Artículo Original: Colonel Cassad
En vísperas de las elecciones locales en Ucrania y enfrentándose a una caída en la popularidad de Servidor del Pueblo, Zelensky ha decidido utilizar métodos de tecnología política para dar la vuelta a tendencias negativas. Ya que no tiene mucho de lo que jactarse en lo que respecta a sus promesas electorales, que con tanta generosidad repartió en la primavera de la 2019, ha lanzado la campaña de relaciones públicas “Preguntas del Presidente” como anticipo electoral. Se han anunciado “cinco importantes preguntas” que se realizarán a los ucranianos junto a la votación normal en las elecciones.
Inmediatamente se advirtió de que no se trata de un referéndum sino de una encuesta, que no se realzará en las sedes electorales sino a modo de “encuesta a pie de urna”, donde algunos activistas invitarán a los ciudadanos a responder a las cinco preguntas de Zelensky, unas respuestas que ni son obligatorias ni serán vinculantes. Aun así, formalmente se quiere presentar como un “diálogo entre Zelensky y la población”. Este sería un gran momento para finalmente preguntar:
- ¿Debe ser la lengua rusa la segunda lengua oficial?
Desde tiempos de Kuchma, pese a toda la palabrería sobre la democracia y la voluntad del pueblo, nunca se ha celebrado este referéndum. Y no se ha hecho por una simple razón: porque el resultado habría sido predecible y sería contrario a la ucranización forzada. Es más, según las actuales estadísticas ucranianas, solo el 44% de los residentes usan el ucraniano como lengua de comunicación en el día a día. ¿Cómo se va a preguntar a la población sobre la lengua rusa con esos datos? Imposible.
- ¿Hay que acabar la guerra en Donbass y negociar con la RPD y la RPL?
Otra vez, el resultado sería predecible, ya que la mayoría de los ucranianos votó a Zelensky precisamente porque les había prometido la paz y meter a Poroshenko en prisión. Un año y medio después, no hay paz ni Poroshenko está en prisión. De ahí que, por supuesto, nadie vaya a dejar en manos de la población asuntos clave como “la guerra y la paz” o de pronto resultará que no hay “agresión rusa” sino una guerra civil, como algunos políticos e incluso oligarcas han dicho en ocasiones.
Estas y otras preguntas similares habrían mostrado mucho mejor que Zelensky va en serio cuando habla con la población. Pero, ¿qué se les pregunta en lugar de eso?
Para mantener la intriga, las preguntas se han anunciado de una en una, buscando un impacto mediático de la historia, ya que, si se anunciaran de golpe, la población podría hablar, discutir y reír sobre el tema y después desaparecería rápidamente de las páginas de los periódicos. De esta forma, el efecto de relaciones públicas se alarga durante cinco días.
La primera pregunta ya tiene un tinte cómico, ya que Zelensky, que tiene todo el poder, pregunta seriamente si es preciso reforzar la lucha contra la corrupción y condenar a largas penas de prisión a oficiales corruptos. Esta pregunta procede de una persona que se presentó a las elecciones con eslóganes anticorrupción y que ahora controla el SBU, la Agencia Anticorrupción y la Fiscalía y que tiene mayoría absoluta en el Parlamento, lo que le permite aprobar todas las leyes que sean necesarias. Pero no hay oficiales encarcelados, Poroshenko sigue libre y también lo serán casi todos los acusados del caso Ukroboronprom. ¿Qué más da cuál sea la pena a la que se les podría condenar en teoría si en realidad no son encarcelados? Da igual si la pena es de cinco años o si es de veinticinco. En ambos casos, la impotencia del Estado será evidente.
No es menos maravillosa la segunda pregunta. Zelensky ofrece, no una pregunta sobre la guerra en Donbass, sino la creación de “una zona franca en Donbass”. En la línea del frente. Donde no se celebran elecciones y opera una administración militar. No es difícil adivinar que las perspectivas económicas de los proyectos en esta zona serán excelentes.
Las tres preguntas restantes no se han anunciado oficialmente, pero se han filtrado en internet. Se trata de la legalización del cannabis de uso medicinal (hay que recordar las acusaciones de Poroshenko contra Zelensky sobre el uso de cocaína) y la reducción del número de diputados a 300, algo que no cambiará el hecho de que todos ellos estarán, de una manera o de otra, controlados por grupos oligárquicos, cuya posición no ha sido debilitada por Zelensky sino reforzada.
Finalmente, está también la cuestión de apoyarse en el Memorándum de Budapest para restablecer la integridad territorial del país. Es más, Zelensky periódicamente saca el tema, pero Rusia no va a darle conversación con este asunto. Así que si Zelensky usa el “Sí” en esta pregunta de la encuesta, será para seguir saboteando los acuerdos de Minsk, ofreciendo a Rusia y la RPD/RPL formatos que no pueden aceptar, es decir, lo mismo que Poroshenko hizo entre 2014 y 2019.
En pocas palabras, todo esto parece una iniciativa de propaganda mezclada con populismo barato para poner el foco en Zelensky y en Servidor del Pueblo antes de unas elecciones que se producen en un contexto electoral complicado. Es más, estas respuestas no son vinculantes. Se puede hacer algo al respecto, como legalizar el cannabis o reducir el número de diputados, pero también se puede no hacer. Al final, el principal objetivo de esta acción es garantizar un resultado decente en las elecciones, para no obtener un desastre electoral este otoño sino retrasarlo un tiempo. Si eso requiere simular que “Goloborodko se comunica con el pueblo”, se emitirá ese capítulo.
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