Contra los símbolos

Artículo Original: Andrey Manchuk

El Instituto Ucraniano de la Memoria Nacional exige que se desmantelen dos icónicos monumentos situados en la localidad de Kajovka y que son consideraros símbolos de la ciudad. Así lo confirmó en Facebook el alcalde Andrey Dyachenko. “Noticias decepcionantes. El ayuntamiento de la ciudad de Kajovka ha recibido una carta en la que se le requiere desmantelar la “Legendaria Tachanka”. El Instituto de la Memoria Nacional cree que el monumento más grande de la región de Jerson «simboliza el régimen totalitario comunista» y el sujeto de la descomunización”, escribió el alcalde, que acompañó el post de una imagen de la carta que ha enviado el ministerio de la verdad de Ucrania.

El documento realmente exige que se desmantele el icónico monumento y también el no menos conocido “Chica de uniforme”, que adorna una de las plazas de la ciudad. El Instituto de la Memoria ha insistido también en que las autoridades se enfrentarían a consecuencias legales en caso de no acatar la ley de descomunización y podrían ser condenados a una pena de hasta cinco años de prisión y confiscación de propiedades. Sin embargo, el alcalde de Kajovka sigue guiándose por la opinión de los residentes locales, que hace un año votaron contra el lema “ejército-fe-lengua ucraniana” de Poroshenko, obviamente con la esperanza de que cambiara el curso nacionalista del Gobierno.

Así que el alcalde pretende luchar por la preservación del monumento y espera además conseguir rédito político de ello en las próximas elecciones locales. “El 16 de enero se celebra una sesión extraordinaria para proteger el futuro del monumento. Así será. No se trata solo del destino de un monumento, sino del símbolo de la ciudad. Estoy 100% seguro de que Kajovka está en contra y se manifestará contra la descomunización. Como alcalde, lucharé por la preservación del monumento como el primero. En paralelo, también estoy preparando una petición al presidente. Estoy convencido de que los ciudadanos de Kajovka no nos perdonarían que les dejáramos sin Tachanka”, afirmó. El alcalde tampoco olvidó recordar que la responsabilidad de demoler el monumento recae en el líder del Instituto de la Memoria Nacional, Anton Grabovich, nombrado por el presidente Zelensky.

El intento de destruir monumentos populares y apreciados por la sociedad, monumentos que han sobrevivido a la era Vyatrovich, vuelve a demostrar que el equipo de “Servidor del Pueblo” sigue la misma línea ideológica que sus predecesores e incluso intenta sobrepasarles en la dureza de las políticas de la yihad nacionalista. Y ahora vuelven a recordar a los ucranianos que cualquiera que lidere el Instituto de la Memoria Nacional, esta autoridad represiva continuará con su campaña de revisionismo histórico y vandalización de la herencia de la época soviética. Hasta entonces, hasta que la institución cierre sus puertas, como se exige al nuevo presidente.

“Esta es otra confirmación más de que el cambio de liderazgo en instituciones antidemocráticas no cambia sus prácticas. El Instituto Ucraniano de la Memoria Nacional ha enviado al alcalde de Kajovka una carta con la exigencia de desmantelar el símbolo de la ciudad y la “Chica de uniforme” alegando que promocionan el totalitarismo y son sujeto de la ley de descomunización. Y no lo hace el luchador por los derechos humanos y libertador Stepan Bandera, cuya imagen se colocó en la fachada del ayuntamiento de Kiev y cuyo nombre se ha dado a una avenida de Kiev”, se quejó el artista Anatoly Ulyanov, al que se ha concedido asilo político en Estados Unidos por la persecución que sufrió en Ucrania.

Ulyanov recordó también que otras agencias del Gobierno de los “servidores” continúan financiado generosamente proyectos de los nacionalistas de extrema derecha sin reparar en gastos: “El Ministerio de Juventud y Deportes ha asignado nueve millones de grivnas a los ganadores del concurso de educación nacional-patriótica. Son las organizaciones nacionalistas que ofrecen proyectos de valores de formación de la conciencia nacional-patriótica de los niños y jóvenes. Gran parte de los proyectos ganadores se dedican al enaltecimiento de UPA, Bandera, Shujievich y otros héroes de los defensores de la idea del nacionalismo totalitario ucraniano. Los contribuyentes ucranianos pagarán por las iniciativas militares para superar la desmilitarización de la juventud ucraniana y para preparar psicológicamente a los jóvenes para que sean reclutados para el ejército según los estándares de la OTAN. Claro, hay que preparar psicológicamente para que tus hijos vayan a ser carne de cañón y morir por la patria”.

Según la prensa, el Gobierno de Honcharuk ha asignado a los nacionalistas aún más dinero que el recibido en tiempos de Poroshenko, lo que demuestra otra vez el profundo vínculo entre las anteriores autoridades y las actuales. La mayor parte de los nacionalistas ucranianos realmente odian al equipo Ze, al que consideran una quinta columna del Kremlin, y los “servidores del pueblo” intentan ganarse la confianza del pueblo a base de dejarles hacer prácticamente lo que quieren. Y con ello rechazan a la mayoría de sus votantes, que apoyaron a Zelensky con la esperanza de que se abolieran la ley sobre el uso de la lengua y la ley anticomunista.

El destino de los famosos monumentos, adorados por muchos habitantes de Ucrania y del espacio postsoviético, se está convirtiendo en una dramática representación de la política ucraniana contemporánea. Es evidente que los ciudadano de Kajovka se opondrán al desmantelamiento del monumento y que tendrán la solidaridad de muchos artistas, porque el “Legendario Tachanka” es un monumento único, de los que ya no quedan en Ucrania tras ser desmantelado, y vendido por partes y como chatarra, el monumento equino de Lviv Brody.

El otro monumento similar se encuentra en la región rusa de Rostov, pero es inferior al de Kajovka tanto en valor artístico como en tamaño. No tendrá menos defensores la “Chica de uniforme”, el monumento que homenajea a los revolucionarios y soldados de la guerra civil reflejados en los poemas de Mijail Svetlov y que además muestra a una de las principales heroínas de la Gran Guerra Patria. Así que el intento de retirarlo parecerá, a ojos de la sociedad, otro acto de revisionismo histórico, por no hablar del hecho de que el vandalismo es contrario a las últimas tendencias feministas.

Sin embargo, los nacionalistas de Kiev amenazan con enviar a esta ciudad del sur del país a unidades de combate para impedir una reunión del ayuntamiento y, si es necesario, para destruir los monumentos. Así se está publicando en los canales de Telegram de las organizaciones neonazis. De esta forma, se presenta ante Zelensky un nuevo dilema: dejar hacer a los fanáticos del departamento de Gravobich y Vyatrovich y alienar así a su electorado o proteger a los monumentos y conseguir que se produzca otra ola de odio patriótico. Todo ello en un contexto de alarma social por la situación en Ucrania, donde la población amenaza con protestar contra la anarquía de los oficiales de policía. Y la batalla de Kajovka puede ser decisiva en la política ucraniana, como ya lo fuera hace cien años, en 1920, cuando se produjo la batalla de Kajovka que se representa en el famoso monumento.