Otra amenaza imaginaria

El jueves, tras el anuncio del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa de la retirada de las tropas que se encontraban en las regiones fronterizas a Ucrania por la finalización de las maniobras que realizaban, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky afirmaba que la medida iba a “reducir proporcionalmente la tensión”, una afirmación falsa, ya que la tensión fue causada por la intensificación de los bombardeos de Donbass por parte del Ejército Ucraniano.

Pero incluso desde el punto de vista de Ucrania, la relajación de la tensión ha durado poco y Kiev insiste en tratar de explotar falsas amenazas. Tras la imaginaria invasión rusa -que evidentemente no iba a ocurrir-, el comando de la Operación de Fuerzas Conjuntas, calificación con la que Ucrania se refiere a la guerra en Donbass, acusa a las Repúblicas Populares de preparar provocaciones. Después de siete años de acusar a las Repúblicas Populares de bombardear sus propias ciudades, Ucrania les acusa ahora de unos auto bombardeos que ni siquiera se han producido, ni van a producirse.

Artículo Original: Antifashist

Los representantes de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk planean ataques terroristas en templos de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana y provocaciones con uso de armas para justificar la entrada de tropas rusas en la región. Es lo que ha alegado en su perfil de las redes sociales el cuartel general de la Operación de Fuerzas Conjuntas citando fuentes de inteligencia.

Esas provocaciones se esperan el 25 de abril. Para ello, “el enemigo planea usar armas y equipamiento militar con camuflaje tipo pixel, que es el que utilizan las unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania”.

“Se ha establecido que una de esas provocaciones debe tener lugar en dirección a Debaltseve con la participación de mercenarios de la Unión de Voluntarios de Donbass, que han recibido las instrucciones necesarias de sus supervisores para simular un ataque sobre las posiciones de la 7ª Brigada Motorizada y el 2º Cuerpo del Ejército, con la orden de destruir el equipamiento de ingeniería y fortificación de las posiciones avanzadas y causar bajas a las unidades de las mismas brigadas. Al mismo tiempo, no se descarta la posibilidad de bajas entre la población civil”, afirma el informe.

El cuartel general de la Operación de Fuerzas Conjuntas afirma también que los ataques terroristas tendrán lugar durante la Pascua ortodoxa en una de las iglesias del Patriarcado de Moscú y en los que no se puede descartar que haya víctimas entre los fieles. “Eso permitirá a Rusia acusar a Ucrania de descuidar los principios morales y religiosos y de genocidio de nuestro propio pueblo, así como introducir tropas regulares de las Fuerzas Armadas Rusas en el territorio de Ucrania. Por su parte, el comando de la Operación de Fuerzas Conjuntas garantiza que cumple estrictamente con los acuerdos de Minsk. La culpa de cualquier posible escalada del conflicto, así como de las muertes de civiles y soldados de las Fuerzas Armadas de Ucrania, recae exclusivamente sobre el liderazgo de las fuerzas de ocupación rusas”, afirma el cuartel general de la Operación de Fuerzas Conjuntas.