Las últimas declaraciones de Dmitry Kozak sobre Donbass y las negociaciones de paz son una nueva muestra de la postura que desde 2015 ha mantenido Moscú. Más allá de la simpatía que evidencian las autoridades rusas por la población de la RPD y la RPL y que en estos años se ha manifestado en la entrega de ayuda humanitaria y de una ayuda económica sin la que la situación socioeconómica de la zona habría sido insostenible, Rusia sigue apostando por unos acuerdos que devolverían a Donbass a Ucrania de cumplirse ciertas condiciones. Kozak lo reafirmó recordando incluso que la medida de entrega de pasaportes rusos a la población de Donbass por la vía simplificada es temporal y será cancelada cuando Ucrania cumpla con las condiciones marcadas por los acuerdos de Minsk.
Pese a que han pasado ya siete años desde el comienzo de la guerra y más de seis desde la firma de dichos acuerdos -una distancia temporal que hace cada vez más difícil imaginar una reintegración de la zona en Ucrania-, Rusia insiste en exigir a Kiev el cumplimiento de esas medidas que tantas veces ha recordado no tener intención de cumplir. Quizá con ingenuidad o quizá con la certeza de que el incumplimiento ucraniano no le pondrá en la tesitura de tener que explicar a la población de Donbass que debe volver bajo control de Kiev, Moscú se reafirma en su posición: el retorno de Donbass a Ucrania en ciertas condiciones pactadas por ambas partes según los acuerdos de Minsk o fuera de ellos en caso de acuerdo entre Kiev, Donetsk y Lugansk.
Sin embargo, es importante también la postura rusa en relación con los formatos de negociación para la resolución del conflicto en Donbass. A ello se ha referido Dmitry Kozak, que representa a Rusia en las reuniones de asesores políticos de los líderes de los países del Formato Normandía, que poco a poco ha desplazado al formato de Minsk como principal foro de discusión sobre la guerra. Con ello, Kiev ha logrado que el formato de Minsk sea un foro en el que tratar cuestiones menores o simplemente ratificar y tratar los detalles de decisiones previamente alcanzadas por los países del Formato Normandía (se haya producido o no una cumbre de sus líderes). Como único foro en el que las Repúblicas Populares tienen presencia y voz, ese traslado de la negociación a un formato en el que solo está presente una parte implicada en la guerra y no las dos deja sin voz ni voto a Donbass, que no cuenta con más representación que la que quiera proporcionar Moscú, que una vez más se reafirma en mantener el statu quo de unas negociaciones que han sido la causa del bloqueo del que trata de salir.
Así lo reflejaba ayer Antifashist:
No hay necesidad objetiva de modificar el Formato Normandía, aunque Rusia no tiene mayores objeciones. Así lo afirmó en una entrevista concedida a Politique Internationale cuyo texto ha sido publicado en la página web de la embajada de la Federación Rusa en Francia Dmitry Kozak, jefe adjunto de la Administración Presidencial rusa. Según Kozak, Moscú está convencido de que, cuanto más miembros estén representados en el Formato Normandía, más difícil será alcanzar un consenso.
“En cuanto a la eficiencia, nos parece que el potencial del Formato Normandía no se está utilizando lo suficiente. El Grupo de Contacto de Minsk necesita apoyo urgente del Formato Normandía para superar el bloqueo en el que se encuentra desde 2015. Lo que hace falta no son apelaciones genéricas ni declaraciones, sino recomendaciones lo más específicas posibles para cada uno de los participantes en las negociaciones del Grupo de Contacto. Por desgracia, no hemos sido capaces de llegar a ese punto”, explicó.
El representante ruso dio un ejemplo de comportamiento poco constructivo y completamente ilógico que ocurrió el 26 de mayo de 2021 en la última ronda de negociaciones del Formato Normandía: “Aquel día, Ucrania intentó revisar los acuerdos alcanzados el 22 de julio de 2020 sobre las medidas para reforzar el alto el fuego sustituyendo a Donbass por Rusia como parte responsable de observar el alto el fuego. Los representantes de Alemania y Francia de facto apoyaron esa propuesta de Ucrania. La consecuencia es que el Grupo de Contacto fracasó otra vez en el intento de desarrollar ninguna recomendación del Formato Normandía en el tema más importante: garantizar la tregua”.
“El problema del Formato Normandía es la falta de transparencia y de una postura escrita, lo que reduce significativamente el nivel de responsabilidad de los negociadores. Para aumentar la eficiencia de nuestro trabajo, estamos dispuestos a incluir apertura informativa y confirmación escrita de todas las posturas de los participantes y los resultados de las negociaciones. Sin embargo, nuestras propuestas sobre estos temas no reciben apoyo”, explicó Kozak.
Hay que recordar que el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky insiste en ampliar el Formato Normandía y sugiere que deberían unirse a él Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá.
Como hasta ahora, Moscú se mantiene firme en la idea de una solución negociada entre Donbass y Ucrania. Sin embargo, con el intento de potenciar el Formato Normandía como salida al bloqueo, Rusia contribuye también a alejar a Donetsk y Lugansk de las negociaciones sobre su destino.
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