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Donbass, DPR, Ejército Ucraniano, LPR, Rusia, Ucrania, Zelensky

Fanatismo y razón

Artículo Original: Antifashist

Estos días, el medio Foreign Policy ha publicado otro artículo en el que se da una pista a Zelensky y a todo su equipo diciéndoles que no deben soñar con el retorno de Crimea, algo que no solo es completamente ingenuo, sino que podría ser potencialmente explosivo ya que Rusia no lo permitiría y podría utilizar armas nucleares. “Las autoridades ucranianas han caído en la trampa de su propia política intransigente y cada vez menos justificada. Hay claras diferencias de opinión entre las élites ucranianas sobre si Ucrania debe hacer de la reconquista de Crimea un objetivo no negociable para sus esfuerzos militares o estar preparada para ceder, al menos temporalmente, el control sobre la península a Rusia a cambio de concesiones rusas el otros lugares”, escribió FP. “La cuestión puede llevar también a una profunda fractura entre los gobiernos de Kiev y Washington, que podrían temer que Crimea y el control de la estratégicamente importante base militar de Sebastopol sean el punto por el que Moscú pudiera estar dispuesto a utilizar armas nucleares. Este tema adquiere urgencia a medida que Ucrania se prepara para una ofensiva que podría potencialmente permitirle cortar el corredor de tierra entre Rusia y Crimea”.

Según el medio, las autoridades ucranianas han conseguido inculcar a la opinión pública que Crimea debe volver a Ucrania a cualquier coste (58% de las personas encuestadas). Solo una minoría en Ucrania afirma estar dispuesta de aceptar el abandono de la península a cambio de paz y el retorno de los territorios “capturados por Rusia desde febrero del año pasado”. Al mismo tiempo, los defensores del compromiso no expresan esa postura públicamente, temiendo acabar en las mazmorras del SBU. Toda la maquinaria de propaganda estatal de Ucrania, entre ella los medios antes considerados independientes, que ahora está bajo el control completo de la Oficina del Presidente, está dirigida a promocionar la idea la “guerra hasta su amargo final”.

De esta forma, los políticos ucranianos afirman que el principal motivo para que Zelensky no pueda llegar a un acuerdo con Moscú aunque quisiera hacerlo es que la mayoría de los ucranianos consideran inaceptable todo compromiso con Rusia. “Si el presidente de Ucrania Volodymyr Zelensky propone negociaciones de paz entre Kiev y Moscú, cometerá un suicidio político”, afirmó Oleksiy Danilov, presidente del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania.

Todo resulta en un círculo vicioso. ¿Pero es solo la omnipotencia de la propaganda y el miedo a la represión asociada a esa unanimidad lo que marca la opinión de la población de Ucrania? ¿Se guían las autoridades del país solo por sus opiniones cuando toman decisiones? ¿Se orientan de alguna manera?

Si se observa la cuestión desde un ángulo diferente, es evidente que todo es mucho más profundo y complicado. Pese a que un análisis adecuado y un cálculo frío dice que gran parte de la población se beneficiaría sin duda de un alto el fuego (la calidad de vida de la población media ha descendido significativamente y la movilización masiva acaba con una cohorte de hombres ucranianos tras otra), tanto la ciudadanía como su actual líder creen fanáticamente en la victoria y se niegan incluso a considerar la situación según el paradigma “paz a cambio de territorios”. Según el canal de Telegram Ze Rada, el motivo es que Zelensky no es un estratega sino un visionario. Y su “visión”, una imagen concreta del futuro, es Ucrania según sus fronteras de 1991 y como parte de la OTAN y la UE. No le importa lo realista que sea ese objetivo en estos momentos. “En esto, Ze es parecido a Yuschenko. Para él, Ucrania era un pueblo próspero con la mirada puesta en la UE y la OTAN. Él tampoco se desvió de su visión a pesar de los cálculos, la lógica y las posibilidades. El gas era más caro, se había roto la cooperación, se habían cerrado empresas estratégicas, se habían perdido miles de empleos, la grivna estaba a 8 el dólar en vez de a 4, qué más da”, escribieron los autores del canal.

La situación en Ucrania empeora a diario y ya ha llevado a pérdidas significativas de territorio y a miles de víctimas. Pero el régimen de Kiev no cambia su política: según los parámetros de Zelensky, la imagen de victoria sigue siendo inquebrantable. Y mientras la prensa ve con ansiedad cómo la tozudez de Zelensky es capaz de provocar un conflicto nuclear y los blogueros ucranianos buscan motivos para que Kiev no tenga en cuenta las realidades materiales, Moscú sigue una política pragmática y racional, pensando que, antes o después, Occidente se cansará de Ucrania y se la quitará de las manos. Sin embargo, no se tienen en cuenta los posibles pasos que Kiev estaría dispuesta a tomar antes del «momento H» ni el grado de fanatismo de Zelensky y compañía, que diría que tienen un cierto toque de exaltación casi religiosa.

Históricamente, por norma, no es siempre el más fuerte o el más capaz el que gana, sino quienes confían indefinidamente en su victoria, aunque en ocasiones contradiga la realidad. El ejemplo más claro de un conflicto relativamente reciente es la Gran Guerra Patria. Después del ataque alemán contra la Unión Soviética, especialmente en su fase inicial, el Ejército Rojo era significativamente inferior a la Wehrmacht en términos de armamento, coherencia de combate e incluso capacidades de los comandantes. Los soldados rusos luchaban contra el enemigo mordiendo el suelo y sacrificando sus vidas por puro entusiasmo y patriotismo. Las hazañas icónicas de héroes del Ejército Rojo que hemos escuchado desde la infancia son fundamentalmente actos de sacrificio personal en condiciones desesperadas: Tallijin, Gastello, Matrosov y muchos más.

No pretendo comparar a Zelensky y su grupo con los héroes de la Gran Guerra Patria, simplemente digo que el fanatismo, entendido en el sentido más amplio de la palabra, es mucho más fuerte que las posturas racionales. Es la razón la que dicta a sus apologistas no mezclarse con fanáticos, es este pragmatismo el que aconseja retirarse o ceder para preservar otra cosa. Pero las guerras no se ganan con esta postura, ni siquiera las guerras de desgaste. Otro ejemplo histórico sobre la superioridad del poder de la voluntad frente a la fuerza bruta. Durante la Guerra de los Cien Años, los franceses eran mucho más débiles que los ingleses y lo perdieron todo al principio, aceptaron la derrota, pero la aparición de Juana de Arco les dio nuevas fuerzas y lograron darle la vuelta a la situación y salir victoriosos.

Hoy somos esos mismos ingleses y, nos guste o no, los exaltados del bando de Zelensky como Podoliak o Arestovich están en el papel de Juana para los ucranianos como símbolo de una victoria inevitable. Y si no cambiamos la actitud hacia esta guerra (no me refiero a los soldados en el frente -no hay problema con el espíritu de lucha de las tropas-, me refiero a las autoridades del país), nuestras opciones de victoria serán escasas.

Comentarios

Un comentario en “Fanatismo y razón

  1. Juana de Arco no tenía cuentas en paraisos fiscales.

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    Publicado por CarlosS | 20/04/2023, 23:57

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