Artículo Original: Andrey Manchuk
Las estadísticas oficiales recientemente publicadas en Ucrania registran una serie de decepcionantes datos sobre el declive de la población en un contexto de creciente desaparición de empleos. La brecha demográfica continúa agrandándose. Según el Servicio Nacional de Estadística de Ucrania, a 1 de mayo de 2021, el país tenía 41,1 millones de habitantes, 300.000 menos que en mayo de 2020. Son cifras récord de pérdida de población en comparación con otros países del entorno, pero la situación no causa gran ruido informativo en la sociedad y las autoridades prefieren hacer como si nada estuviera ocurriendo.
El principal motivo para la pérdida de población es la mortalidad a causa del coronavirus, que claramente no está reflejado en las estadísticas oficiales de muertes a causa de esta enfermedad. Por ejemplo, entre enero y abril del año pasado, murieron 195.300 ucranianos y en el mismo periodo de este año, 242.700. “Se ha producido un número sin precedentes de muertes en los primeros cuatro meses del año a causa del coronavirus y del aumento de casos mortales de otras enfermedades circulatorias y respiratorias”, explicó el doctor Andriy Volyansky.
Al mismo tiempo, está cayendo también la tasa de natalidad y solo se han producido 37 nacimientos por cada 100 fallecimientos, la cifra más baja de los últimos años. Porque la población teme tener hijos en el contexto de una perpetua crisis, pobreza sin esperanza y falta de una protección social real por parte del Estado. “Ucrania s ha encontrado en una especie de embudo demográfico. Tenemos una baja tasa de natalidad y alta mortalidad, cuyo resultado es que perdemos población en cada centro regional cada año. Además de eso está la emigración. La consecuencia es que batimos todos los récords negativos de caída de población”, afirmó el economista Alexey Kusch.
Sin embargo, todos comprenden que las estadísticas oficiales no reflejan la verdadera situación. Hace veinte años que no se realiza en Ucrania un censo de población -se realizó en 2001-, así que el número real de residentes es desconocido para todos. Muchos ciudadanos del país se han marchado hace tiempo al extranjero, pero siguen registrados formalmente en los informes del Servicio Nacional de Estadística, detalle que da la posibilidad de una manipulación que activamente utilizan los oficiales ucranianos.
La principal causa de la despoblación es la pobreza. La vida en el país se hace más cara, las tarifas de servicios básicos suben y lo hace también el paro. Según los datos del primer cuatrimestre de 2021, hay 1,8 millones de personas oficialmente desempleadas en el país, el 10,9% de la población en edad activa y más de un cuarto de millón de personas llevan más de un año en paro. El número de ciudadanos en edades comprendidas entre los 15 y 70 años que están oficialmente empleados ha descendido en más de un millón en un año y ahora se sitúa en 15.423.000, el dato más bajo de los 30 años de historia de la Ucrania independiente.
El paro provoca una emigración masiva en busca de trabajo y contribuye al descenso de población, que no siempre dispone de suficientes fondos para servicios de calidad, una nutrición apropiada ni el suficiente descanso. Se puede decir que la pobreza mata, especialmente a los más débiles, los más enfermos y los más vulnerables. Y la principal causa del declive demográfico en Ucrania es una catástrofe social extendida en el tiempo.
Mientras tanto, los datos publicados son solo la punta del iceberg, ya que las estadísticas no muestran en paro real. Millones de personas están oficialmente registradas como trabajadoras con el objetivo de obtener años de cotización con contratos de amigos o conocidos. La realidad es que no obtienen más que migajas y tienen que ganarse la vida con chapuzas, trabajos a tiempo parcial en la economía sumergida o sobreviviendo a base de sus huertas.
“Casi la mitad de la masa de trabajo en Ucrania está en la sombra, en el exilio o desempleada. La tasa de empleo de la población entre 15 y 70 años es solo de 55%. Si añadimos el 10% que están oficialmente en paro, tenemos un enorme agujero del 35%. Estas personas, o trabajan en la economía sumergida, no están incluidas en las estadísticas oficiales o trabajan en el extranjero. No me sorprendería si sigue aumentando en el futuro la cantidad de población que trabajo en la economía sumergida”, comentó Daniil Bogatyrev, experto del Instituto Ucraniano de Política.
Lo peor de todo es que las autoridades ucranianas no tienen nada que ofrecer a estos ucranianos. La situación es tal que incluso los ciudadanos que sí tienen un empleo tienen dificultades para tener una vida decente a costa de su trabajo, ya que los costes crecen constantemente y hace perder poder adquisitivo a los salarios, que raramente aumentan. “Por ahora, tenemos que decir que el aumento de los precios en Ucrania es superior al aumento de los salarios en gran parte de los sectores de la economía”, admitió Andriy Zablovsky, el presidente del Consejo de Emprendedores, dependiente del Consejo de Ministros.
En este contexto, Zelensky se apoyará en acciones propagandísticas de espíritu nacional. El presidente no puede dar a la población empleos con un salario digno ni es capaz de paralizar el proceso de declive demográfico, pero le promete aprobar el proyecto de un gran escudo nacional. Aunque eso sea una cínica broma a ojos de los pobres desempleados.
El paro y la despoblación son factores evidentes en la crisis social que amenaza el futuro desarrollo de Ucrania. Pero en lugar de solucionar los problemas de la ciudadanía, el Gobierno la empuja aún más abajo hacia la atmósfera de histeria patriótica. Las autoridades intensifican la lucha contra los enemigos internos y externos, arriesgándose a una gran guerra y acabando con lo que queda de los derechos civiles. Cualquier protesta social será aplacada, como ha ocurrido en Kiev, donde la policía utilizó gases lacrimógenos contra una manifestación de los autónomos. No quedan zanahorias, solo palos.
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