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Bandera, Donbass, Donetsk, DPR, Ejército Ucraniano, Extrema Derecha, LPR, Minsk, Praviy Sector, Rusia, Ucrania

Un héroe de Ucrania

La libertad no se regala, hay que luchar por ella. La guerra no termina en la paz, termina en la Victoria.

Dmytro Kotsyubailo

El 1 de diciembre 2021, Dmytro Kotsyubailo, alias DaVinci, recibía de Volodymyr Zelensky el título de Héroe de Ucrania y la orden de Estrella Dorada. Nacido el 1 de noviembre de 1995 en una pequeña localidad del oblast de Ivano-Frankivsk, apenas cumplidos 26 años, se convirtió en uno de los militares ucranianos más jóvenes en recibir la heroica designación por sus esfuerzos en proteger el territorio y la soberanía de Ucrania en 2014.

Se trata de una decisión llamativa puesto que Kotsyubailo era entonces comandante de una unidad de voluntarios de corte ultranacionalista, la 1ª Compañía separada de asalto DUK del Praviy Sektor, conocida como los “Lobos de DaVinci”. Sólo tras la intervención rusa en Ucrania de 2022, la unidad sería reconvertida en la 67ª Brigada mecanizada de las Fuerzas Armadas de Ucrania, una unidad de extrema derecha más integrada en las estructuras oficiales del Estado.

El significado del título otorgado

Aunque en aquel momento pasara en gran medida desapercibido fuera de Ucrania, el título otorgado a Kotsyubailo constituía un síntoma de algunos cambios relevantes.

Por una parte, se trataba de un máximo nivel de reconocimiento a un tipo de acción paramilitar, formalmente ajena a las estructuras militares del país; y no a cualquier tipo de acción paramilitar, sino a una de las más claramente inspiradas en los presupuestos de la ultraderecha ucraniana clásica, enlazada históricamente con la OUN y la UPA. Aunque extendía el significado del premio a “todos los voluntarios … que tomaron las armas en 2014 y fueron a defender su país”. Kotsyubailo enfatizaba acertadamente que la distinción se otorgaba “a un participante en operaciones de combate como parte del Cuerpo Ucraniano de Voluntarios del «Praviy Sektor«, una de las fuerzas de choque de Maidan y cuyo líder se ha jactado repetidamente de causar los primeros escarceos de la guerra.

Por otra parte, y de forma mucho más relevante, se reconocía a uno de los principales representantes, dentro de las estructuras militares presentes en Donbass, de una visión extremista y belicista del conflicto que, como ha revelado el paso del tiempo, acabaría por hacerse dominante no sólo en Ucrania sino también en la Unión Europea.

A diferencia de lo que ocurre con otras unidades militares ultranacionalistas, como el regimiento Azov, la concepción de Kotsyubailo carece de relevancia en la dimensión ideológica. En esa dimensión, las aportaciones del comandante de DaVinci no pasan de la reafirmación de los mitos banderistas y de la reivindicación de la historia de grupos como OUN y UPA. Una historia de continuidad familiar ya que, según la abuela de Kotsyubailo, un bisabuelo luchó en esta organización paramilitar ultranacionalista que participó en los asesinatos masivos de población civil judía y polaca durante la Segunda Guerra Mundial.

La verdadera importancia del histórico líder de la 1ª Compañía DUK del Praviy Sektor es la claridad con la que delimitó, en su página de Facebook y en algunas entrevistas, la concepción político-militar que acabaría por cristalizar como paradigmática en el frente ucraniano-occidental de la guerra entre Ucrania y la Federación Rusa.

En primer lugar, destaca la apuesta por una estrategia de recuperación progresiva de todos los territorios perdidos por Ucrania a través de una guerra duradera, pero por etapas, que culmine con la total victoria ucraniana. Así, en una entrevista concedida a censor.net y publicada en agosto de 2017, ante una pregunta sobre cómo conseguir los objetivos ucranianos, respondía: “Sólo por medios militares. Somos un país fuerte que muestra su debilidad a través de negociaciones y treguas. Tenemos que demostrar que es erróneo traspasar suelo ucraniano. Desde la antigüedad fue un estado cosaco independiente. Y tenemos que mostrar una vez más al mundo entero que no hay nada que pueda imponerse a nuestra voluntad”.

El 2 de febrero de 2018 proseguía en este sentido: “Para algunos, la guerra terminó incluso antes de que comenzara. Los combatientes de la Primera Compañía de Asalto Separada del DUK PS defenderán y liberarán las tierras ucranianas de Donbass metro a metro. Hasta que las banderas de nuestro país ondeen en las fronteras estatales de los oblast de Donetsk y Lugansk y de la República Autónoma de Crimea. Cada día estamos más cerca de la victoria … Libre. Indivisible. Nuestra Ucrania”. En la misma línea, el 28 de noviembre de 2020 afirmaba: “Luchamos y seguiremos luchando por cada pedazo de nuestra tierra natal” para conseguir una “Ucrania libre”.

