El ministro más belicista, Volodymyr Omelyan, ministro de Infraestructuras, continúa realizando llamativas y alocadas declaraciones. Acostumbrado a afirmaciones como que el Kuban ruso será parte de Ucrania (idea que comparte con Andriy Biletsky), el ministro no dudó en vestirse para la ocasión en cuanto se declaró el estado de excepción en noviembre y se presentó ante la prensa vestido de militar. Ahora, cuando tanto Poroshenko como Kurt Volker han reafirmado que la opción de tratar de recuperar Crimea por la fuerza no es una opción, Omelyan se reafirma en opciones militares. Pese a hablar constantemente de la opción pacífica, el Gobierno ucraniano no puede, o no quiere, renunciar a dejar abierta la opción bélica (sobre todo si es Estados Unidos quien carga con el peso de la responsabilidad).
A pocas semanas de las elecciones y sin ningún gran éxito que destacar en su ministerio, no queda más que la retórica belicista para destacarse. Las infraestructuras ucraniana, especialmente en lo que respecta a las carreteras, es uno de los aspectos más deficientes del país y, sin posibilidad de conseguir los fondos para la inversión que requiere su modernización, los resultados de Omelyan han sido escasos. Sin embargo, siempre puede culparse a Rusia, como ha hecho esta semana Poroshenko, que ha culpado al país vecino de los problemas del metro de Kiev. “Si no fuera por Rusia, en Kiev ya habría un hyperlooop de nombre Stepan Bandera”, contestaba con ironía un conocido comentarista ruso en las redes sociales. Rusia sigue siendo el centro de la campaña, ya sea para buscar chivos expiatorios o para apelar a Estados Unidos a enfrentarse abiertamente con “el país agresor”. Todo vale para ganarse el apoyo de la parte más radical y más belicista del electorado del país.
El desvarío de Omelyan
Artículo Original: Antifashist
El ministro de Infraestructuras, Volodymyr Omelyan, ha afirmado confiado que el destructor estadounidense USS Donald Cook sería capaz de destruir en su totalidad la flota rusa del mar Negro.
Omelyan lo comentó durante una entrevista en el estudio de la edición de Nikolaev de NikVesti.
Según el ministro, es un hecho que el destructor podría fácilmente convertir en chatarra acumulada en el fondo del mar toda la flota rusa, haciendo así que se detuviera la “agresión rusa” en el mar de Azov y en el mar Negro.
“El USS Cook, que recientemente visitó el mar Negro y que tiene 96 Tomahawks a bordo, podría, en principio, transformar toda la flota rusa del mar Negro en chatarra en el fondo del mar. Los rusos lo saben. Un destructor americano es la garantía de que Estados Unidos y la OTAN están con nosotros, es una garantía de que nadie va a permitir a Rusia hacer lo que quiera en el mar Negro y en el mar de Azov. Me parece que funciona muy bien”, afirmó Omelyan [que parece haber olvidado que Crimea sigue siendo rusa, que Rusia ha construido un puente a Crimea al que se oponían Kiev y la OTAN y que las acciones de Estados Unidos se han limitado a sanciones, en lo que en realidad es una admisión implícita de que Washington no puede ir más allá que actos propagandísticos como la presencia temporal del USS Cook en Odessa, en parte también porque la “agresión rusa” que tanto repite Ucrania es inexistente-Ed].
Hay que recordar que el destructor estadounidense USS Cook de la marina estadounidense, equipado con misiles de crucero Tomahawk con rango de 1.600 kilómetros y un sistema antimisiles Aegis, visita habitualmente el mar Negro. La última vez ha sido el 25 de febrero, cuando atracó en Odessa. El 26 de febrero, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, se reunió allí con el representante del Departamento de Estado de Estados Unidos, Kurt Volker, otros diplomáticos estadounidenses y el comandante del buque.
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