Artículo Original: Vladislav Maltsev
Azov recibió a un visitante para celebrar el aniversario de UPA y para participar en el encuentro de la extrema derecha ucraniana previsto para el 15 de octubre. El extranjero era tan importante que se le vio junto al comandante honorífico del regimiento Azov y líder del partido Corpus Nacional, Andriy Biletskiy, en la marcha que recorrió el centro de la capital ucraniana el 14 de octubre.
Antes de la visita, Azov había celebrado el 12 de octubre, la rueda de prensa “escenario croata” en la agencia de noticias UNIAN. El invitado era el veterano de las guerras de los años 90 en los Balcanes Bruno Zorica. Se retiró en 1998 con rango de coronel. Sin embargo, en los espacios de Azov y el Corpus Nacional en internet (y también en el programa de la rueda de prensa en UNIAN), se refieren a él como general de brigada.
El 13 de octubre, el coronel se sentó al frente de la tercera conferencia para la creación de Intermarium, el bloque político-militar de los nacionalistas del este y sudeste de Europa liderado por Ucrania y organizado por Azov y su brazo político, el Corpus Nacional.
Poco se sabe de estos dos eventos: la rueda de prensa y la conferencia internacional de los neonazis ucranianos. Solo se han publicado algunas imágenes, el tema de la conferencia de Bruno Zorica (“La cooperación de defensa entre Croacia y Ucrania como motor de la integración del mar Adriático-mar Negro”) y el anuncio de la rueda de prensa en la web del Corpus Nacional. En ellos no ha habido nada nuevo: los nacionalistas ucranianos siguen mostrando su deseo de que Ucrania acabe con las Repúblicas Populares de Donbass según el modelo de la Krajina serbia durante la operación Oluja que el ejército croata realizó entre el 4 y el 9 de agosto de 1995, cuando expulsó completamente de la región a toda una población que no era del agrado de Zagreb.
El 15 de octubre, el invitado croata participó en la convención de los nazis ucranianos. No se ha distribuido excesiva información sobre el acto, así que hablemos del visitante, cuya historia es muy interesante.
Bruno participó en las guerras de los Balcanes en los años 90. Se retiró en 1998 como coronel, aunque Azov se refiere a él como general de brigada. Parece que Azov confundió el título croata “brigadni general” (equivalente a nivel internacional a coronel-general) con “brigadir” (coronel). La prensa croata sigue refiriéndose a él como coronel.
El sargento que se convirtió en coronel
La biografía de Zorica también fue publicada en los perfiles ligados a Azov: a los 19 años se marchó de Croacia y se alistó en la Legión Francesa Extranjera, en la que sirvió durante 19 años (o 18 y medio, según afirmó en una entrevista concedida a la revista croata Globus el 11 de septiembre de 1991, o en The Washington Post el 9 de octubre de 1991), ascendió hasta sargento y recibió numerosas condecoraciones.
En junio de 1991, llegó a Croacia junto a un grupo de quince compatriotas de origen croata (entre ellos los futuros generales Ante Gotovina y Ante Roso), donde el 1 de agosto de 1991 crearon el batallón Frankopan, subordinado al Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Croacia. Ahora es una unidad de élite, oficialmente conocida como Comando Croata, pero en 1991 los periodistas lo llamaban la guardia pretoriana del presidente Franjo Tuđman.
Un detalle interesante: en la mencionada entrevista a Zorica en la revista Globus, el periodista apuntaba que, hasta entonces, Zorica era conocido solo como “el capitán anónimo de la Legión Francesa Extranjera”. Es decir que, hasta el 11 de septiembre de 1991, el comandante del batallón Frankopan había ocultado su nombre. No es de extrañar, ya que, al menos desde el punto de vista del derecho internacional, lideraba una formación ilegal armada que actuaba del lado de un Estado no reconocido. El primer país (al margen de las repúblicas exsoviéticas) en reconocer la independencia de Croacia fue Islandia, el 15 de diciembre de 1991, tras lo que llegó el reconocimiento de gran parte de los países europeos, Francia entre ellos, en enero de 1992.
