Artículo Original: Andrey Manchuk
El 1 de diciembre, Volodymyr Zelensky ofreció otra de las regulares sesiones de demagogia patriótica en el Parlamento y después entregó el título de “héroe de Ucrania” al joven nacionalista Dmitro Kotsyubailo ante la cerrada ovación de los diputados.
El presidente no se inmutó ante la postura ultraderechista del combatiente, que luchó en la unidad paramilitar del Praviy Sektor y se hizo famoso en abril, cuando el New York Times escribió sobre él. “Un voluntario de la unidad del ultraderechista Praviy Sektor de Ucrania tiene un lobo enjaulado como mascota junto a la oficina del comandante. El comandante Dmitro Kotsyubailo, de nombre de guerra Da Vinci, bromea diciendo que los soldados lo alimentan con huesos de niños de habla rusa”, escribió en su artículo el periodista Anton Troyanovksy.
La audiencia occidental pudo ver la imagen de un exótico salvaje que defiende los valores civiles europeos en la distante frontera del este de Europa. Y quizá encontró el chiste ingenioso y políticamente correcto. Sin embargo, la actitud hacia los “héroes” ucranianos ha cambiado desde entonces. Porque otra publicación estadounidense, Buzzfeed News, publicó un artículo sobre los nazis estadounidenses que han luchado en Donbass en la unidad del Praviy Sektor en el que relata los asesinatos y torturas aresidentes locales.
Resulta que el FBI y el Departamento de Justicia de Estados Unidos llevan realizando una investigación sobre las actividades desde hace varios años y les acusa de crímenes de guerra cometidos como miembros de los batallones voluntarios nacionalistas ucranianos. La investigación está bajo secreto de sumario, pero los periodistas han obtenido copias de la correspondencia entre el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Fiscalía General de Ucrania, que aclaran una parte de la historia.
La figura central es Craig Lang, que ha luchado en el Praviy Sektor desde 2015. Este ferviente defensor de la supremacía blanca atrajo a sus hermanos americanos de la misma ideología a Donbass y los formó en una unidad táctica especial, Pluto, cuyo nombre se debe al dios del inframundo.
Lang secuestró ciudadanos ucranianos que le parecían sospechosos de ser cómplices de los separatistas, los llevó al cuartel general del Praviy Sektor y los torturó, asesinó y enterró en algún campo. Algunos exmilitantes han declarado contra él al FBI y han aportado a la investigación vídeos y fotografías tomados por los propios participantes en los crímenes. Filmaron el tormento de las víctimas para ellos mismos, por placer sádico o simplemente para pasarlo bien.
En uno de los casos descritos por Buzzfeed News, un estadounidense ahogó a una mujer ucraniana en el agua y otro nazi, originalmente procedente de la democrática y europea Austria, le inyectó adrenalina para que la pobre mujer siguiera consciente. Tras leer estas pesadillas, se puede tener otro punto de vista sobre los graciosos chistes sobre los huesos de niños de habla rusa con los que el recién nombrado “héroe de Ucrania” supuestamente alimenta a su lobo.
Craig Lang llamó la atención de la justicia solo porque empezó a asesinar a estadounidenses. Tras acostumbrarse a la impunidad absoluta en Donbass, regresó a Estados Unidos y disparó a una pareja mayor con el objetivo de robarles. Le ayudó otro estadounidense “veterano” del Praviy Sektor. Según el asesino, necesitaba el dinero para viajar a Venezuela para participar en el derrocamiento del “dictador comunista” Nicolás Maduro. Pero, al final Lang tuvo que escapar de la justicia de su país al territorio de Ucrania, que todavía no ha extraditado a este terrorista al Departamento de Justicia y al FBI.
El público nacionalista ha salido en defensa de su correligionario con todas sus fuerzas. Al fin y al cabo, si es condenado por un tribunal estadounidense por crímenes de guerra, sentará un peligroso precedente para otros miembros del Praviy Sektor, que esconden numerosos crímenes bajo la alfombra. Pero los resultados del escándalo ya son importantes. El caso de los nazis estadounidenses ha revelado al público occidental información sobre los crímenes que se están cometiendo en Donbass y en los que participan militantes nacionalistas. Y eso mina la base de la propaganda patriótica ucraniana. Al fin y al cabo, durante ocho años, Ucrania se ha basado en su superioridad moral y una angelical visión de los “héroes de ATO” y cualquier crítica era desestimada como “fabricación de Moscú”.
Sin embargo, esto no cambia una coma de la situación en Ucrania, tal y como evidencia el solemne homenaje a Kotsyubailo. A nadie debería sorprenderle si el presidente ucraniano reserva otra medalla para Craig Lang para salvarle de la cárcel estadounidense. Los nazis son una casta especial, intocable para la ley, y Zelensky flirtea con ellos en busca de su simpatía. Aunque la extrema derecha responde a ello con un soberano ridículo y otra vez trata de expulsarle del poder bajo el liderazgo de Poroshenko. Estos lobos están demasiado acostumbrados a la sangre y no siempre están dispuestos al juego político amigable.
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