El 14 de abril de 2021, emitía un breve informe de declaración de posiciones en el que invitaba a unirse a sus filas a quienes deseaban la destrucción del enemigo para pasar a la acción en vez de desgastar fuerzas en el intercambio de opiniones en las redes. En este sentido, reafirmaba que su compañía “está luchando en el este con el ejército ruso y los secuaces locales: 7 años. Hemos estado en el frente durante los 7 años de la guerra. Y continuaremos nuestra lucha hasta la victoria completa, a pesar de todos los «altos el fuego» y otros planes de paz. Nunca hemos depuesto las armas ante nadie. Y no nos retiraremos hasta que se restablezcan las fronteras ucranianas”. Y afirmaba: “El Frente Oriental se basa en soldados de voluntad fuerte de las Fuerzas Armadas de Ucrania y voluntarios. El enemigo fue destruido y está siendo destruido. La guerra ha perdurado y continúa”.

Como puede comprobarse, uno de los planteamientos clave de Kotsyubailo es la liberación de todos los territorios: “Todo será Ucrania”. Se trata de un objetivo repetido en muchas ocasiones, pero que consideraba necesario desarrollar con calma, tal y como señalaba en enero de 2021: “Usa armas primero, lleva a cabo tácticas agresivas y comienza a recuperar tus propios territorios. Paso a paso. Hasta la victoria”.

Esta estrategia hacia la victoria implica, en segundo lugar, el rechazo a cualquier posible negociación. La voluntad de continuar la guerra, al margen de todo potencial acuerdo, es uno de los rasgos fundamentales de Kotsyubailo como comandante político-militar.

El 6 de julio de 2018 enfatizaba: “Debemos luchar por nuestras tierras, y no retrasar la entrega de los territorios con vergonzosos armisticios”. Aunque la declaración más claramente política es la del 10 de octubre de 2019, en la medida en que refleja no sólo la oposición puntual a la fórmula Steinmeier sino la más amplia y radical oposición a los propios acuerdos de Minsk.

Se ha planteado repetidamente la cuestión de la posición de los voluntarios en la situación que rodea a la llamada «Fórmula Steinmeier» y sus consecuencias.

Para nosotros la respuesta es inequívoca y categórica: estamos en contra de la retirada de las tropas, porque durante seis años cada trozo de este territorio estuvo empapado con la sangre de nuestros hermanos que dieron lo más valioso a la lucha: sus vidas.

Estamos en contra de la amnistía de los militantes, porque amnistía es perdonar, y nunca perdonaremos las lágrimas de las madres, esposas e hijos de nuestros soldados caídos.

Estamos en contra de la celebración de elecciones locales bajo los auspicios de la OSCE, porque después de celebrarlas, Ucrania se dividirá en «estos» y «los otros» sin ninguna posibilidad de retorno. Y será irreversible.

Y, por supuesto, estamos FUERTEMENTE en contra de cualquier rendición, porque rendirse es traicionar a quienes lucharon y luchan ahora. Quién dio y da lo más valioso. La diferencia siempre ha existido y siempre existirá. Alguien anhela la paz, que se encuentra en una zona de comodidad imaginaria y cree sinceramente que la obtendrá negociando con el enemigo, y alguien sabe firmemente que la Victoria es algo por lo que vale la pena luchar, no de lo que haya que hablar. ¿Es posible negociar con el invasor? La pregunta es retórica”.

No debe haber negociación sino, en realidad, venganza. Así, el 13 de noviembre de 2019 sostenía que “Todo lo que el «mundo ruso» deja tras de sí son kilómetros de tierra ucraniana quemados y vidas humanas destruidas. Entonces, ¿de qué tipo de negociaciones con el enemigo podemos estar hablando aquí?”. El 27 de marzo de 2021 se reafirmaba: “No a las negociaciones con un ocupante que mata a nuestros soldados todos los días. ¡La venganza será cruel!”.

Como para el Generalísimo Francisco Franco, aliado histórico del nacional-banderismo ucraniano en España, para Kotsyubailo, “la guerra no termina con la paz, sino con la victoria”, tal y como señalaba el 21 de noviembre de 2020: “La paz a cualquier precio es la filosofía de los esclavos, porque las personas libres saben con seguridad que el verdadero precio de la paz es la Victoria”.

La victoria significa ante todo, y en tercer lugar, la destrucción de los enemigos internos y externos. El 17 de julio de 2018 reivindicaba por tanto que su lucha continuará “hasta que los enemigos externos e internos sean destruidos”. Una perspectiva que asociaba a la consecución de la paz. El 12 de octubre de 2019 afirmaba por ello que “La destrucción del enemigo es uno de los fundamentos de la paz”.

