La situación política y diplomática que se ha creado en las últimas semanas alrededor de Ucrania -país que Estados Unidos continúa convencido de que Rusia va a invadir pese a contar con un número de tropas insuficiente y sin la movilización en la frontera necesarias para intervenir en un país de gran extensión y cuarenta millones de habitantes- ha tenido ya consecuencias económicas. A ellas se debe el doble discurso que en este tiempo han mantenido las autoridades ucranianas. Por una parte, la administración de Zelensky ha tratado de rebajar el pánico causado por la informaciones filtradas a la prensa por Estados Unidos y el Reino Unido, que han supuesto una fuerte caída de la moneda ucraniana, fuga de capital y ponen en riesgo las inversiones extranjeras que tanto busca el Gobierno ucraniano. Pero, por otra, Kiev ha intentado también maximizar la asistencia militar suministrada por sus aliados. De ahí las críticas a Alemania por negarse a enviar ayuda militar letal y las burlas que supuso el anuncio alemán de enviar un hospital de campaña, crematorios o cascos para las tropas.
Sin embargo, conscientes quizá de que no habrá invasión rusa inminente -como han afirmado en estos meses tanto el presidente del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania como el ministro de Defensa-, Kiev no busca fundamentalmente material militar ni asistencia financiera en forma de más créditos -como ha ofrecido la Comisión Europea- sino inversiones directas, una liquidez que no se traduzca en más deudas. En otras palabras, en nombre de la soberanía y la independencia del país, Ucrania sigue apelando a sus socios occidentales a comprar, poco a poco, los activos del país. Zelensky ha dado incluso la cantidad buscada.
Artículo Original: Antifashist
El presidente de Ucrania Volodymyr Zelensky cree que se necesitan 4000-5000 millones de dólares para estabilizar la economía ucraniana. No cuenta con una cantidad más baja. Así lo afirmó el líder ucraniano en su comunicación con los periodistas extranjeros. Según Zelensky, espera la ayuda de sus socios.
“Creo que gastaremos sobre 4000-5000 millones de dólares en estabilizar nuestra economía. No espero una cifra más baja. Esta es exactamente la cantidad que realmente necesitamos”, afirmó Zelensky. El presidente de Ucrania opina que no es una cuestión de crédito, sino que busca garantías financieras y señales correctas.
“Así que, realmente necesitamos esa cantidad. Pero la cuestión ni siquiera está en la cantidad, sino en el hecho de que crean en la estabilidad de la economía ucraniana y, por lo tanto, den las señales apropiadas. Se trata de inversiones o garantías financieras suministradas por algún Estado concreto. Aquí la cuestión tampoco está en las cantidades. Canadá ha ofrecido 120 millones de dólares, es una señal que está haciendo pensar a Francia ahora”, añadió Zelensky.
El 25 de enero, la viceprimera ministra de Ucrania Irina Vereschuk afirmó que Kiev espera también 47 millones de los países occidentales para reconstruir Donbass de un fondo de ayuda especialmente creado para Ucrania. “Se espera que se firme el acuerdo el 31 de enero. Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Suiza y Suecia quieren ayudar, pero solo como socios”, añadió Vereschuk. Se trata de la creación del fondo internacional “Sociedad para una Ucrania Fuerte”, cuyo coste, según Vereschuk, es de 35 millones de libras esterlinas que se asignados a lo largo de tres años”.
El día anterior, el 24 de enero, la Comisión Europea anunció un nuevo paquete de asistencia financiera para Ucrania por valor de 1200 millones de dólares. El paquete de medidas consistirá en créditos y concesiones de emergencia. “Anuncio un nuevo paquete de asistencia financiera, compuesto de créditos y concesiones de emergencia, para apoyar a Ucrania a medio y largo plazo”, escribió Ursula von der Leyen en Twitter.
¿ Vender los activos, las tierras y las riquezas naturales de su país es el futuro que los Ucranianos buscan ? ¿ No tendrán nada, salvo deudas, …y serán felices ? Creo que serán bienvenidos a Europa como esclavos al igual que los magrebís que entran por la frontera sur de España. Personalmente creo que es peor condición que la ya experimentada como estado bolchevique. Si ese es realmente el deseo de los ucranianos de a pie, están muy desnortados; si lo es el de sus boyardos, se harán de oro con la lana de sus borregos.
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