Artículo Original: Andrey Manchuk
Los conciudadanos del presidente han dejado de confiar en él solo un año después de su triunfo político. En Krivoy Rog, ha ganado las elecciones con un amplio margen Konstantin Pavlov, de la Plataforma Opositora Por la Vida, que ha obtenido el 56,97% de los votos en la segunda vuelta y no ha dado opción a su rival, Dmitry Shevchik, director de la Central GOK de Rinat Ajmetov y que representaba al partido del presidente.
La Comisión Electoral Municipal de Krivoy Rog ya ha recibido todos los documentos de las comisiones de los distritos y los “servidores del pueblo” no van a recurrir los resultados, ya que la voluntad de los ciudadanos locales es ciertamente evidente. Esa voluntad, unida al sentir general de los votantes ucranianos, no presagia gran optimismo para las actuales autoridades.
El resultado de las elecciones de Krivoy Rog es un signo de la actual situación política en el país, no solo por la importancia económica de esta ciudad, que aunque ha perdido capacidad industrial sigue siendo uno de los centros industriales del Estado. Krivoy Rog es la ciudad natal de Volodymyr Zelensky y hace solo un año, su fuerza política tenía aquí un enorme apoyo que dio alas a su exitosa carrera.
Esta circunstancia ha dado a las elecciones locales una dimensión nacional y cierto simbolismo. No sorprende que el presidente acudiera en persona para hacer campaña por su candidato, mostrando así sus esperanzas de éxito. Es más, los “servidores del pueblo” han fracasado en las elecciones locales de todos los centros regionales y una victoria en Krivoy Rog habría sido una especie de premio de consolación o una victoria de prestigio que ayudara a preservar la cohesión interna del presionado grupo del equipo Ze.
Zelensky no puso sus esperanzas únicamente en su carisma. Los estrategas políticos de Bankova pusieron en marcha serias medidas para garantizar el éxito del candidato progubernamental. Tras la primera vuelta, el entonces alcalde Yury Vilkul sorprendentemente se retiró de las elecciones, a pesar de haber obtenido el 44,96% de los votos frente al 25,94% de Shevchik. El futuro ganador Pavlov obtuvo el tercer puesto, muy por debajo de Vilkul en popularidad y fama. Y aunque quien había dominado durante años la ciudad se retiró de las elecciones por motivos de salud, muchos están convencidos de que su retirada se debía a un acuerdo entre Ajmetov y Zelensky para garantizar la victoria de su candidato.
Sin embargo, todo ha salido de forma muy diferente. El enorme descontento con las autoridades, unido a un año y medio de promesas incumplidas, ha resultado en un voto de protesta masivo, que ni siquiera la pandemia ha podido evitar. Pavlov ha conseguido en la segunda vuelta seis veces más votos que en la primera vuelta, ya que todo el electorado de Vilkul le ha votado. El alcalde también mostró cierto apoyo al candidato de la Plataforma Opositora, obviamente para negar los rumores de un acuerdo con Rinat Ajmetov.
Sin embargo, la opinión de los analistas ha sido unánime: los ciudadanos de Krivoy Rog han apoyado a Konstantin Pavlov, no tanto como un apoyo al partido opositor sino como castigo a Servidor del Pueblo. En principio, parecían dispuestos a votar a cualquiera de sus oponentes.
Todos estos sentimientos son la consecuencia de la dramática huelga bajo tierra que duró más de un mes en las minas Oktyabrskaya, Gvardeiskaya, Rodina y Ternovskaya. Cientos de trabajadores se negaron a volver a la superficie, exigieron un aumento salarial, mejores condiciones de trabajo y la vuelta a los ascensos por experiencia para los mineros. Los dueños de la combinada de hierro de Krivoy Rog, propiedad conjunta de Metinvest y Privat Group [de Ajmetov y Kolomoisky] no quisieron hacer concesiones a los mineros hasta el final. Presionaron a los huelguistas e intentaron matarlos de hambre. Sin embargo, los participantes en la huelga disfrutaron de un gran apoyo de los ciudadanos. Organizaron protestas frente al ayuntamiento, con evidente apoyo de Vilkul y de la Plataforma Opositora Por la Vida, que esperaban cobrar dividendos de esta situación.
