Artículo Original: Antifashist
El 15 de octubre se produjo en Donetsk una comparecencia del Ministro de Sanidad de la RPD, Alexander Oprischenko, sobre la situación epidemiológica en la República. Los problemas son muchos y son variados. Según apuntó el ministro de Sanidad, solo en el último día se habían detectado en la República 210 neumonías. No se sabe aún cuántas de ellas están causadas por el coronavirus ni cuántas tienen otro origen, pero de las palabras del ministro se puede extraer que alrededor del 70% de las neumonías en la RPD son causadas por la infección de coronavirus, mientras que solo el 30% restante es la neumonía habitual, que se corresponde con la incidencia habitual de la enfermedad en esta época del año. Es decir, sin el coronavirus, los hospitales de la República no estarían saturados.
La presión sobre el sistema sanitario de la RPD es enorme. No hay suficientes plazas para los enfermos más graves. El ministro asegura que únicamente hay plazas para los pacientes actuales, pero en los casos graves es preciso suministrar oxígeno y la capacidad de la República para hacerlo es limitada. De ahí que algunas instituciones hayan sido convertidas en hospitales covid. Concretamente, se ha debatido mucho la sanción a cuatro médicos y nueve enfermeros del tercer hospital de maternidad de Donetsk al saberse que pacientes covid habían sido tratados en el hospital.
Alexander Oprischenko insistió en que no se trata del primer caso y a juzgar por la situación de emergencia, posiblemente no sea el último. El ministro aseguró al público que no hay personal no especialista trabajando en la “zona roja” con pacientes de coronavirus y que ningún médico no especializado puede trabajar en esa “zona roja”, para la que los médicos han recibido instrucción durante un mes.
Al mismo tiempo, el ministro pronunció una frase impopular pero bastante obvia: todos los médicos que se han graduado en una universidad médica tienen conocimientos básicos de todas las especialidades y en este momento crítico deben trabajar juntos para combatir el virus. El ministro incluso comparó la lucha contra el coronavirus con la guerra.
Pero si se compara al personal médico con soldados, es preciso suministrarles los uniformes apropiados y que dispongan de las armas necesarias. Y también a los ciudadanos. Esto sigue siendo triste. Volviendo al hospital de maternidad, los médicos carecían de material protector.
La situación no es mejor en las farmacias, donde hay escasez de antibióticos. Y los medicamentos que pueden obtenerse se venden a precios difícilmente asequibles para los ciudadanos medios de la RPD. El Ministerio de Sanidad reconoce esos problemas y promete solucionar la situación: prometen que, antes de finalizar la semana, llegará a la RPD una carga con medicinas, con lo que la situación debería mejorar. Esperemos que sea verdad, ya que, ante los cinco meses más fríos del año con la actual expansión del virus, los hospitales de la RPD están en riesgo de colapsar si no hay mejoras cualitativas en diversas áreas.
En lo que respecta a las pruebas, se realizan en la RPD alrededor de 300 tests al día, aunque el número de personas que desean hacerse la prueba es al menos el doble. Se realizan pruebas PCR en dos hospitales públicos y dos privados. Por el momento, es largo y costoso y si la incidencia del coronavirus aumenta, podría ser aún peor. Lo más habitual es que las pruebas se realicen a pacientes que ya han sido ingresados en el hospital, para poder así determinar el curso del tratamiento.
El ministro también aclaró que la RPD ha solicitado a la Federación Rusa que suministre a la República la vacuna contra el coronavirus que, como se sabe, se encuentra ya en la tercera fase de ensayos clínicos en Rusia. Por el momento, el ministro de Sanidad espera la decisión de Rusia. Oprischenko también ha vuelto a apelar a los residentes de la RPD a cumplir con una serie de medidas elementales y bastante simples: llevar mascarilla y mantener las distancias.
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