Aunque ni se ha producido la ofensiva rusa de la que Estados Unidos lleva dos meses advirtiendo ni se han detectado los enormes movimientos de tropas rusas que exigiría la planificación de la invasión de un país del tamaño de Ucrania, Washington continúa explotando esa falsa amenaza en su trato con Moscú, una distensión que, en realidad, tiene menos que ver con Ucrania que con la relación Rusia-OTAN y la expansión de la Alianza hacia el este. Es en ese contexto en el que hay que leer el resultado de las conversaciones entre Biden y Putin, la última de las cuales se produjo ayer por la tarde.
Artículo Original: Colonel Cassad
Sobre los resultados de la conversación telefónica entre Putin y Biden que se produjo ayer a iniciativa de Putin para tratar la situación en Ucrania y la amenaza de guerra.
Lo más destacable de las conversaciones entre los dos presidentes según el embajador de la Federación Rusa en Estados Unidos, Anatoly Antonov: “La situación en las relaciones Rusia-OTAN es extremadamente peligrosa y nadie tiene ninguna duda de la determinación de la Federación Rusa de proteger su seguridad (…). El borrador de acuerdo presentado por Rusia sobre las garantías de seguridad no cuestiona la seguridad de Estados Unidos y la OTAN. (…). Para la Federación Rusa, el desarrollo militar de Ucrania por parte de la OTAN es un peligro existencial”.
Lo más importante de la conversación según el servicio de prensa del Kremlim: Biden dejó claro que Estados Unidos no pretende desplegar armas ofensivas en Ucrania; Putin explicó a Biden que Rusia se comportará como Estados Unidos se comportaría si viera comprometida su seguridad; Biden amenazó con sanciones y Putin respondió que, en ese caso, seguirá a las sanciones una ruptura definitiva de relaciones; Biden insistió repetidamente en que es inadmisible iniciar una guerra nuclear. Los líderes acordaron continuar el diálogo después de Año Nuevo.
Lo más importante según el servicio de prensa de la Casa Blanca: Biden llamó a reducir las tensiones alrededor de Ucrania. Estados Unidos continuará monitorizando las fuerzas rusas y se preparará para “cualquier decisión que Putin tome sobre Ucrania”. Biden afirmó que Estados Unidos negociará con la participación de sus aliados y socios y Putin mostró su comprensión. Biden anunció que se reforzarán las fuerzas de la OTAN y habrá asistencia adicional a Ucrania en caso de escalada.
En realidad, en ausencia de un acuerdo marco como el que la Federación Rusa exige, este tipo de negociaciones vienen siempre acompañadas de un intercambio de amenazas que ya ni siquiera son veladas. La brecha es profunda, pero no es más que el penúltimo paso en un camino de escalada tras el que solo queda la guerra, aunque esa vía no tiene por qué ser directa. La mención a la guerra nuclear es un signo elocuente que muestra cuánto se ha deteriorado la situación en las relaciones entre Estados Unidos y la Federación Rusa, que se aproxima al nivel de la crisis del Caribe y la crisis de 1983.
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