Conseguidos los objetivos de llamar la atención de sus socios occidentales del peligro al que se enfrenta Ucrania y de culpar a Rusia de un empeoramiento en el frente iniciado por la intensificación de los bombardeos ucranianos en la zona de Gorlovka el pasado febrero, Ucrania busca ahora pasar de nuevo a la fase diplomática. Consciente de que es imposible para el Ejército Ucraniano acabar con las Repúblicas Populares por la fuerza militar -Ucrania ya lo ha intentado y ha fracasado en dos ocasiones-, Kiev pretende presentarse como el defensor de la paz en una guerra en la que siempre ha sido el agresor.
En su intento de volver al statu quo previo a este último empeoramiento en el frente, Zelensky busca ahora, no solo un encuentro con Vladimir Putin que le permita escenificar que la guerra en Donbass es una guerra en la que Ucrania se enfrenta a Rusia sino modificar el formato de negociaciones de Minsk para evitar tener que negociar políticamente con los verdaderos oponentes en la guerra, las Repúblicas Populares. Aprobados en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, los acuerdos de Minsk no pueden ser eliminados tan fácilmente, por lo que Ucrania busca ahora nuevos formatos en los que negociar la resolución del conflicto, que posteriormente sería simplemente ratificada en el foro de Minsk, y modificar los acuerdos, eliminando así las partes que Kiev nunca ha tenido intención de cumplir.
Una mala fe en las negociaciones que se remonta a 2015, cuando el entonces presidente Poroshenko comenzó a dilatar y torpedear las negociaciones por los mismos motivos que ahora Zelensky trata de dinamitar el único foro en el que las Repúblicas Populares tienen voz.
Así lo recogía ayer Antifashist
El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky no para de hablar de cambiar los acuerdos de Minsk. Al mismo tiempo, propone también crear un formato paralelo al formato Normandía de negociaciones sobre Donbass con “jugadores potentes”.
“Puede hacerse como extensión del formato Normandía, un formato separado, un formato paralelo con otros países, con jugadores muy serios y potentes. No solo porque son poderosos, sino porque expresan su deseo de ayudar a Ucrania a terminar la guerra. Creo que esa es la decisión acertada”, afirmó el jefe de Estado de Ucrania durante una visita de trabajo a la región de Jerson según cita su servicio de prensa.
Y una vez más, el presidente ucraniano volvió a apelar a la modernización y renovación del proceso de negociación de Minsk. “Creo que Minsk debe ser flexible. Nadie dice que haya que cerrar Minsk. Pero creo que varios puntos deben ser renovados”, afirmó.
El presidente de Ucrania explicó que ahora mismo se están realizando conversaciones activas en el formato de Minsk, concretamente en los grupos de trabajo del Grupo de Contacto y que se espera un resultado pronto. “Mañana habrá una reunión completa del Grupo de Contacto en formato telemático. Sigo creyendo que todas las partes se aproximarán a tomar la decisión de declarar un alto el fuego de nuevo y recuperar el régimen de silencio en serio, no solo con palabras, sino por escrito”, insistió Zelensky.
Antes, se había informado de que, en una entrevista concedida al Financial Times, Volodymyr Zelensky había afirmado que es necesario introducir cambios en los acuerdos de Minsk. Zelensky añadió que, además de Estados Unidos, a Ucrania le gustaría ver a Gran Bretaña o Canadá en las conversaciones de Normandía sobre Donbass. Estados Unidos, por su parte, se reafirmó en su apoyo a los acuerdos de Minsk. “Seguimos apoyando los acuerdos de Minsk. Para que este marco tenga éxito, Rusia debe cumplir todas las obligaciones que asumió según esos acuerdos, así como trabajar en buena fe para acabar el conflicto en el este de Ucrania”, afirmó el Departamento de Estado según cita TASS.
-Antifashist
Como muestran las palabras del Departamento de Estado, tanto Kiev como Washington defienden un proceso de Minsk de aplicación de los acuerdos según la interpretación ucraniana, es decir, una en la que Ucrania ya ha cumplido con sus compromisos y es Rusia, ni siquiera Donetsk y Lugansk, quien debe cumplir con lo demás. De ahí la insistencia de modificar ciertos puntos. Teniendo en cuenta que hay ciertos puntos que Ucrania se niega a cumplir -negociación directa con las Repúblicas Populares, concesión de estatus especial protegido por la Constitución- y otros aspectos que lleva seis años intentado cambiar -entrega del control de la frontera como paso previo a los puntos políticos-, es sencillo imaginar a qué puntos se refiere Kiev al hablar de la necesidad de renovación de ciertos puntos. Para eso, Kiev desea un formato de negociación en el que, como en Normandía, no tengan presencia las Repúblicas Populares. Pero si ahora cuenta con su presencia y la de dos de sus aliados, Ucrania desea estar apoyada, no solo por Francia y Alemania, sino por cinco países occidentales para tratar de imponer su postura sobre la resolución del conflicto en un foro en el que la parte agredida, las Repúblicas Populares, ausentes, únicamente cuentan con la presencia de Rusia para defender sus intereses.
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