Cualquier excusa es buena

En línea con la postura mantenida ante la reunión celebrada ayer entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Ucrania busca ahora presentarse como un actor con capacidad de influir en otra cuestión que está fuera de su alcance: el inicio de operaciones del gasoducto Nord Stream-2, cuya construcción se encuentra ya en las fases finales, lo que imposibilita su cancelación y ha provocado ya la retirada de sanciones de Estados Unidos, posiblemente para que esas sanciones no fueran vistas como incapaces de conseguir el objetivo de paralizar la construcción.

Ucrania, cuya posición internacional se encuentra absolutamente a merced de la postura de sus aliados -entre los que se encuentra Alemania, principal beneficiario del proyecto y que únicamente ha presionado a Moscú para que no detenga completamente el tránsito de gas a través de Ucrania una vez que el gasoducto comience a transitar gas directamente entre Alemania y Rusia-, desea presentarse a nivel interno como un actor capaz de presionar a Rusia y a Occidente en busca de unos objetivos imposibles. Kiev no solo busca ya que se mantenga el tránsito de gas ruso a través de Ucrania, lo que garantiza unos ingresos importantes para el empobrecido país, sino que quiere más, mucho más.

Así lo recogía ayer Vzglyad:

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, ha planteado a Rusia y a la Unión Europea las condiciones según las cuales Kiev aceptaría la puesta en marcha del gasoducto Nord Stream-2 y ha apuntado a que el país quiere conseguir seguridad energética. El presidente ucraniano se ha quejado de que, si el gasoducto inicia sus operaciones, Rusia puede obligar a Kiev a iniciar un diálogo directo con las autoproclamadas repúblicas de Donbass. Según informa RIA Novosti, en su opinión, Moscú está “derrotando a todos” en la cuestión del Nord Stream-2.

“Debemos tener garantías de seguridad, creo que es bastante justo. Y la mayor garantía de seguridad es la recuperación de nuestros territorios”, afirmó Zelensky. Al responder a la pregunta de qué compensación desea Ucrania de Rusia y de Occidente, el presidente ucraniano afirmó que espera el final de la guerra, calma y estabilidad, el retorno del control sobre sus territorios y seguridad energética. De lo contrario, según insistió Zelensky, Kiev “luchará por su soberanía y contra el Nord Stream-2 le guste o no a Europa”.

El presidente aclaró que ni siquiera él mismo cree que esta postura vaya a permitir “retornar” Crimea y Donbass. “No podemos solucionar todos estos casos que he mencionado solo haciendo una pregunta”, afirmó.

Al mismo tiempo, Zelensky encontró difícil responder a la pregunta de cómo va a presionar Ucrania a los países occidentales para que hagan algo. Según el presidente ucraniano, es injusto, que los ucranianos estén muriendo por los valores europeos y de la OTAN. “No estoy diciendo que tenga que morir otra gente, ni de los países europeos ni de Estados Unidos (…). Solo que nosotros estamos defendiendo esos principios con pasos concretos, no solo con palabras, desde hace muchos años”, se quejó.

Antes, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, había afirmado que la condición para la puesta en funcionamiento del Nord Stream-2 debería ser “la desocupación de los territorios ucranianos y seguridad energética para Ucrania”. Kuleba explicó que había puesto sobre la mesa la cuestión en sus conversaciones en Berlín.

-Vzglyad

Sin posibilidad alguna de paralizar un proyecto prácticamente finalizado, Ucrania no solo no renuncia a plantear unas condiciones que no tiene posibilidad alguna de imponer, sino que cada vez exige más a cambio de permitir algo que no está en su mano. De nuevo, Kiev pretende vincular la situación en Donbass en un intento más de conseguir que sus socios occidentales logren para Ucrania lo que ni su ejército ni su presión económica ha logrado en siete años: acabar con las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk. Cualquier excusa es buena para exigir a Estados Unidos y la Unión Europea más armas y más apoyo militar.