, abren casos penales contra ellos, los encarcelan o los llevan al suicidio. Entre ellos están, sin duda alguna: Valentina Semenyuk-Samsonenko, Mijail Chechetov, Stanislav Melnik, Alexandr Peklushenko, Alexandr Bondarchuk, Sergey Dolgov, Anatoly Mayevsky, Denis Denisov y otros muchos. Quienes están en el poder han dirigido su maquinaria de represión, descrédito y persecución también contra Natalia Vitrenko y Petro Simonenko.
Dos días seguidos, Ucrania se ha visto sorprendida por los asesinatos de opositores políticos a las autoridades: el diputado Oleg Kalashnikov y el escritor y periodista Oles Buzina. Los asesinatos fueron brutales, provocadores y, sin duda, de motivación política.
Creemos que los horrores experimentados por el pueblo de Ucrania están ligados a las actividades de partidos y movimientos neo-nazis y al apoyo del poder a sus actos (tanto en los medios como en las fuerzas del orden).
Las leyes de Ucrania “Sobre la condena de los regímenes totalitarios comunista y nacionalsocialista (nazi) en Ucrania y la prohibición de su publicidad y símbolos” y “Sobre el estatus legal y honra a la memoria de los luchadores por la independencia de Ucrania en el siglo XX”, adoptadas el 9 de abril de 2015, reconocen el régimen de la URSS y la República Socialista de Ucrania como criminales, mientras se enaltece a OUN-UPA, cómplices de Hitler, como participantes en el movimiento de liberación de Ucrania, enalteciendo así las formas y métodos de su lucha contra sus oponentes políticos. Esas formas y métodos de lucha, y los casos de millones de civiles inocentes, mujeres, niños y ancianos, que fueron sus víctimas, fueron examinados en los Tribunales de Núremberg. El mundo entero se estremeció con lo que se reveló allí. También quedaron expuestas las atrocidades cometidas por los miembros de OUN-UPA durante miles de juicios celebrados en Ucrania tras el final de la Gran Guerra Patria. Estos crímenes eran tan monstruosos que, incluso al ser revisados en 1991, se consideró que no eran apropiados para procedimientos de exoneración.
Ya le hemos enviado cartas abiertas solicitando que no firme las leyes mencionadas, ya que al hacerlo dividiría a Ucrania y activaría un mecanismo para la posible aniquilación de miles de ucranianos a manos de bandas neo-nazis, armadas hasta los dientes. Como sus predecesores, taparán ese horror en nombre de su lucha por la independencia de Ucrania. Y considerarán un gran acto el asesinato del escritor y periodista Oles Buzina, igual que lo hicieron el 24 de octubre de 1949 con el asesinato del gran escritor antifascista Yaroslav Hala en Lviv.
Petro Alexeyevich, abra la Constitución de Ucrania y la Convención Europea de Derechos Humanos y Libertades Fundamentales y lea cuáles son sus obligaciones hacia los ciudadanos de Ucrania, las más importantes de las cuales son la obligación de garantizar el derecho a la vida, seguridad e inviolabilidad de cada persona de Ucrania. El SBU y las agencias del Ministerio del Interior, subordinadas a usted, están obligadas a asegurar tales derechos y no a ejecutar la represión política.
Le exigimos que cumpla personalmente con sus obligaciones constitucionales o abandone la escena política.
Impresionante carta abierta a Poroshenko. Asombrosa Natalia.
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