Días antes de que se presente su hoja de ruta para la resolución del conflicto en Donbass, un plan que es el enésimo intento de Ucrania de reescribir en su beneficio los acuerdos de Minsk, representantes de Kiev continúan detallando qué espera que ocurra en los próximos meses. Como ya ocurriera en tiempos de Poroshenko, los planteamientos de Ucrania son en realidad una exigencia de rendición incondicional de las Repúblicas Populares.
En esta ocasión, el viceprimer ministro Reznikov se ha referido a dos aspectos importantes que están presentes en los acuerdos de Minsk: la retirada de tropas extranjeras, desarme de grupos armados y la policía local que debe encargarse de la seguridad en la zona. Mientras los acuerdos de Minsk prevén una policía local como parte del estatus especial de la zona, Ucrania propone la introducción de la Policía Nacional ucraniana. Y en el caso de la retirada de tropas extranjeras, los números presentados por Reznikov ponen en evidencia que Ucrania se refiere a las milicias populares de la RPD y la RPL con el eufemismo “tropas rusas” y son ellos, los milicianos de Donetsk y Lugansk con sus familias, a los que quiere ver atravesar la frontera. Seis años después del inicio de la guerra y más de cinco desde la última gran batalla, tanto Kiev como sus socios occidentales son conscientes de que no hay en Donbass tropas regulares rusas y que gran parte de los voluntarios extranjeros abandonaron la zona hace mucho tiempo.
Artículo Original: Antifashist
La delegación ucraniana en el Grupo de Contacto ha planteado cómo pretende retirar las “tropas rusas” de Donbass y quién garantizará la seguridad en la zona. La delegación afirma que “la retirada de tropas extranjeras formaciones armadas ilegales y mercenarios” del territorio de Ucrania (léase RPD/RPL) a principios de 2021 es posible. Como ejemplo, la delegación ucraniana presenta en sus redes sociales el ejemplo de Israel. Ese país, según la delegación ucraniana, retire sus tropas de la “zona de seguridad en Líbano de forma simultánea al Ejército del Sur de Líbano” en un solo día tras llevar 18 años en el país. Con respecto a las “tropas rusas”, Ucrania promete ser menos estricta y está dispuesta a darles todo un mes para marcharse.
“El número del contingente según los acuerdos era de alrededor de 1500 persona por parte de Israel y 6000 incluyendo a los familiares. En Donbass, las tropas extranjeras ascienden a 40.000, pero no les pedimos que se marchen en una noche, puede ser todo un mes. Aunque parece que si el presidente de la Federación Rusa les diera la orden correspondiente, las tropas extranjeras se marcharían en una noche”, apuntó la parte ucraniana.
Tras la retirada de las “tropas rusas”, la seguridad en el territorio de Donbass correría a cargo de los representantes de la Policía Nacional de Ucrania, que reclutaría también a residentes de la región que no hayan participado en la guerra. Todo ello bajo los auspicios y la supervisión de la misión de observación de la OSCE, según afirmó el viceprimer ministro y miembro del Grupo de Contacto, Alexey Reznikov. “Serán unidades de la Policía Nacional con un estatus especial, puede que como elemento de la misión de observación de la OSCE”, afirmó Reznikov, que insistió en que debe incluir a ucranianos de ambos lados de la línea del frente que no hayan participado en las hostilidades.
“Será correcto. Debe haber confianza en las personas y eso será posible si no hay miedo. Es posible reducir el grado de miedo si decimos que la protección del orden público corre a cargo de personas que no han participado en las hostilidades. Entonces inspiraremos confianza en todo el mundo, también en los socios internacionales”, insistió Reznikov, que clarificó que Croacia ha tenido esa experiencia a base de reclutar a quienes no habían participado en la guerra [la población serbia de la zona de Croacia a la que se refiere Reznikov ha sufrido incluso la prohibición del alfabeto cirílico y sus derechos como minoría cultural son más que limitados-Ed].
“Pero mi opinión personal es que la posición dominante debe estar a cargo de una misión policial de la OSCE con la participación de la Policía Nacional, cuyas unidades se crearán según criterios especiales”, añadió.
Según el plan ucraniano, la frontera también será controlada por representantes de la OSCE. El plan final de compromiso para la resolución pacífica del conflicto en Donbass basado en las propuestas de Ucrania y la RPD/RPL será planteado por la OSCE. La próxima reunión del grupo de contacto se celebrará el 10 de noviembre y para entonces se espera que la OSCE haya formado su propia postura.
La “hoja de ruta” de las Repúblicas Populares prevé la desaparición de las Repúblicas, la creación de “distritos separados” en ese territorio (con estatus especial garantizado durante 30 años), reconocimiento de la lengua ucraniana como lengua oficial del Estado pero la lengua rusa como lengua de la región y la devolución de las industrias intervenidas a sus dueños originales. Las elecciones locales se celebrarían en la región y solo entonces se devolvería a Ucrania el control de la frontera. El plan ucraniano, por su parte, prevé primero recuperar el control de la frontera y el desarme y solo después celebrar elecciones.
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