Artículo Original: Alexey Zotiev
Muchas veces prestamos excesiva atención a políticos y oficiales, seguimos todas sus declaraciones y actos y nos olvidamos de que los ciudadanos corrientes también viven en el territorio de la misma Ucrania, ciudadanos que posiblemente tienen cada uno su propia opinión sobre lo que ocurre en el país. Es lógico, ya que los representantes de la élite política no siempre defienden realmente los intereses de las masas. Esto ocurre habitualmente, pero en ciertos momentos es importante comprender cuál es el estado de ánimo que predomina entre la ciudadanía de a pie. Hay que comprenderlo al menos para poder adivinar cuál podría ser el futuro político que espera al Estado.
Mucha, mucha gente piensa que gran parte de la población de Ucrania no apoya la política llevada a cabo por los oficiales de Kiev hacia las Repúblicas Populares de Donbass. Existe la opinión de que la ciudadanía ucraniana es absolutamente neutral hacia los residentes de la RPD y la RPL y que considera un grave error la guerra iniciada por los políticos. Y, por supuesto, gran parte de los sufridores ciudadanos de Ucrania pensarán sobre qué hay que hacer para lograr una ofensiva de paz en Donbass. Puede que eso sea verdad y que la ciudadanía ucraniana realmente no comparta las políticas de Zelensky y de Poroshenko antes que él. Pero, para saberlo, es preciso ahondarse en la ciencia de la sociología.
El gabinete sociológico del Centro Razumkov, junto a la Fundación Ilk para las Iniciativas Democráticas ha realizado otra encuesta entre los ciudadanos ucranianos, a los que se les ha hecho una simple pregunta: ¿Cómo se puede lograr la paz en Donbass? Los resultados de la encuesta, publicada el 9 de junio, indican que no hay consenso en la sociedad ucraniana.
Según los datos, el 20,3% de los ucranianos apoya la continuación de la presión diplomática a Rusia y las organizaciones territoristas “RPD” y “RPL” y el incremento de las diferentes sanciones contra ellos.
El 19,3% está a favor de reforzar el potencial económico y militar de Ucrania y el aislamiento completo de los territorios temporalmente ocupados.
El 12,9% cree que la paz en el este del país se puede conseguir a través de la preparación sistemática para la lucha por la liberación de los territorios ocupados.
La misma proporción opina que Ucrania debería negociar directamente con los militantes de la RPD y la RPL y reconocerlos como autoridades legítimas de “ORDLO” [ciertas zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk].
El 7,1% sugiere que las autoridades ucranianas deben negociar con las autoridades de la Federación Rusa y hacer concesiones, entre ellas acordar la autonomía de Donbass y olvidar el retorno de la ocupada Crimea.
El 3,2% apoya unas negociaciones en las que se acepte la anexión de Crimea a cambio de la completa liberación de Donbass.
Otro 3,7% elige otra opción y el 20,5% no es capaz de decidir cómo conseguir una paz estable en el este del país.
La encuesta se realizó en el territorio de todas las regiones de Ucrania y sus autores insisten en la objetividad de los datos obtenidos. Ese es el desastre que reina en la cabeza de gran parte de los ucranianos cuando piensan cuál será el destino de su país. Realmente me gustaría comprender de qué tipo de presión a Rusia estamos hablando y cómo se puede conseguir el completo aislamiento de las Repúblicas, especialmente teniendo en cuenta que tanto la RPD como la RPL tienen frontera con Rusia.
No quiero entrar en la idea de desarrollar el potencial económico y militar de Ucrania, ya que es imposible reforzar algo que no está. La economía del país, donde la mitad del presupuesto va a servir la deuda externa, hace tiempo que ha colapsado en el abismo, las Fuerzas Armadas de Ucrania son más parecidas a bandas y hace tiempo que han probado su incapacidad. Por todo ello, se llega a la poco ambigua sensación de que también la preparación para la lucha por la liberación de los territorios ocupados es francamente ingenua, como lo es también la idea de que Rusia se vaya a olvidar de Donbass si Ucrania se olvida de Crimea, reconociendo de facto que es rusa.
Una de las mejores maneras de solucionar cualquier problema es reconocer que existe ese problema. Alguien que niegue la existencia de dificultades en su vida nunca va a saber cambiar a mejor su realidad objetiva. Algo así le está ocurriendo a Ucrania. Mientras la población busque la fuente de todos los problemas en el exterior, nada va a mejorar en el país. En problema de Ucrania no está ni en Rusia y tampoco en los territorios que ha perdido o en la población que los habita. El problema es la propia Ucrania, que, de repente, se volvió loca sobre la base de una independencia que no es tal. Y si no se soluciona ese problema, ante todo reconociendo su existencia, nada bueno va a ocurrirle al país.
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