El foco de Chasov Yar

La dinámica del frente continúa según los términos marcados tras la caída de Avdeevka, cuando las tropas ucranianas se retiraron de forma relativamente organizada aunque sufriendo pérdidas en el proceso. Esa retirada fue ordenada por Syrsky, nombrado precisamente para sustituir a Valery Zaluzhny que, según se filtró durante semanas, defendía esa opción contra el criterio de Zelensky y de quien le sucedería en el cargo. El repliegue cuando la batalla ya estaba perdida pero la ciudad no se encontraba completamente sitiada permitió a Ucrania evitar el escenario de Mariupol, con miles de soldados capturados, y facilitó que una parte de esas tropas luchara en las afueras de la ciudad y en la cercana Lastochkino el tiempo suficiente para que el grueso de la agrupación se situara en la primera línea Berdichy-Orlovka. Es ahí donde su labor ha sido ralentizar el avance ruso y dar tiempo para preparar la segunda línea de defensa.

La pérdida del fortín de Avdeevka supuso para Ucrania una llamada de atención sobre la necesidad de protegerse de unos progresos rusos para los que no estaba preparada. El sueño de la contraofensiva y la necesidad de invertir todos y cada uno de los recursos en la lucha por avanzar sobre Crimea impidió a las autoridades políticas -y quizá también a parte de las militares- plantearse la posibilidad de que sus planes no tuvieran éxito. Ahora, de forma mucho más apresurada de lo esperado teniendo en cuenta que la orden de construir defensas fue emitida por Volodymyr Zelensky a finales del pasado año, Kiev construye finalmente trincheras, coloca concertinas, dientes de dragón y construye segundas y terceras líneas de defensa tanto en las zonas cercanas al frente como en las fronteras con Rusia y Bielorrusia, especialmente en la región de Járkov.

La batalla, instalada nuevamente en la guerra de desgaste de avances muy lentos, muestra signos de una mucho mayor actividad de la aviación rusa, especialmente del uso de bombas guiadas, lo que denota un impulso ofensivo inexistente hace tan solo unos meses. Rusia presiona, aunque con enormes dificultades, hacia el oeste de Donetsk en Krasnogorovka, donde Ucrania lucha por mantener en pie la primera línea que bordea la capital de la RPD, donde el uso de drones se está convirtiendo últimamente en un peligro para la población civil. Su uso sustituyendo o complementando a la habitual artillería puede entenderse como signo de la escasez de proyectiles de la que Ucrania lleva meses quejándose ante sus socios.

Aunque sin ningún progreso territorial en el frente de Kupyansk, también el sector de Járkov está sufriendo serios ataques aéreos rusos, que se han convertido en el principal argumento ucraniano para exigir a sus socios más munición antiaérea. “El mundo no tiene derecho a permanecer indiferente”, afirmó ayer Volodymyr Zelensky en referencia a los ataques que está sufriendo la segunda ciudad de Ucrania, cuyos bombardeos no pueden compararse, por ejemplo, con los realizados en Gaza por Israel en una ofensiva que las autoridades de Kiev apoyan abiertamente. El creciente uso de la aviación rusa, con el desequilibrio a su favor que ello conlleva, se debe, al menos en parte, a las dificultades de Ucrania de cubrir sus ciudades e industria en la retaguardia además del frente con unos sistemas antiaéreos en los que actualmente escasea la munición. Es más, uno de los objetivos de los líderes del G7, como confirmó ayer Annalena Baerbock, es dar con sistemas Patriot y munición para ellos, ya que las reservas de países como Alemania no son capaces de seguir cubriendo las necesidades de Ucrania.

La tendencia general de iniciativa rusa en la guerra de desgaste ha quedado consolidada y, en ese contexto, las tropas de Moscú presionan en el frente y en la retaguardia para aprovecharse del momento de debilidad ucraniano, que se reducirá en el momento en el que Estados Unidos logre aprobar nuevos fondos y comience a llegar material norteamericano. El Congreso estadounidense ha regresado ya de sus vacaciones y es de esperar que la cuestión de la financiación de las Fuerzas Armadas de Ucrania se reanude con rapidez. Así lo exigen ya editoriales de grandes medios como The Washington Post, que ayer apelaba a la clase política estadounidense a actuar de inmediato y reanudar el suministro de armas y escribía que Ucrania debe “recibir la atención que merece”.