Los ciudadanos de Krivoy Rog se molestaron por la postura del presidente Zelensky, que no interfirió en la dramática crisis, con lo que mostró que dejaba hacer a los más ricos oligarcas ucranianos. El resultado es que los trabajadores obtuvieron concesiones parciales de los dueños, aunque rápidamente se llevó a los tribunales a los líderes de la huelga y las autoridades ucranianas no los han protegido de la sistemática arbitrariedad de los dueños. Todo esto ha predispuesto a votar contra los “servidores del pueblo” a los votantes de Krivoy Rog, muchos de los cuales tienen familiares y amigos entre los mineros que protestaban en el subsuelo. Y muchos ciudadanos también han expresado su insatisfacción con la situación en las clínicas locales, que nunca estuvieron preparadas para la segunda ola de coronavirus, que se ha cobrado la salud y luego la vida de muchos ciudadanos.
“Son el poder. El Gobierno central, que cínicamente saca los últimos céntimos de la población y quiere hacer del autogobierno local un títere que pueda controlar. Básicamente son forasteros. Para ellos, Krivoy Rog es un agujero, un vacío. Porque vinieron a llevarse el hierro, el metal y no han dejado nada a cambio. Son extraños. Por un aplauso y por una falsa popularidad son capaces de agacharse ante cualquiera. Para ellos, nuestra ciudad no es más que un punto en el mapa. Hoy están aquí y mañana donde el aire sea más limpio y la vida más cómoda. Sus promesas están vacías. Son maestros de la palabra. Son artistas de los vídeos bonitos que no llevan pan a la población”, estas palabras de las octavillas electorales de Konstantin Pavlov cayeron bien en el humor de la población. Y los ciudadanos felizmente se aprovecharon de la oportunidad de librarse de Zelensky y Ajmetov, que también sufrió una desagradable derrota en este episodio.
“La derrota de Shevchik muestra una caída en la confianza no solo en el partido sino en el propio Zelensky incluso en su ciudad natal. La derrota de Shevchik también es una derrota para Ajmetov, que se propuso conseguir una victoria segura. Es un indicador de que la influencia política del oligarca y la confianza en él y sus gestores no es enorme incluso en las ciudades en las que se ha asentado (en Krivoy Rog se encuentran activos clave de Ajmetov, que le generan grandes beneficios). Las victorias de los candidatos cercanos Ajmetov en Mariupol, Slavyansk y Zaporozhie no son indicativas, ya que en los tres casos estamos hablando de los alcaldes en ejercicio, donde se votó simplemente por continuidad, no por “personas de Ajmetov” o representantes de algún partido. En el duelo entre dos candidatos que no tenían el bastón de alcalde, un manager general de Ajmetov en una candidatura de Servidor del Pueblo ha perdido”, escribió Igor Gruzhva, editor jefe de Strana.ua.
“Bueno, amigos, Krivoy Rog ha votado por el candidato opositor. Posiblemente estéis enfadados, pero no podéis tomar por tonta a la población. Ellos os han calado hace tiempo y ahora solo va a empeorar, preparaos”, comentó el exdiputado comunista Spiridon Kilinkarov. Y es verdad, la derrota en casa pone en cuestión el futuro político del presidente ucraniano. Al fin y al cabo, todos ven que el crédito de confianza ya se ha agotado e incluso en la ciudad de Volodymyr Zelensky los ciudadanos se han negado abiertamente a apoyarle solo un año después de su triunfo político. Todo ello a pesar de los sentidos actos de propaganda en casa de sus padres, emitidos por los canales de televisión ucranianos.
El invierno no ha hecho más que empezar y será el invierno más difícil para Ucrania desde mediados de los noventa. La pandemia, la cuarentena, apagones eléctricos, cortes de agua y gas, aumento de precios, una guerra que no acaba, una nueva ronda de discriminación contra la lengua rusa. Todo ello acabará con la popularidad que le queda a Zelensky, haciendo de su rápido éxito una historia de un fracaso igualmente precipitado.
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