Las pérdidas que ha sufrido el ejército ruso en las últimas semanas, que se han traducido en importantes pérdidas territoriales y el riesgo a mayores repliegues, especialmente en la zona de Jerson, cuya logística se ve complicada por el cruce del Dniéper, han sacado a relucir ciertas carencias en la operación militar especial y también en el propio aparato del ejército. Con ocho años de ventaja y curtido en las trincheras, el ejército ucraniano tenía además una ventaja añadida. Y es que mientras, con ayuda de sus socios extranjeros, Ucrania movilizaba y enviaba al frente a sus soldados, con los que realizaba un fuerte trabajo ideológico, y reforzaba sus unidades con los consejos de la OTAN y según las tendencias más modernas, Rusia se mantenía estancada en un modelo de desarrollo que no se corresponde al momento actual. No es casualidad que haya necesitado de la ayuda iraní para cubrir una carencia objetiva: la escasez de drones de combate.
Hace unas semanas, cuando el rendimiento de las tropas rusas se resentía en la región de Járkov, el presidente ruso Vladimir Putin elogió la actuación de los soldados de las Repúblicas Populares, que en Donetsk y Lugansk han soportado gran parte del peso de la lucha de primera línea. Esos ejércitos, creados de forma improvisada en 2014, pero con experiencia en las trincheras, suponen ahora una ayuda a la hora de reorganizar la operación militar especial, la intervención rusa que, si pretende aguantar las ofensivas ucranianas, tendrá que realizar más cambios que la ayuda que supondrá la llegada de los reservistas movilizados. Al contrario que el comando ruso, la persistente amenaza ucraniana ha impedido a esas tropas, que han pasado años en las trincheras, caer en actitudes complacientes.
Artículo Original: Antifashist
“Las nubes se acumulan como una capa que se ha asentado en lo más alto de la cadena de logística del ejército. Se están revelando tantos hechos sobre la transformación del ejército en una entidad comercial privada que mucha gente no acabará bien. Incluso entre los generales de base está apareciendo la exigencia de renovación de todas las estructuras de suministro, es decir, se está haciendo saber a qué achacan las bases todos los problemas que ha mostrado la operación especial. La oportunidad de iniciar el proceso de mejorar una maquinaria tan potente como es el ejército, bien merece empezar una operación especial”, afirmó el fundador y comandante del batallón Vostok, Alexander Jodakovsky.
Según Jodakovsky, las autoridades deberían observar de forma cercana y estricta que “los comités de soldados son algo inofensivo para el ejército”. “Hay una cosa que no sé: ¿Cómo se mantiene el equilibrio? Si se da más derechos a las autoridades, inevitablemente usurparán las posiciones. Si se da más derechos a los soldados, no habrá victoria. ¿Dónde hay un cuerpo imparcial y objetivo que vaya a juzgar y, si es necesario, condenar a ambos”, se pregunta el comandante.
Alexander Jodakovsky cree que los rusos movilizados deben ser enviados a unidades activas bajo oficiales sobre el terreno, con experiencia de combate en lugar de crear formaciones nuevas “de la nada”.
“Esta es la opción más correcta: reabastecer de personal a las unidades que han sufrido pérdidas, unidades en las que hay tanques, artillería, inteligencia y comunicaciones en lugar de crear nuevas formaciones que no disponen de nada. Vostok, por su parte, defiende la idea de enviar a los veteranos que ahora mismo están siendo tratados de sus heridas a los puntos de encuentro de los distritos federales de la Federación Rusa para tratar directamente con los reservistas movilizados, hablarles de la vida en el frente y sobre cómo sobrevivir en las condiciones de combate. La idea nació durante una conversación muy significativa con el enviado plenipotenciario de uno de los distritos y creo que verá sus frutos”, insistió el comandante.
Según Jodakovsky, un grupo de veteranos de Vostok, que trabajan en los puntos de encuentro en los distritos centrales de Rusia y que están tratando con los reservistas movilizados, han llegado a la conclusión de que, en general, son personas normales, aunque también hay provocadores. “Esta es la conclusión: hay normalidad, pero también hay provocadores insatisfechos. Conocemos el entorno, algunos pueden resultar saqueadores de primer nivel. En 2014, había algunos de ellos incluso entre los voluntarios, así que nuestro centro de detención preventiva antes del juicio nunca estuvo vacía”.
Según Jodakovsky, lo más peligroso en la guerra es el silencio, cuya traicionera y productiva traición es la que se lleva la mayor parte de las vidas e incapacita a muchos soldados. Así que el arma más importante de un soldado contra la muerte es, según el comandante, la pala. “Es la pala la que tiene que llegar antes que nadie a cualquier batalla normal, hay que comprobar que el asa está bien atada a la parte de metal y que todo funciona correctamente. El 70% de las bajas no son por un impacto directo o por una bala, sino por un fragmento de metralla que vuela en paralelo al suelo. Si no estás sobre el nivel del suelo, el fragmento no te afecta. Así que nunca hay que dejarse engañar por el silencio ni perder la oportunidad de cavar una protección. Eso es lo que les dije a los voluntarios rusos que vinieron para conseguir la victoria con nosotros y es lo que aconsejaría a todos aquellos a los que les espere este destino en el futuro”.
Una rusia de siglo 20 pide ayuda a iran del siglo 16 ayuda para luchar contra formas de vida del siglo 21…
Les pasará lo mismo que pasa con el partido creado con dinero irani en España, será un fracaso! Los neanderatales militares y políticos deben desaparecer…
Me gustaMe gusta
El principal problema del ejército ruso es que han asumido demasiados riesgos sin disponer de los suficientes efectivos en el teatro de operaciones.
Literalmente han «descansado» en la artillería y la aviacion táctica para «barrer» ucranianos y esto ha ido saliendo bien hasta que tarde o temprano te agotas y te agotan.
Ha sido una huida hacia adelante hasta que ya no puedes más.
Añadir a esto primero la falta de previsión, uno no hace una movilización parcial a estas alturas, tenía que haberse iniciado a las dos semanas del conflicto, cuando era ya evidente que Ucrania no iba a colapsar de forma inmediata. Pero más vale tarde que nunca.
Lo que es inconcebible es que se esté esperando a los efectivos movilizados recientemente para revertir la situación actual que sin ser dramática no es precisamente óptima.
Estos reservistas movilizados de momento y salvo honrosas excepciones individuales sólo están capacitados para el apoyo a la fuerza, consolidar la retaguardia y reemplazar a unidades que son ya operativas pero están en territorio ruso.
Estas unidades operativas que espero existan en territorio ruso son las únicas que podrían llevar una ofensiva en condiciones, no los nuevos movilizados.
Mucho me temo que el Ejército Ruso y aliados van a estar sufriendo las embestidas del ejército ucraniano durante lo que queda de octubre y noviembre y que los reservistas se están desplegando para tapar los rotos que hagan los ucranianos.
No va a ver ninguna ofensiva de invierno, ni de unos ni de otros, el invierno en estas latitudes y con estos contendientes no supone ninguna ventaja para ninguno de los dos bandos, ninguna. Lo más probable es que para finales de noviembre unos y otros se pongan a cavar para fijar posiciones y ver pasar el invierno con, eso sí, algún golpe de uno y de otro pero nada más.
La posible ofensiva será para febrero, ahora no es el momento.
Todos los ejércitos tienen problemas logísticos y de doctrina cuando pasan a la acción, está en sus responsable identificar, analizar y evaluar las desviaciones que se producen del paso de la teoría a su empleo en combate, esto aún siendo una debilidad del ejercito ruso no es lo determinante en este conflicto.
Me gustaMe gusta