Artículo Original: Ukraina.ru
La vida en la zona de conflicto continúa como hasta ahora. Las unidades del Ejército Ucraniano han abierto fuego en dos lugares en dirección al territorio de la RPD. Así lo informó el 22 de septiembre la representación de la República en el Centro de Control y Monitorización Conjunto. Por su parte, el servicio de prensa de la Operación de Fuerzas Conjuntas informó de tres infracciones de las “tropas rusas de ocupación” (como Ucrania califica a la milicia de la RPD). No hay bajas de combate según el informe.
El estado de “ni guerra ni paz” puede durar mucho tiempo. Las negociaciones del Grupo de Contacto están llegando a un impasse y el Parlamento de Ucrania no tiene prisa por cambiar la resolución sobre las elecciones locales, que contradice los acuerdos de Minsk. El líder de la delegación ucraniana en el Grupo de Contacto, Leonid Kravchuk, lo admitió: mientras la resolución no sea modificada, “todas las cuestiones están bloqueadas”. E incluso las previamente acordadas medidas adicionales de control del alto el fuego están en cuestión (aunque el régimen de silencio parece estar siendo relativamente cumplido).
Como es habitual, Kiev culpa de todo a Rusia. Así, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en su discurso grabado para el 75º aniversario de la Asamblea General de Naciones Unidas el 21 de septiembre afirmó que Rusia está intentando volver a un mundo dividido en esferas de influencia. “Me gustaría recordarles que esto no es solo una guerra en Ucrania. Es una guerra en Europa. Y no es solo una violación de la soberanía e independencia de un Estado, parece un intento de volver a la división del mundo en esferas de influencia”, afirmó Zelensky.
En este punto, es preciso recordar que Rusia no es parte del conflicto sino, como Francia y Alemania, garante de la implementación de los acuerdos de Minsk. Sin embargo, como ha dejado claro el actual Gobierno de Ucrania y ya lo hiciera el anterior, no va a implementarse el paquete de medidas, al menos no de momento. Eso es algo que Moscú comprende. El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, apuntó que no espera ningún gran avance en los acuerdos de Minsk con las actuales autoridades ucranianas.
Casi como si fuera una forma de confirmar esas palabras, el jefe adjunto de la delegación ucraniana en el Grupo de Contacto, Alexey Reznikov, afirmó que la reintegración de Donbass en Ucrania se prolongaría durante 25 años. “El final de la guerra y la reintegración no van a coincidir en el tiempo, porque estamos hablando de una reintegración segura, una que no vaya a desgarrar el país y crear nuevos riesgos. La reintegración segura se prolongará al menos durante una generación”, afirmó Reznikov en el Parlamento el 18 de septiembre. Más adelante, añadió que el Gobierno ucraniano prepara una legislación de transición para Donbass que debería ayudar a reintegrar la región. Esta legislación dejará claro quién es “víctima” y quién debe ser juzgado por “colaboracionismo”.
Es improbable que ese tipo de declaraciones vaya a contribuir a que los residentes de los territorios de Donbass fuera de control de Kiev deseen volver pronto a Ucrania en sus actuales condiciones. Y es improbable que las autoridades ucranianas no sean conscientes de ello.
El analista político Mijaíl Pogrebinsky, en una aparición en el canal 112 Ukraina, sugirió que Kiev puede haber decidido congelar el conflicto. “Parece que nada va a cambiar y parece que la idea es congelar el conflicto. No celebrar elecciones, no solo en ese territorio, sino en todo Donbass, también en la zona controlada por Kiev. Está claro que si se celebran elecciones en la zona controlada por Kiev y el partido del Gobierno saca un 0,0% y los partidos de la oposición se llevan la mayoría, será un fracaso de la política. En ese caso quedará claro que el partido del Gobierno y el presidente están haciendo algo contrario a los intereses de la población, no solo de quienes viven al otro lado de la línea del frente sino también quienes viven en nuestro territorio”, explicó. Según Pogrebinsky, “Reznikov ha sido nombrado para su puesto porque se sabía que estaba en contra de la implementación de los acuerdos de Minsk”.
“Y él hará su trabajo, haciendo como si estuviera trabajando en la reintegración de Donbass, pero en realidad no es más que un engaño, explicando cada vez que hay que votar algo aquí para poder cambiar algo en otro lugar y seguir como siempre, sin celebrar elecciones hasta la desocupación. Nunca se darán los términos que exigen. Y perderemos Donbass”, insistió el analista.
El exdiputado del Parlamento Kiril Kulikov, respondiendo en una aparición en el canal Nash a la pregunta de si Zelensky logrará la paz, afirmó que, en su opinión, si él quisiera, Zelensky podría traer la paz. Pero añadió que, por desgracia, no ve “ninguna decisión directamente tomada por el presidente que elegimos” sino “un juego de niños” en el que los jóvenes ucranianos intentan engañar (en la negociación) a jugadores mucho más experimentados.
Además, el Gobierno envía a su gente a negociar y buscar compromisos, buscar soluciones y “en cualquier momento, los abandona, como ocurrió con Sivojo, cuando el Gobierno dijo: ¿quién es ese general?”. Hay que recordar que Sivojo, el exasesor del presidente del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, creó la idea de una plataforma nacional de reconciliación y unidad, aunque el lanzamiento del proyecto fue impedido por los radicales nacionalistas. Las autoridades no intercedieron por Sivojo.
Kulikov apuntó que la actual situación “de hecho, favorece a todos”, es decir, a todos los grandes jugadores. Pero no favorece a quienes viven en los territorios de Donbass, ni a los ciudadanos de Ucrania, ni tampoco a Zelensky, que prometió la paz. Según el experto, cada día más de guerra resta la popularidad del actual presidente de Ucrania, que “tendrá que olvidarse de la popularidad”.
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