En la pronta destrucción de esos enemigos que ponía todas sus esperanzas el 28 de noviembre de 2022. Fotografiado junto a otros dos soldados delante de dos tanques, quizás en referencia a las próximas entregas prometidas para garantizar el éxito del esperado contraataque ucraniano, el comandante señalaba que “pronto llegará la muerte a los enemigos”. El deseo de victoria y de muerte para todos los enemigos eran deseos prácticamente inseparables en la visión del militar nacionalista.

Un enemigo que el comandante DaVinci siempre asimilaba, de forma tan sencilla como auto exculpatoria, con el extranjero ocupante o, a lo sumo, con sus secuaces locales, los separ, a los que también era preciso destruir. En este contexto, es llamativa la respuesta que Kotsyubailo daba en 2017 a la periodista de censor.net que le preguntaba si, antes de la guerra, había visitado Donetsk y Lugansk, a lo que respondía lo siguiente: “Oh, no. No estaba interesado en esta región. Sabía que trabajaban aquí mineros, que en su mayoría hablan ruso. Pero sé con certeza que nadie tiene derecho a llamar a otro Estado a [que intervenga en] Ucrania. Esta tierra es nuestra, ucraniana. ¿No te gusta algo? Vete. ¿Te sientes como un polaco, un bielorruso …? Vete a esos países, vive allí. ¿Te gusta la medida rusa? Maleta-estación-Rusia. La integridad del estado es lo más importante”. Pocos meses antes del inicio de la invasión rusa, Zelensky realizó diversas declaraciones que recuerdan, en una forma apenas algo más civilizada y amable, a esta visión de maleta-estación-Rusia.

La muerte de Kotsyubailo

El 7 de marzo, la compañía liderada por Da Vinci anunciaba la muerte de su comandante en una acción de combate en los alrededores de Artyomovsk: “Murió con un arma en sus manos, murió cuando era el primero en ir a la batalla”. En el caso de que se consigan los objetivos por los que siempre dijo combatir, la destrucción del enemigo ruso y la victoria ucraniana, Kotsyubailo ya no lo verá.

Pero su concepción de la estrategia político-militar ucraniana seguirá sin duda bien presente. La decisión de plantear el título de Héroe de Ucrania para Kotsyubailo a finales de 2021 sólo puede entenderse en términos del máximo apoyo al tipo de planteamiento que defendía desde las cúpulas más altas del Estado, en especial en el contexto de la acción militar. Y no en vano, de hecho, uno de los principales valedores de Kotsyubailo fue el propio Valery Zaluzhny, comandante en jefe actual de las Fuerzas Armadas de Ucrania.

Kotsyubailo, junto a Zaluzhnyi, posando al lado de un mural de Yevhen Konovalets, fundador de la OUNDía 1 de diciembre de 2021.

En una entrevista concedida a lb.ua, DaVinci reconocía pocos días después de la concesión del título de Héroe de Ucrania su vínculo con Zaluzhny: “Creo que él fue fundamental para que esto sucediera. Estoy seguro de ello. Pero aun así, esta decisión dependía al 100% de la primera persona [Zelensky]. O firma o no firma. Tomó esta decisión, y automáticamente nos reconoció”. También es relevante la relación personal que mantuvo con el coronel Valery Hudz bajo cuyo mando sus fuerzas combatieron en el Donbass y de quien recibió amistad, confianza y guía, además de apoyo para sus voluntarios. Su muerte en marzo de 2022 le llevaba a apelar a la muerte de “miles de orcos” y a la destrucción de Rusia.

La relevancia político-militar de la figura del comandante DaVinci quedó de manifiesto durante la última despedida, el pasado 10 de marzo, en la plaza de Maidán. Al acto asistieron el presidente Volodymyr Zelensky y los principales líderes militares de Ucrania, entre ellos el comandante en jefe Valery Zaluzhny, el jefe de inteligencia Kyrylo Budanov, el ministro de Defensa Oleksiy Reznikov y los principales generales de las Fuerzas Armadas de Ucrania.

También estuvo presente en la ceremonia del comandante del Praviy Sektor la primera ministra de Finlandia, la socialdemócrata Sanna Marin. A diferencia de los demás asistentes, es poco probable que conociera la figura, la ideología y la historia político-militar de Dmytro Kotsyubailo.

En diciembre de 2022, en la última entrevista de Kotsyubailo a Canal 5, este adelantaba fugazmente algunas previsiones político-militares: una operación para recuperar la ciudad de Donetsk, la entrada de las Fuerzas Armadas de Ucrania en Rusia para establecer y consolidar una zona de protección, la posible intervención de la OTAN en territorio ucraniano, prácticamente asegurada según él en el caso de Polonia, o el cierre de cualquier posible negociación con Rusia tras la invasión.

El tiempo dirá si las últimas declaraciones públicas del líder militar del Praviy Sektor anticipan o no lo que sucederá. Lo único que parece asegurado, por ahora, es la intensificación de la guerra a escala total en la que parecía sentirse tan cómodo.

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