Artículo Original: Andrey Babitsky / Ukraina.ru
Volodymyr Zelensky continúa concediendo entrevistas. En esta ocasión, ha sido a al canal de televisión de Ihor Kolomoisky 1+1. En la conversación Zelensky reveló parcialmente la esencia de eso que se ha llamado el plan B para Donbass, ese con el que el nuevo equipo lleva tanto tiempo intrigando al público. El presidente ucraniano pronunció la palabra “muro”. Es decir, ha vuelto al viejo proyecto de Arseniy Yatseniuk de aislarse de las Repúblicas Populares de Donbass construyendo una especie de valla reforzada con concertinas.
La opción se usará si no se puede conseguir la paz sobre la base de los acuerdos de Minsk. Pero las autoridades ucranianas hace tiempo que han rechazado resolver el conflicto por medio de esos acuerdos, así que consideremos “el muro” como una idea de trabajo que el equipo de Zelensky aparentemente tratará de implementar. El presidente ucraniano está convencido de que de esta forma desarmaría las cartas de Moscú y forzaría a Rusia a realizar concesiones. Sinceramente no comprendo cómo una valla puede afectar el curso de los acontecimientos. “El muro” es una retirada de los acuerdos de Minsk, ya que representa renunciar a cualquier acuerdo con las Repúblicas previsto por los acuerdos. Y eso significaría que Occidente comenzaría gradualmente a levantar sanciones contra Rusia, ya que no sería responsable de la ruptura de las conversaciones de paz.
El presidente ucraniano pretendería someter el proyecto de cercar las Repúblicas a referéndum. Imaginemos que la mayoría vota “sí” y las cosas salen bien. Adiós a las sanciones antirrusas, Moscú sale ganando. Por cierto, si fuera un radical de extrema derecha ucraniano, pensaría: ¿Está Zelensky trabajando contra Ucrania y a favor de Rusia? ¿Cómo se puede explicar si no un fallido plan que da a Rusia obvias ventajas?
Si la mayoría vota “no”, el statu quo se mantiene. Es decir, la situación no cambiaría en absoluto: la misma tensión en la línea de contacto, bombardeos diarios en Donbass, muerte de soldados a ambos lados de la línea del frente. Así que, en términos generales, la última opción para resolver el conflicto en Donbass ha resultado ser otra tontería insignificante, algo ya típico para el actual presidente de Ucrania.
Dudo que este plan vaya a ponerse en marcha, así que probablemente permanecerá sobre el papel como prueba del epílogo de Zelensky. Este tampoco es el primer proyecto que anuncia solemnemente y después olvida.
Zelensky dejó claro que aspira a un segundo mandato y afirmó también que no tiene ningún competidor. Curiosamente, esto es parcialmente cierto. Según una encuesta del Centro Razumkov, Zelensky lidera la carrera presidencial con un 32% de popularidad. Después, a un largo margen, están Petro Poroshenko con 17%, Yury Boiko con 13% y Yulia Timoshenko con 10%. Sin embargo, Zelensky sigue perdiendo popularidad, así que sus ambiciones de futuro tampoco son tan sólidas.
El jefe de Estado de Ucrania no cree, como creen otros muchos políticos ucranianos, que en la reunión entre Biden y Putin el jefe de la Casa Blanca “entregara a Ucrania”. Zelensky afirma que no se discutieron las perspectivas de Ucrania de acceso a la OTAN, aunque Putin afirmó lo contrario en la rueda de prensa y apuntó que la cuestión se había tratado brevemente, ya que no hay nada que discutir ahí.
Por cierto, tras las declaraciones de Biden de que Ucrania no cumple con los estándares de la OTAN y es demasiado pronto para pensar en el acceso a la Alianza, Zelensky ha cambiado su actitud al respecto. En una entrevista, afirmó que la entrada no es un objetivo en sí mismo, sino que lo principal es obtener un más significativo apoyo de Occidente. Hacen falta dinero y armas, quién lo pone en duda.
Otro fallido momento en la actividad política del presidente de Ucrania ha sido el intento de organizar una reunión con Vladimir Putin. Según Zelensky, se está discutiendo a nivel de administración y se está trabajando en la agenda. Zelensky lleva un tiempo metiendo esa palabra en contextos en los que es necesaria y en los que no lo es, aparentemente fascinado por su sonido extranjero.
Pero esa información no parece corresponderse con la realidad. Vladimir Putin dejó bastante claro que no ve sentido alguno en discutir la agenda propuesta por Kiev -seguridad internacional- con su homólogo ucraniano, ya que hay demasiados problemas bilaterales que hay que solucionar.
Previendo los resultados de la próxima entrevista, diría que no es necesario concederla. La charlatanería sin sentido y fundamentalmente falsa difícilmente va a dar nada nuevo a los ucranianos. En cada punto de la larga conversación, Zelensky no vocalizó más que sinsentidos. Sin embargo, esta es una característica fundamental del discurso político ucraniano. Así que es preciso mantenerla.
Comentarios
Aún no hay comentarios.