Tensión en los frentes

La escasa información sobre la situación real en los frentes y las intenciones de las partes en conflicto para cumplir sus objetivos actuales continúa causando todo tipo de rumores. En estos momentos, Ucrania aspira a construir sobre sus éxitos en ofensivas anteriores y con el refuerzo que ha supuesto el innumerable armamento recibido de sus socios infligir otro duro golpe a las tropas rusas. Es especialmente evidente que Ucrania pretende recuperar Jerson, ya sea por medio de la batalla o tras la retirada rusa, opción que gana enteros en las últimas horas. Rusia ha llamado a la evacuación de la población civil de la ciudad y pese a que algunas fuentes afirman que se están enviando reservas para preparar la batalla, el hecho de que Rusia esté retirando incluso los monumentos que considera importantes -como la estatus del general ruso Suvorov, que posiblemente no sobreviviera al paso de las tropas ucranianas- hace aumentar las posibilidades de que el general Surovikin esté preparando la “decisión difícil” de retirar las tropas de la zona.

En cualquier caso, con dificultades en todos los frentes, Rusia no puede aspirar en estos momentos a recuperar la iniciativa sino a defender aquellos frentes que considera factible defender. Es en este contexto de incertidumbre, en el que surgen también todo tipo de teorías. Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de preparar una bomba sucia como operación de falsa bandera para desacreditar al enemigo, alegaciones que, sin evidencia alguna, deben ser consideradas únicamente teoría de la conspiración, aunque colaboran a aumentar aún más la ya de por sí elevada tensión.

Original: Voenkor Kotenok

El experto militar Boris Rozhin ha hablado para el canal Voenkor Kotenok sobre la defensa de Jerson, el asalto a Avdeevka y las posibilidades de una ofensiva desde Bielorrusia.

¿Qué le espera a Jerson: Stalingrado o Izium?

En el momento actual, se está recibiendo información contradictoria en esta dirección. Si se toma la decisión política de una retirada de la margen derecha del Dniéper, por supuesto, no habrá ningún Stalingrado allí. Esto puede venir causado, por ejemplo, por la amenaza de detonación de la presa de Kajovka.

Si se toma la decisión política de mantener Jerson y los territorios en la margen derecha, se puede esperar largas e intensivas batallas en esta zona. Pese a los evidentes problemas logísticos y la amenaza de uso de armas prohibidas, la cuestión de la posible retirada de Jerson sigue siendo más política que militar.

Es preciso recordar que Izium fue abandonado por razones puramente militares tras la irrupción de las Fuerzas Armadas de Ucrania en Balakleya, con la consiguiente amenaza de que la agrupación de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa en Izium quedara sitiada. Eso obligó a organizar la retirada más allá del Oskol para evitar que las tropas quedaran embolsadas.

¿Por qué el enemigo está fallando en Svatovo?

Nuestras tropas han reforzado las defensas ahí y se han trasladado reservas, lo que ha hecho posible estabilizar en cierta forma el frente tras la retirada de la línea del río Oskol. Además, los contraataques en la zona de Torsky y Terna han ofuscado los planes enemigos de avanzar al norte de Kremennaya.

Los últimos intentos de ataque enemigo en dirección a Svatovo han sido infructuosos. Las Fuerzas Armadas de Ucrania no han podido irrumpir a través de Svatovo rápidamente, aunque según los planes debían haberlo tomado para el 17 de octubre.

Sin embargo, el oponente continúa acumulando tropas en esta zona y no ha abandonado los planes ofensivos tanto en relación con Svatovo como con Kremennaya. Para reforzar esos planes, se ha notado un aumento de presencia de mercenarios extranjeros en esta zona del frente.

¿Por qué sigue sin poderse tomar la zona fortificada de Avdeevka ni aislar al enemigo en Ugledar?

La razón es obvia: el enemigo tiene importantes fortificaciones ahí y no tenemos suficientes efectivos en esta zona. En ambos casos, el asalto frontal a las zonas fortificadas de Avdeevka y Ugledar no promete nada bueno para nuestras tropas, sino que solo restaría efectivos para otras zonas más prometedoras.

Las ofensivas en Peski y Pervomaiskoe, así como las batallas en Marinka, muestran claramente que, con la actual agrupación, es imposible conseguir ningún éxito rápido ni crear un cerco operativo de las tropas ucranianas. Solo se puede aspirar a ir desplazando al enemigo a base de seguir golpeando sus posiciones con artillería.

El comandante de las fuerzas terrestres de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha anunciado la amenaza de invasión de las Fuerzas Armadas rusas desde Bielorrusia. ¿Hasta qué punto están justificados los miedos del enemigo? ¿Puede hacerse? ¿Es necesario?

Actualmente, según las cifras oficiales, hay alrededor de 9000 tropas rusas desplegadas en Bielorrusia, no solo cerca de la frontera con Ucrania, sino también en el noroeste de Bielorrusia, cerca de la frontera con Lituania y Polonia, donde hay una acumulación de tropas de los países de la OTAN, que es una amenaza a Bielorrusia.

Para volver a atacar a Ucrania desde el territorio bielorruso, es necesaria una agrupación más numerosa que no se está formando. Eso no quiere decir que no pueda formarse, pero actualmente, las posibilidades de un ataque ruso directo sobre Kiev desde Bielorrusia no son nada elevadas. Sin embargo, la guerra será larga y no se puede descartar que pueda verse esa opción.