Un asesino profesional
A partir de ahí, las entrevistas llegaron una tras otra. El 9 de octubre de 1991, The Washington Post publicó el artículo “Exfutbolista instruye a un comando croata”, que mostraba escasas simpatías por Zorica (al que el periodista identificaba como “Zulu, de 40 años, soldado profesional cuyo verdadero nombre es Bruno Zorica) y había motivos para ello. Estamos hablando de un militante-separatista que entrenaba a otros mercenarios llegados de Occidente a matar: “el legionario que se hace llamar capitán Zulu dirige la instrucción que enseña a los separatistas croatas a utilizar silenciadores en sus rifles de francotirador, neutralizar la guardia enemiga y matar con cuerda y cable”.
“Eran gente que habían luchado en la Legión Extranjera y que su única misión en la vida era matar y esa capacidad profesional para matar era la mejor carta de presentación para venir a Croacia”, describiría más adelante unos de los colegas de la Legión a la edición de Zagreb de AIM (que volverá a aparecer más adelante).
Según informaba The Washington Post, a principios de octubre ya habían pasado por la escuela de Zorica varios centenares de personas, incluyendo descendientes de croatas emigrados a Estados Unidos, Canadá y Australia. Participaron en los frentes más importantes, incluyendo las batallas de Dubrovnik de 1991-1992. Cuando se detuvieron las hostilidades en 1994, Zorica recibió su puesto como jefe adjunto del Estado Mayor del distrito de Split, en el que se mantuvo hasta su retirada en 1998.
Tráfico de armas y de drogas
Los croatas no especificaron por qué se retiraba el bravo soldado. Pero en la prensa apareció alguna información sobre ello. Citaré el artículo “La legión se esconde en Bosnia Herzegovina”, del 6 de junio de 2004: “sobre la hermandad legionaria, es imposible imaginar el crimen organizado en Croacia desde 1991 sin ellos. Su líder era el general Ante Roso, conocido por sus crímenes de guerra y que había servido durante mucho tiempo en la Legión Francesa Extranjera (llegó hasta el rango de sargento), y uno de los miembros más importantes era el coronel Bruno Zorica (conocido traficante de drogas y armas). Las más famosas operaciones de drogas pasaban por el centro de entrenamiento de las unidades especiales del ejército croata en Šepurine cerca de Zadar: durante muchos años llegaban camiones de heroína y cocaína. Bruno Zulu Zorica fue sorprendido en una fiesta con 600 kilos de cocaína camino a Rijeka. Aunque no sin dificultad consiguió escabullirse, no escapó de las acusaciones de tráfico de armas”.
Ahora un extracto del artículo “Señores de la guerra, criminales en la vida civil”, publicado el 4 de febrero de 2001 por la edición de Zagreb de AIM: “el caso del coronel Zulu, del que se han escuchado las últimas novedades. Se puede decir sin miedo a equivocarse que en el centro de entrenamiento de las unidades especiales del ejército croata en los alrededores de Zadar se recibían regularmente grandes cantidades de heroína y cocaína para los grupos criminales de Ante Gotovina y Ante Roso. En Šepurine, después de la llegada del valioso producto llegaba transporte de la facción de Split de la policía militar, que transportaba las drogas a otros lugares. La policía criminal no se mete con el negocio de la droga porque los vehículos están escoltados por policía militar”. El artículo precisaba incluso una serie de nombres de militares de alto rango que participaban en el negocio.
También se menciona un episodio similar en el libro de Ognian Shentov “Socios del crimen: riesgos de la simbiosis entre las agencias de seguridad y el crimen organizado en el sudeste de Europa” publicado en 2004 en Sofía: “oficiales de alto rango del ejército de Croacia participaban en el tráfico de armas, la entrada ilegal de drogas…Otros oficiales participaban en el tráfico de drogas. Ninguno de ellos (tampoco el coronel Bruno Zorica) fue detenido.
