Después de más se seis años de estado de guerra y de un bloqueo económico, comercial, de transporte y bancario que Zelensky se niega a levantar, el presidente ucraniano utiliza la apertura unilateral de los puestos de control en la línea del frente para su propia propaganda. “Ucrania está abierta a vosotros”, les dijo a los residentes de la RPD y la RPL a los que sigue negando sus pensiones y a los que intenta mantener acorralados para conseguir así su rendición política.
Artículo Original: Denis Grigoriuk
Ante nuestros ojos, Kiev ha creado un nuevo conflicto con sus actos. De hecho, se trata de otra provocación, que puede considerarse exitosa, ya que la parte ucraniana ha logrado su objetivo: provocar la indignación de la gente. Nos referimos a la apertura unilateral de los puestos de control de la línea de demarcación.
El 10 de noviembre, Ucrania anunció haber reabierto todos los puestos de control de la línea de demarcación con las Repúblicas Populares de Donbass. Las autoridades de la RPD y la RPL ya habían advertido de antemano que no están dispuestas a reabrir los puestos de control de momento por los motivos objetivos relacionados con la situación epidemiológica en Ucrania.
La RPL reaccionó a las declaraciones de Kiev afirmando que la apertura de los puestos de control es una provocación. Su opinión es compartida por la representante de la RDL en el subgrupo humanitario de Minsk, Olga Kobtseva. “Entendemos la apertura unilateral de los pasos Schastya-Lugansk y Pervomaisk-Zolotoe como una provocación, un incumplimiento de los acuerdos adquiridos con los representantes de las Repúblicas. Es un acto deliberado por parte de Ucrania”. “La parte ucraniana ha organizado unilateralmente el transporte de personas a la línea de demarcación infringiendo los términos acordados. Kiev muestra con sus actos su falta de respeto a la población civil”, añadió.
Tras eso, comenzaron a aparecer los comunicados. Concretamente, Francia y Alemania exigieron que se abrieran los puestos de control. “Apelamos a la inmediata apertura de todos los puestos de control existentes en la línea de contacto de la región de Donetsk. Miles de personas que visitan al médico, reciben sus pensiones o quieren ir a ver a sus seres queridos actualmente no pueden cruzar la línea de contacto”, afirmaba el comunicado.
El 14 de noviembre, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, grabó un mensaje en el que se dirigía a los residentes de la RPD/RPL en ruso. En él, el jefe de Estado ucraniano llamó a prestar atención a la situación en los puestos de control. “Me gustaría dirigirme a nuestros ciudadanos, nuestros ucranianos que están en los territorios temporalmente ocupados. Saben quién está bloqueando los puestos de control al otro lado. Quién nos separa. En todos los sentidos de la palabra. Estoy convencido de que no solo lo veréis y lo sabréis, sino que sacaréis vuestras propias conclusiones. En todos los sentidos de la palabra”, afirmó Zelensky.
Hay que decir que el presidente ucraniano grabó ese mensaje desde el hospital para oficiales de alto rango del Estado en el que se trata de coronavirus. La realidad es que la élite ucraniana está enferma de coronavirus, así que todos graban mensajes para sus videoblogs, en los que se manifiestan en términos parecidos. Concretamente, el viceprimer ministro Reznikov también grabó un mensaje similar. “Vemos que la gente ha visto los cambios. Comprenden que nada bueno va a pasar mientras las regiones de Donetsk y Lugansk sigan bajo la ocupación. La gente quiere vivir en una Ucrania cómoda y en paz, una Ucrania unida”, afirmó el político ucraniano.
Lo mismo dijo Zelensky en su blog al hablar de la apertura de un centro de servicios en Schastya. Ese centro de servicios debe causar a los residentes de las Repúblicas ganas de volver a Ucrania. Según Zelensky es “cómodo, moderno, Seguro”.
Por supuesto, la población ha comenzado a comentar la situación en las redes sociales. Muchos están a favor de la apertura de los puestos de control. La realidad es que la línea de demarcación ha separado a las familias por la mitad. Y después de que Ucrania fuera la primera en cerrar el paso a su territorio al inicio de la pandemia, la población no ha tenido ocasión de ver a sus seres queridos que viven al otro lado del frente. Las Repúblicas tomaron medidas similares y también cerraron el paso. Entonces, Ucrania alegaba que no quería permitir que el coronavirus entrara desde el territorio de la RPD/RPL. Pero, de repente, en la actual situación epidemiológica de Ucrania, con récords diarios de infecciones, Kiev ha decidido abrir los puestos de control. Hay que recordar que las autoridades de Kiev han introducido la “cuarentena de fin de semana” para reducir la expansión del coronavirus. El 14 de noviembre, se registraron 10681 casos y hasta ahora, a diario se habían registrado hasta 12.000 casos.
En el contexto de esa situación epidemiológica, las autoridades ucranianas han decidido reabrir los puestos de control apoyándose en una estrategia política e informativa. ¿No es eso una provocación? Obviamente, es una forma de jugar con las emociones y los sentimientos de las personas que se ven obligadas a cruzar la línea del frente.
En Kiev sabían que las autoridades de las Repúblicas no abrirían los puestos de control para poder mantener baja incidencia del virus. Según el Ministerio de Sanidad de la RPD, a 15 de noviembre, se han registrado 8959 casos totales. Hay que insistir en que se trata de todo el periodo de la pandemia, cifra que Ucrania supera actualmente a diario.
Se puede decir que Ucrania ha conseguido su objetivo. Los residentes están enfadados. No pueden ver a sus seres queridos y les privan de su pensión. Y algunos creen que la culpa es de las autoridades de las Repúblicas. Zelensky les ha metido esa idea en la cabeza con su mensaje. Sin embargo, el presidente ucraniano olvidó los riesgos que supone abrir las fronteras.
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