Artículo Original: Komsomolskaya Pravda
Ucrania es un país con soñadores desatados. O las personas en el poder consumen grandes cantidades de sustancias que expanden su conciencia o ellos mismos producen de forma natural esas sustancias. Parece que todo está ahí, primero Kravchuk, luego Zelensky y después cualquiera de las demás en el poder prueban repetidamente lo que pueden hacer.
El viceprimer ministro del gobierno ucraniano y “ministro para los territorios temporalmente ocupados”, Alexey Reznikov, ha prometido deportar a los rusos de la “parte continental” de nuestro país que residan en Crimea. En su opinión, ahora mismo hay al menos 500.000 de esas personas en Crimea. “No son ciudadanos de Ucrania, han venido o voluntariamente o forzados, pero son, de facto, cómplices de este crimen que están cometiendo las autoridades del Rusia, los oficiales del Kremlin”, afirmó en una entrevista concedida al canal de televisión Dom, creado para emitir en los “territorios temporalmente ocupados”.
¿Les gustaría ser obligados a marcharse de Crimea para siempre? Autoridades, por favor, deportadme de Crimea, por favor. Parece imposible imaginar este tipo de cosas sin recurrir a algún tipo de sustancia.
Sin embargo, no parar, porque Reznikov no se paró en lo que ya había dicho. “No me gusta usar la palabra deportación, lleva el espíritu del régimen estalinista. Pero la ley ucraniana prevé la expulsión del país. Es un derecho de cualquier país si hay personas indeseables”, continuó. “Una pregunta sencilla: ¿cómo han llegado 500.000 personas que han llegado al territorio de Crimea y la ciudad de Sebastopol? Si han pasado por la frontera de Chongar, Kalanchak o Chaplinka, a través de un oficial ucraniano, entonces probablemente no haya preguntas para ellos”.
Está claro que el ministro y viceministro ucraniano no ha perdido completamente el vínculo con la realidad, así no ha prometido realizar esta deportación ahora, sino solo cuando Kiev “recupere” Crimea. Y ahí está la palabra clave: cuando. Es decir, ahora mismo las cosas están mal, pero cuando estén bien, entonces lo harán. Vaya.
Está claro que todas esas declaraciones están dirigidas fundamentalmente a los propios ucranianos, para que no se desesperen y que tengan una inyección de confianza de la futura victoria contra Rusia. Un efecto sedante para la población, pero también un efecto de optimismo y movilización. Pero para que tampoco se relajen demasiado, inmediatamente se llama al escenario a los pesimistas, que intentan movilizar a la población a base de temor.
Este papel ha quedado en manos del expresidente de Ucrania Leonid Kravchuk. “Rusia no va a abandonar su principal postura, que está plasmada en su documento fundamental. Lo formula de esta manera: Ucrania, estuvo, está y estará en el sistema de intereses estratégicos rusos”, afirmó el abuelo, al que se ha enviado al Grupo de Contacto de Minsk para la resolución del conflicto en Donbass solo para ganar tiempo. “Esto significa que Rusia quiere destruir Ucrania. Y tenemos que ser conscientes de ello”.
El “documento fundamental” es algo así como el nuevo derecho internacional. Parece que los viejos banderistas (y Leonid Makarovich Kravchuk tuvo contacto con los grupos banderistas de Ucrania occidental desde niño) han decidido poner una mentira encima de otra para mantener a la población aterrada. Por suerte, la población ya no compra esos discursos. Al fin y al cabo, ni siquiera el actual presidente de Ucrania las cree.
Todo es para consumo interno, para meter algo en la cabeza de la población, aunque para Rusia sería mejor que callaran y que no se divirtieran con este tipo de ilusiones.
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