Artículo Original: Yulia Andreenko / Komsomolskaya Pravda Nunca llevaba guantes, porque, desde que nació, sus manos parecían manoplas. Antes de nacer, los dedos de sus manos y de sus pies se quedaron pegados, nunca se separaron. Es algo que se conoce como sindactilia y es aún peor de lo que parece. Vika Karaseva, una niña … Sigue leyendo