Hay que recordar que Split, el puerto más importante de Croacia y el centro de entrenamiento de Šepurine se encuentran a escasa distancia.
La participación de Zorica en otro caso de tráfico ilegal se menciona –aunque brevemente- en el artículo “El olvidado tráfico de armas organizado por Claude Hermant”, publicado el 10 de septiembre de 2017 en la web francesa Street Press:
“Es, por cierto, un amigo íntimo en el que nos confía que en privado Hermant presume de haber suministrado armas a los croatas durante la guerra. Siempre con el aval del Estado francés, dice. Sin embargo, ante los policías, cuenta únicamente haber sido instructor durante el conflicto, en paralelo a su participación en el DPS, el servicio de orden del Frente Nacional”.
Su amigo nos da algunos detalles: “El país estaba bajo embargo. Así que, durante un año y medio, transportó armas” de Francia hasta Croacia. El nombre de sus contactos allí: el mercenario belga Marty Cappiau y su superior, el coronel Bruno Zorica, alias Zoulou. Un veterano de la Legión extranjera que, en 1991, deserta para volver a su país de origen, involucrado en una guerra de independencia.
Al final del conflicto, en 1995, las armas hacen el recorrido inverso, como revela una investigación de los periodistas Philippe Lobjois y Paul Moreira, caída en el olvido porque nunca llegó a aparecer en la red. Es sólo en los archivos nacionales (BNF & INA) en el que conseguiremos exhumar el artículo publicado en las columnas de France Soir (1) y el reportaje de Canal+ (2) que cuentan este caso.
A principios de 2001, la policía croata, después de una investigación desarrollada en colaboración con Interpol, desmantela una red que inunda una parte del continente y más particularmente Francia. Unas decenas de toneladas de material de guerra habrían transitado por territorio francés por un valor comprendido entre 5 y 10 millones de francos franceses, cuentan los dos periodistas. Las armas son transportadas en dobles fondos en los bajos y en huecos en las puertas de automóviles desmontadas y luego reensambladas.
A la cabeza de esta red, el coronel, ahora retirado, Zoulou, es interpelado el 22 de enero de 2001. En cuanto a la rama francesa, está bajo la dirección de Marty Cappiau. El mercenario belga dirige la sociedad ICSC, especializada en importación-exportación de material militar. Uno de sus centros está instalado en Roubaix y retribuye a varios miembros del DPS de la zona norte, o a personas cercanas a él».
Todos estos hechos se describen en el mencionado libro de Ognian Shentov.
Herederos de sus compañeros fascistas
En este contexto, hay que recordar que, como afirmó el propio Zorica en 2015, durante su servicio en Francia se unió al Frente Nacional. Ahí estaban sus contactos. Además, en la Legión Extranjera Zorica sirvió junto a Ante Roso. Finalmente, el partido de Le Pen lideró el reclutamiento de voluntarios para la guerra en Croacia y algunos de sus miembros lucharon en la guerra en grupos de nacionalistas croatas.
Se dice que el retirado coronel se unió a las filas del partido de extrema derecha Hrvatska čista stranka prava, HČSP, que defiende el legado ustacha, Estado títere de la Alemania Nazi y al que se adherían los veteranos de extrema derecha de la guerra de los Balcanes.
A partir de ahí no es difícil reconstruir los hechos: exactamente hace dos años, en el congreso fundacional del Corpus Nacional y la marcha de UPA en Kiev se recibió la visita de una delegación del partido de extrema derecha “Movimiento para la Renovación”, cuyos líderes se habían escindido del HČSP. Entre ellos estaba el coronel, traficante de drogas y especialista en matar que los azovtsi recibieron como invitado de honor en la capital de Ucrania.
Y ahora se sienta presidiendo sus congresos en Kiev.
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