Más allá de las tendencias generales del frente, queda claro también que existe un nuevo foco central en el que las partes en conflicto van a tratar de imponer su fuerza, Chasov Yar. En realidad, se trata de una cierta repetición del escenario de hace algo más de un año en la parte central de Donbass. En aquel momento, las tropas rusas batallaban por la ciudad de Artyomovsk, antaño de importancia táctica al ser un nudo de comunicaciones, pero cuya destrucción había restado ya todo el valor que pudiera haber supuesto. Sin embargo, como fortaleza ucraniana en el camino hacia las fronteras administrativas de Donetsk, objetivo que Rusia ha declarado abiertamente, la captura de Artyomovsk, entonces Bajmut, era imprescindible. Para Ucrania, por el contrario, la defensa de la ciudad suponía únicamente el valor de ralentizar los acontecimientos, sin que las tropas de Kiev pudieran, incluso en los momentos de mayor debilidad rusa, avanzar sobre el territorio perdido desde febrero de 2022.

El actual foco de la batalla se encuentra a escasos kilómetros de Artyomovsk y ya está causando un discurso muy parecido al de hace un año, cuando Zelensky alegaba que Ucrania no podía permitirse ceder la localidad ya que Rusia tendría “campo abierto” hacia Kramatorsk, una afirmación falsa, como muestra la situación actual. Bajo el fuego de artillería y la aviación rusa, Chasov Yar se ha convertido en el centro de la lucha de este sector del frente. Situada en altura, la ciudad adquiere una mayor importancia. En la primera línea desde hace un año, Ucrania ha contado con el tiempo suficiente para fortificar la ciudad, más cercana a la aglomeración urbana de Slavyansk-Kramatorsk y, por ello, una de las últimas barreras de las que disponen las autoridades de Kiev.

En los últimos días, tanto fuentes rusas como ucranianas han confirmado la aproximación de las tropas de Rusia a la localidad y un primer tanteo de las defensas de la parte oriental de la ciudad. La lucha por la ciudad ha comenzado, aunque sus particularidades y la lentitud con la que se desarrollan los acontecimientos en esta guerra hace presagiar una batalla prolongada. En este contexto, y en vistas de un excesivo triunfalismo, fuentes rusas que observan el desarrollo local de la lucha atendiendo a los detalles y especificidades de las ciudades en las que se producen las batallas han publicado sus análisis sobre qué puede esperarse ahora mismo. Así es como Batfor explica sus expectativas para las próximas semanas:

Chasov Yar, o Chasik, como se la llama, es una ciudad clave de la defensa ucraniana en el norte de la RPD. Se trata del último obstáculo de camino a Slavyansk, Kramatorsk, Druzhkovka, Konstantinovka y Toretsk (aglomeración urbana conocida como Slavkram), la mayor aglomeración urbana del Donbass que aún permanece bajo el control de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Como puede observarse en el mapa, Chasov Yar está situada en un espolón de la cordillera de Donetsk, que domina tanto Slavkram como Artyomovsk. La elevación total alcanza los 200 m, y la altura de los acantilados suele ser de 50-70 metros, en algunos lugares hasta los cien.

El canal Seversky Donets-Donbass , una línea defensiva muy poderosa, discurre por la ladera oriental de esta cresta. El canal atraviesa profundas vigas en terraplenes (marcadas en el mapa) y en algunos lugares cuenta con nichos. En general, cruzarlo no es un caramelo. Hace un año, nuestras tropas consiguieron afianzarse en la orilla occidental del canal, al sur de Artyomovsk, pero luego se vieron obligadas a abandonar esa cabeza de puente.

Ya en marzo, en los accesos a Chasov Yar, se liberó Krasnoe (Ivanovskoye). Sin embargo, es mucho más importante que al norte de Ivanovskoye nuestro ejército haya conseguido recientemente controlar las alturas y acercarse al microdistrito de Kanal. Situado frente al propio canal, este bloque de edificios altos es un Avdeevka en miniatura y su captura será el primer éxito serio de la operación.

La batalla por Chasov Yar entrará en su fase decisiva cuando sea posible cruzar el canal y afianzarse con seguridad en su orilla occidental. Tal vez esto ocurra en la zona del microdistrito de Kanal tras su liberación, o en otras zonas, por ejemplo, al sur, frente a Krasnoe.

En esta zona no se esperan éxitos rápidos: en primer lugar, las dificultades operativas son evidentes y, en segundo lugar, las Fuerzas Armadas de Ucrania se aferrarán a Chasov Yar hasta el final, ya que tras su caída la situación en Slavkram se complicará considerablemente para ellas.

A medida que el frente avanza, con lentitud y a costa de elevadas bajas y gran nivel de destrucción, las batallas cobran mayor importancia ante la posibilidad de que la guerra llegue a puntos más sensibles. En el caso de Donbass, la aproximación a Kramatorsk es el peligro más importante para Ucrania. Las posibilidades de que se produzca a corto o medio plazo pasan por la batalla por Chasov Yar que las tropas rusas tratan de comenzar actualmente.