Artículo Original: Alexey Zotiev
En la nueva Ucrania, la Ucrania “libre e independiente”, existe una tradición: cada primavera, se espera la agresión rusa, una agresión abierta y evidente que, según el infinito número de expertos, debe manifestarse en forma de ofensiva del Ejército Ruso en los territorios adyacentes a la RPD y la RPL. El hecho de que en más de seis años no se haya cumplido una sola de las previsiones de los analistas no detiene a nadie. Hoy, en vísperas de la inevitable llegada de la primavera, la prensa ucraniana vuelve a la carga con alarmantes informaciones, cada una de las cuales predice toda una serie de terremotos en el “joven Estado europeo”.
Esta misma mañana, el exoficial de inteligencia militar y actual voluntario Andriy Rimaruk ha explicado a los ucranianos que “a lo largo de los últimos 2-3 meses, los terroristas de la RPD/RPL se han preparado activamente para contraatacar sobre las posiciones ucranianas o incluso para irrumpir en el territorio”. Según el voluntario incluso la misión de la OSCE ha registrado desde finales de noviembre entrega de equipamiento militar a través de la frontera ruso-ucraniana y se ha realizado la rotación de la composición militar de las tropas “terroristas”. Por cierto, si deciden perder su tiempo y leen los informes que los observadores internacionales de la OSCE publican regularmente, no encontrarán en ellos una sola mención a que equipamiento militar ruso haya cruzado la frontera de las Repúblicas no reconocidas. Pero parece que Rimaruk tiene sus propias fuentes, con las que comparte información confidencial que no aparece en los informes oficiales. Al mismo tiempo, según el “voluntario”, todavía es imposible predecir por dónde intentarán avanzar los “terroristas”. Es posible que se dediquen a disparar contra ciudades del frente para provocar la respuesta del Ejército Ucraniano.
Otro ejemplo de predicción que en realidad no predice nada y que cualquier analista con mínimos conocimientos ve que es un completo sinsentido. Predice una ofensiva de las milicias de la RPD y la RPL, pero, al mismo tiempo, habla fundamentalmente de contraataque y mientras se centra en la preparación de un grupo de ataque habla de reforzar la segunda y tercera línea de defensa de la milicia. Resulta que los ucranianos no temen un ataque de las milicias reforzadas por el ejército regular ruso sino un contraataque que siguiera a un ataque del Ejército Ucraniano.
Por cierto, sobre una posible ofensiva ucraniana. Algunos expertos rusos siguen pecando con similares predicciones. La idea es simple. Como Ucrania ha dejado de hablar de la necesidad de atacar las posiciones de la RPD y la RPL, quiere decir que están tramando algo. La histeria ha llegado también a la persona que oficialmente lidera la delegación de Ucrania en el Grupo de Contacto y que debería dedicarse a apelar a la resolución pacífica y el paso del conflicto militar a un conflicto únicamente diplomático.
“Si nos fijamos en los últimos acontecimientos, son evidentes. Ayer y hoy nuestros soldados han sido asesinados, están disparando, ya usan mortero de 120mm, es decir, están infringiendo todos los acuerdos posibles. Daré mi opinión, yo respondería de la misma manera: respondería a cada disparo con un disparo. No hace falta inventar si ha sido una provocación o no. Un disparo es un disparo. Si ellos disparan, se les debe responder de la misma manera”; afirmó el domingo en el canal Ukraina 24 Leonid Kravchuk. Al mismo tiempo, Kravchuk prefirió no mencionar a los observadores de la OSCE, los mismos a los que se refería el exoficial de inteligencia y ahora voluntario, cuyos informes indican, por norma, que gran parte de los ataques se producen por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
En general, ha caído sobre Ucrania la fiebre primaveral causada, no tanto por el miedo a un ataque de las milicias de las Repúblicas no reconocidas con apoyo de Rusia, sino por la psicosis masiva de todo tipo de “expertos y analistas” que están muy preocupados por haberse quedado fuera del ciclo informativo y haber caído en la obsolescencia.
Cualquier afirmación que prediga una reanudación de las operaciones militares a gran escala en Donbass debe tratarse más o menos como una predicción astrológica. Da igual si se cree o no, no cambia nada. Es simplemente imposible predecir tal operación a gran escala basándose únicamente en la opinión subjetiva de varios “animadores de salón retirados”. Cualquier persona en su sano juicio comprende que hace tiempo que el conflicto en Donbass pasó de la fase militar a la fase política. Así que es muy difícil predecir el futuro curso de los acontecimientos, ya que las propias autoridades de Ucrania, un sistema sin duda independiente, no saben qué les pueden “recomendar” hacer sus socios occidentales mañana.
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