Artículo Original: Daniil Bezsonov
Los oficiales ucranianos no dejan de sorprender con sus declaraciones contradictorias, esas que publican prácticamente a diario. Hace solo unos días escribí que el cuartel general de la Operación de Fuerzas Conjuntas había negado las palabras de Budanov, jefe de la inteligencia militar de Ucrania, sobre el primer uso de sistemas antimisiles Javelin en combate en Donbass y ayer [el jueves] el presidente del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania afirmó que no hay ninguna amenaza de ofensiva a gran escala de la Federación Rusa. Esto Vuelve a dejar claro cómo, usando por ejemplo la CNN, la administración del presidente estadounidense impone sus propios términos a los políticos ucranianos que simplemente dan voz a sus tareas.
En el artículo de la CNN, se citan declaraciones de oficiales ucranianos que afirman que la valoración de la ausencia de tropas rusas concentrándose en la frontera con Ucrania cambió tras “informaciones de Estados Unidos”. “El tono de Ucrania también ha cambiado significativamente desde que fue informada por Estados Unidos. A principios de este mes, los oficiales ucranianos restaron importancia a las informaciones de que Rusia estaba concentrando tropas cerca de la frontera. Ahora, tras extensivas reuniones entre oficiales ucranianos y estadounidenses, el director de la inteligencia militar de Ucrania, el general Kirill Budanov, advierte púbicamente de que Rusia está concentrando tropas para un potencial ataque tan pronto como enero, un marco temporal que coincide con las estimaciones de Estados Unidos”.
La postura de Estados Unidos nos ha quedado clara a todos y también a Ucrania: Rusia concentra tropas y hay que decirlo. Da exactamente igual si existe la más mínima evidencia de ello. Sin embargo, el jueves, en una aparición en el canal 1+1, del presidente del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional escuchamos exactamente lo contrario: “Lo analizamos y sistematizamos todo. Como presidente del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, no veo ninguna de las amenazas de las que el señor Budanov ha hablado hoy”.
En este punto, podemos decir que la postura de algunos oficiales ucranianos difiere notablemente de la que Estados Unidos quiere oír. Una vez más, resulta que el director del Directorado General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, Kirill Budanov, fue a Estados Unidos y repitió las tesis que le habían dictado los jefes estadounidenses y ahora, durante una semana, otros oficiales ucranianos han negado cada punto: el uso de Javelins primero y ahora que tropas rusas se estén concentrando en las fronteras ucranianas.
¿Qué está pasando? ¿La inteligencia no está subordinada a la Oficina del Presidente? ¿Budanov reporta directamente a la administración presidencial de Estados Unidos? ¿O es algo más serio? ¿Tienen miedo las autoridades ucranianas de que Occidente esté empujando a Kiev al abismo de una guerra a gran escala y no quiere repetir la historia de Georgia?
Cada cual puede juzgar por sí mismo. Gran Bretaña anunció recientemente que está preparada para transferir fuerzas especiales de élite a Ucrania. Y ahora las declaraciones se han hecho más serias y provocadoras: los británicos han anunciado también el envío de tanques Challenger 3, vehículos de infantería Boxer, drones y otras armas a Alemania. Todo esto ocurre como parte de la modernización del ejército y la “prevención de la amenaza” de Rusia y China. Gran Bretaña planea reequipar a su ejército en los próximos diez años y destinará 8.600 millones de libras a ello. Pero las afirmaciones de Danilov [normalmente el primero en llamar la atención sobre “amenazas” rusas] son contrarias a lo que dice la agenda internacional, pese a los guiños de sus socios extranjeros. Parece que Zelensky tiene miedo de ser enviado al abismo y no va a colaborar de ninguna manera.
Mientras escribía estas líneas, Zelensky seguía dando una rueda de prensa. Según las normas, Zelensky iba a recibir treinta preguntas de diferentes periodistas en varias tandas. La primera parte de la entrevista se produjo bajo el signo de Ajmetov: Zelensky afirmó que el principal oligarca está involucrado en la preparación de un golpe de estado. Ajmetov estaba presente por medio de un periodista que controla, Savik Shuster, que trabaja en su canal. Tras la diatriba de Zelensky, las palabras pronunciadas el día anterior por Lyashko sobre la introducción del estado de excepción en Ucrania ya no parecen una locura, aunque Zelensky niega esos planes.
¿Resulta que Zelensky había reunido a la prensa para declarar la guerra a Ajmetov y sacarla finalmente a la luz con la esperanza de que la población y la clase política le apoye en ella? Pero lo que hemos observado en esta conferencia de prensa muestra otra cosa: alrededor de Zelensky solo quedan enemigos. No ha habido una sola pregunta leal, constructiva: cada periodista prácticamente ha destrozado al presidente ucraniano. Sin piedad. Y la conversación del presidente con el bloguero militar Butusov acabó en una acalorada discusión en la que Butusov acusó a Zelensky de obstaculizar la operación especial contra los Wagner [una operación supuestamente planeada por los servicios secretos de Ucrania o la Oficina del Presidente para desviar y obligar a aterrizar en Ucrania un avión en el que viajaban miembros de la compañía militar privada rusa para acusarles de crímenes en Donbass y que se vino abajo cuando fue interceptada por las autoridades bielorrusas-Ed], a lo que Zelensky respondió culpando a Butusov de la muerte de soldados ucranianos en el frente a causa de la publicación de su último vídeo sobre el supuesto uso de drones Bayraktar. Yo, presidente de un país, te acuso a ti, bloguero de YouTube.
Butusov ni se planteó tener piedad con Zelensky, que recibió el apoyo de un periodista del canal de Ihor Kolomoisky, que intentó salvar la moral del deprimido presidente de los ataques del bloguero. En pocas palabras, fracaso y vergüenza. Un tipo de conferencia de prensa que no ha celebrado ningún presidente del mundo. Por la intensidad de las pasiones, parecía que el golpe de estado no iba a empezar el 1 de diciembre, sino ahí mismo durante la rueda de prensa. Parecía realmente la última rueda de prensa del presidente ucraniano, la culminación, el momento en el que todos los problemas le cayeron encima en vivo y en directo.
Cuánto podrá sobrevivir Zelensky en el actual estado es una buena pregunta. Los esfuerzos de Kolomoisky no van a salvarle. Contra él están otros dos oligarcas, Ajmetov y Poroshenko, así como docenas de potentes plataformas informativas con grandes presupuestos y puñados de blogueros con ganas además del exministro del Interior Arsen Avakov, con miles de radicales nacionalistas. El nudo alrededor del cuello de Zelensky se ha apretado antes de lo que imaginaba. En realidad, ni siquiera es necesario preguntarse si puede haber una victoria de Zelensky en la próxima carnicería, solo puede negociar y hacer concesiones o un Maidan es inevitable y ya no puede contar con el apoyo de la población.
Este contexto hace posible todo lo incomprensible que está pasando con las declaraciones y desmentidos de los oficiales ucranianos sobre ciertos hechos, como el uso de Javelins o la concentración de tropas rusas en la frontera.
Pero al margen de a qué oligarcas se está enfrentando, Zelensky siempre debe tener en mente que la guerra con Rusia le destruirá. Que siempre recuerde a Saakashvili y el 8 de agosto de 2008. Occidente puede trasladar todos los tanques que quiera a Centroeuropa y prometer enviar cientos de fuerzas especiales a Ucrania, pero nadie le garantizará al 100% que Occidente suministrará una ayuda integral en caso de escalada del conflicto.
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